Escuela SAMU gradúa a más de cien especialistas en emergencias sanitarias

Una nueva promoción de estudiantes de Escuela SAMU sale a la calle para enfrentarse a la realidad y poner en práctica todo lo aprendido durante su paso por la escuela con total garantías y con el único propósito de salvar vidas. Y lo hacen con la convicción de que el esfuerzo realizado estos dos últimos años ha merecido la pena.

El acto de graduación de estos nuevos ‘samuitas’ se celebró la tarde del 28 de junio, en el salón de actos de la Fundación San Pablo CEU Andalucía, en Bormujos, como ya viene siendo tradición.

Estos jóvenes se pusieron sus mejores galas y junto con su familiares, amigos y profesores celebraron el fin de su etapa como estudiantes de Escuela SAMU en la que, durante dos años, han sido entrenados para hacer frente a cualquier tipo de situación crítica, trabajar en equipo y conocer sus propios límites y así poder superarlos.

En concreto, se graduaron más de un centenar de alumnos del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofe y Acción Humanitaria de SAMU y la Fundación San Pablo CEU Andalucía, y de los ciclos de Formación Profesional de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES), Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), Técnico Superior en Integración Social (TSIS) y Técnico Superior en Coordinación en Emergencias y Protección Civil.

El acto estuvo presidido por María Luisa Ríos Camacho, directora del Instituto de Posgrado y Extensión Académica de la Fundación San Pablo CEU. En la mesa presidencial también estaban presente el doctor Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU y fundador de la entidad; Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU; Andrés Rodríguez Holst, coordinador del Máster de Enfermería e instructor de Escuela SAMU; Beatriz García Ortega, docente de Escuela SAMU; y Francisco Bonilla Quintero, exresponsable regional de emergencias colectivas y catástrofe del 061, además de antiguo director provincial del 061 en Huelva y Sevilla.

El pasado, el presente y el futuro de las emergencias

Como invitados al acto, también acudieron profesionales, compañeros y directivos de numerosas entidades del sector de las emergencias como, por ejemplo, el director del Centro de Emergencias Sanitarias 061 de Sevilla, José María Villadiego.

“Podríamos decir que aquí está representado el pasado, el presente y el futuro de las emergencias. El pasado, con un sentido positivo y respetuoso porque nos acompañan grandes personas y profesionales que estuvieron durante muchos años trabajando, creando, mejorando servicios hospitalarios y prehospitalarios para conseguir que lleguen al nivel que tienen ahora”, destacó Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU.

“El presente, porque vuestros docentes también son profesionales involucrados en el sector que dedican mucho tiempo y energía a sus funciones operativas además de volcarse en la enseñanza, trasmitiendo no solamente lo que conocen, sino también lo que saben que tenéis que aprender para crecer (…). Y el futuro, está claro, sois vosotros”, continuó Couyotopoulo.

El director de la escuela también quiso transmitir un mensaje muy sincero a sus alumnos: “No sois héroes. No somos héroes. Hemos elegido profesiones que pueden llevarnos a vivir situaciones de tensión, situaciones complicadas, a veces situaciones de vida o muerte y tenemos la suerte de tener una profesión que tiene un gran impacto en las personas. Lo digo en muchas ocasiones: los pacientes o victimas que asistimos posiblemente estén viviendo uno de los peores días de su vida y no lo han decidido, pero nosotros sí hemos elegido estar allí. Por lo tanto, tenemos, y tenéis, la responsabilidad de actuar como grandes profesionales, de estar y manteneros formados, entrenados, actualizados y eficaces, pero no como héroes. Los comportamientos heroicos suelen conllevar una parte de riesgo que no es coherente ni aceptable para un profesional”.

Durante el acto también intervinieron Ignacio Salvador Picchi, jefe de departamento de Seguridad y Medio Ambiente y docente de Escuela SAMU; y Andrés Rodríguez Holst, coordinador del Máster de Enfermería y docente de Escuela SAMU.

“Desde el primer día en que nos encontramos, he sido testigo del esfuerzo incansable, constancia y sacrificio con el que habéis llegado a la escuela cada mañana. Hemos creado una pequeña familia, y cada uno de vosotros ha contribuido a que esta experiencia sea inolvidable. En cada clase, en cada práctica, he visto brillar vuestras sonrisas, incluso en los días más duros, cuando las exigencias físicas y mentales os han llevado al límite de vuestras fuerzas”, destacó Ignacio Salvador Picci dirigiéndose a la primera promoción de Técnicos Superiores en Coordinación en Emergencias y Protección Civil de Escuela SAMU y que esa tarde se graduaba.

“Lo que hemos compartido en estos dos años ha sido mucho más que conocimientos técnicos y habilidades profesionales. Hemos forjado lazos de compañerismo y amistad que trascienden las paredes de la escuela. Vuestra dedicación, ética de trabajo y vuestro espíritu inquebrantable han dejado una huella imborrable en esta institución. No ha habido, no hay y probablemente no habrá un grupo como el vuestro”, añadió el profesor.

Por su parte, Andrés Rodríguez quiso transmitir a sus alumnos de la XXIX edición del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofe y Acción Humanitaria tres ideas principales: “la importancia de cometer errores, pues estos son siempre oportunidades para aprender”; que “la vida es muy corta para tomársela en serio y no todo en la vida es ganar puntos para una bolsa, hay un mundo ahí fuera y hay que salir a buscarlo”; y, por último, “que somos las historias que contamos”

Por otro lado, en representación del alumnado, los encargados de subir a la tribuna y hablar en nombre de sus compañeros sobre la experiencia vivida estos dos años fueron Ana Franco Pérez y Marina Gómez Calvo, estudiantes del ciclo de Técnico Superior en Integración Social; Alejandro Álvarez Rodrigo y Mauricio de Chiclana Alonso, del ciclo de Técnico Superior en Coordinación de Emergencias y Protección Civil; Lucena Cejas y Joaquín Benítez Serradilla, del ciclo de Técnico en Emergencias Sanitarias; Silvia Clar Chaques y Belén Ollero Benítez, del ciclo de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería; y Antonio Tallón Ruíz y Adrián Costa Callero, del Máster de Enfermería.

Reconocimientos especiales

Como novedad, este año se quiso hacer un reconocimiento a los servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento y, en particular, a los parques de bomberos de Lebrija y de Los Palacios y Villafranca en agradecimiento a su colaboración e implicación con la formación del alumnado de Protección Civil. Marco Antonio Sánchez Delgado, oficial jefe bomberos de Lebrija, y Francisco Begines Parejo, bombero del parque de Los Palacios y Villafranca, fueron los encargados de subir al escenario para recoger el reconocimiento.

También hubo un reconocimiento especial para Francisco Bonilla, responsable regional de emergencias colectivas y catástrofe del 061 hasta su jubilación en 2022, y que este año actuó como padrino de la promoción 2024 de Escuela SAMU.

Carlos Álvarez Leiva, fundador de SAMU, fue el encargado de entregarle un obsequio. SAMU y el 061, empresa de emergencias pública andaluza, han compartido experiencia y formación desde hace más de 30 años. De hecho, tal como ha reconocido el propio Bonilla en alguna ocasión, más del 80% de la plantilla del 061 en Sevilla se ha formado en SAMU.

Ambas organizaciones han trabajado conjuntamente en numerosos simulacros y ejercicios prácticos de diferente índole y escenarios, como los realizados en el aeropuerto de Sevilla o en infraestructuras ferroviarias. También han participado en varias ediciones del Crisis Task Force, ejercicio que organiza anualmente SAMU, además de en sucesos reales, como el devastador incendio de la noche del 5 de enero de 2021 en una residencia de mayores de Sevilla.

Tras este reconocimiento personal, se procedió a la entrega de diplomas a los nuevos graduados, que fueron subiendo al escenario en grupos de cinco personas, y se reconocieron los mejores expedientes académicos, que este año lo lograron María de la O Gallego López, Técnico Superior en Integración Social con un 9,92 de nota media; Inés De Marco Real, Técnico Superior en Coordinación en Emergencias y Protección Civil con una media de 9,54; Rafael López Cordero, Técnico en Emergencias Sanitarias con un 9,67; Braian Agustín Argañaraz Vivas y Celia Pérez García, ambos Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería con un 9,88 de nota media; y Pablo Pérez Cano, mejor expediente del Máster de Enfermería con un 9,02.

Además, este año con motivo del décimo aniversario de la primera promoción de TCAE de Escuela SAMU, se invitó a Yedra Torres Parrilla, exalumna de esta primera promoción, quién compartió con los presentes su trayectoria profesional.

Otro de los momentos más emotivos del acto estuvo protagonizado por las docentes María Soto y Lorena Fernández que, tras varios años como instructoras y referentes de los ciclos de Formación Profesional, se despiden este curso de Escuela SAMU.

Mohamed y Karim, los héroes de El Chorrillo

Karim Benaboura y Mohamed Kharbach pasaban la tarde del 27 de mayo en la playa de El Chorrillo, en Ceuta, junto a otros compañeros mientras, allí en el mar, junto al segundo espigón, tres chicos disfrutaban de un baño. La plácida escena, habitual de un día de inicio de verano en las playas de la ciudad, se llenó de angustia y nervios cuando uno de los nadadores empezó a mostrar dificultades para mantenerse a flote. Se ahogaba, mientras los gritos de alerta y la confusión se sucedían en la arena. Entonces, Mohamed se lanzó al agua, seguido de Karim, y entre ambos consiguieron alcanzar al joven ceutí en peligro.

En la orilla, Samra Hajjaj, auxiliar técnico educativo del centro Aljarafe, en la zona de Piniers, que acoge a estos dos menores marroquíes, intentaba tranquilizar a su equipo y también a los amigos del joven de 16 años vecino de la ciudad. Mohamed y Karim habían logrado salvarle la vida. Poco después, los servicios de emergencia llegaron al lugar de los hechos.

“No tuvimos miedo. Tranquilos, tranquilos”, explicaban unas horas más tarde a un equipo de periodista de Ceuta TV ambos, sonrientes, algo tímidos ante la cámara, con su español aún en fase de aprendizaje. “Son dos chicos muy generosos, siempre dispuestos a ayudar. Residentes ejemplares”, añadía Samra Hajjaj.

Podemos desvelar esta pequeña historia de dos héroes anónimos a través del retrato de ambos jóvenes, realizado por la responsable del centro Aljarafe Ceuta, María Jesús Contreras.

Karim Benaboura es un chico natural de Oued Lao (Marruecos). Su pasión es el deporte y su máxima aspiración, ser futbolista profesional. Decidido, maduro y responsable, él mismo contactó insistentemente con el periódico local hasta que consiguió que le entrevistarán para contar su historia y así poder buscar ayuda para ser futbolista. “Su comportamiento es excelente. Es educado, cuidadoso con sus cosas y muy preocupado e implicado en su futuro”, describe María Jesús Contreras, responsable del centro Aljarafe Ceuta.

Mohamed Kharbach, por su parte, nació en Tetuán (Marruecos). Según relata María Jesús Contreras, es un chico muy educado y amable. Tiene formación de peluquero y barbero en su país, oficio en el que quiere seguir formándose y que aspira a desempeñar de manera profesional en un futuro.

Mohamed es noble, sensible y familiar. “Suele mostrar dualidad de sentimientos: por un lado quiere prosperar y sabe que en su país no lo va a conseguir; por otro lado, echa muchísimo de menos a su madre, por la que siente devoción. Siempre saca fuerzas de la relación tan cercana con el equipo educativo de Aljarafe para ir superando los días lejos de los suyos hasta poder conseguir sus objetivos vitales”, apunta Contreras.

Fundación SAMU tiene el encargo del Área de Menores de la Ciudad Autónoma de Ceuta de la gestión de la emergencia que supone la entrada de menores migrantes no acompañados por un referente adulto por la frontera con Marruecos.

Para ello, la fundación ha puesto a disposición del Área de Menores tres centros, dos de acogida inmediata y un centro de Inserción Sociolaboral, tal y como explica Siham Khalifa, subdirectora del Área de Infancia y Familia.

El centro de Nueva Esperanza tiene capacidad para la atención de 60 menores de edad. Es el centro de recepción diseñado para atender las necesidades básicas de los menores y asegurar su bienestar. “Nuestro objetivo es proporcionar un entorno seguro y adecuado para la primera acogida de un menor de edad sin acompañamiento de un referente adulto”, señala Siham Khalifa.

Apoyo psicológico

El centro Aljarafe, con una capacidad para la atención de 60 menores y donde residen Karim Benaboura y Mohamed Kharbach , da continuidad al trabajo realizado en el centro de recepción. Aquí se pone el foco en el apoyo psicológico que ayuda a los menores a afrontar el trauma y el estrés derivado de su situación migratoria.

Por último, el centro de Inserción Sociolaboral ISL Triana, con una capacidad para la atención de 36 menores, tiene el objeto de diseñar itinerarios personalizados de inserción de cara a la transición a la vida independiente de los menores acogidos, una vez cumplida la mayoría de edad. “Su meta es la formación y capacitación a través de programas que preparen a los menores para una vida independiente y autosuficiente”, añade la subdirectora del área.

Uno de los pilares de la atención a menores migrantes por parte de Fundación SAMU es el acceso a la educación formal e informal, incluyendo clases de idioma del país de acogida, e implementando programas que promuevan la integración cultural y social de los menores en la comunidad local.
Todos los centros gestionados por Fundación SAMU trabajan en coordinación y colaboración con otras instituciones públicas y organizaciones, tanto gubernamentales como no gubernamentales, para asegurar una atención integral y efectiva de estos menores.

Escuela SAMU ya calienta motores para el curso 2024-2025

En Escuela SAMU nunca se descansa y la maquinaria siempre está funcionando para poder ofrecer a los alumnos la mejor formación posible. El curso 2023-2024 acaba de finalizar con la satisfacción de haber alcanzado los objetivos planteados a principio de curso. Pero para mantener el sobresaliente, hay que seguir esforzándose, y el equipo directivo del centro, antes de que acabase junio, ya calentaba motores de cara al curso 2024-2025. Así, la escuela, con su director Thomas Couyotopoulo al frente, trabaja duro para poder ofrecer una amplia oferta académica para el nuevo año académico con novedades destacadas, haciendo gala de uno de sus mayores valores: una metodología multisensorial y vivencial que marca la diferencia.

Durante el curso que acaba de finalizar, 228 jóvenes se han formado en el Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria o en alguno de los cinco ciclos de Formación Profesional que se imparten en Escuela SAMU: dos grados superiores (Técnico Superior en Integración Social y Técnico Superior en Coordinación en Emergencias y Protección Civil) y tres grados medios (Técnico en Emergencias y Protección Civil, Técnico en Emergencias Sanitarias y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería). A este número de alumnos hay que sumar 115 matriculados más en el Máster de Emergencias Médicas y en los cursos intensivos de emergencias médicas.

Este curso ha sido el primero en el que se ha graduado una promoción del ciclo de Técnico Superior en Coordinación en Emergencias y Protección Civil, que comenzó a impartirse en el curso 2022-2023. Asimismo, en septiembre de 2023 arrancó el primer curso del ciclo de Grado Medio de Técnico en Emergencias y Protección Civil, cuya primera promoción se graduará en junio de 2025.

“La incorporación de perfiles docentes especialistas en las diferentes materias, unidas a la alta implicación y motivación del alumnado, ha hecho posible que el curso haya sido un éxito”, apunta Beatriz Estrada, jefa de estudios de Escuela SAMU. “Este año se ha graduado la primera promoción del ciclo superior de Técnico en Coordinación en Emergencias y Protección Civil y los alumnos salen con un alto nivel de satisfacción no sólo a nivel académico, sino también a nivel personal”.

Escuela SAMU ha contado con la colaboración de diferentes instituciones y empresas para el desarrollo de las prácticas formativas de sus alumnos. Así, los estudiantes de los dos ciclos vinculados a Protección Civil han contado con la participación activa de los parques de bomberos de Lebrija, Consorcio de Huelva, Los Palacios y Villafranca, Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra, además del Servicio de Protección Civil de Bormujos. Todos ellos han aportado a los alumnos una visión más cercana a la realidad en cuanto a exigencias del mercado laboral.

Con respecto a los ciclos sanitarios, este año se ha afianzado la colaboración con empresas como Ambulancias ADEA, Ambulancias Andalucía, Ambulancias Autoamtax, Ambulancias Almonte y Ambulancias Pajares. Y se han establecido nuevas colaboraciones con Ambulancias Forser, Ambulancias Sume 24, la clínica de salud mental SAMU Wellness y con el servicio de críticos de SAMU en lo que respecta al traslado de pacientes críticos en sus diferentes bases y la ambulancia colectiva.

Para el curso 2024-2025 que comenzará en septiembre, Escuela SAMU tiene previsto ofertar el mismo número de titulaciones que este año, pero se está trabajando para duplicar las plazas ofertadas en los ciclos de Grado Medio y Grado Superior de Protección Civil debido a la alta demanda de profesionales con este título que existe en estos momentos en el mercado laboral. De hecho, ya está completo el grupo de Grado Medio de Técnico en Emergencias y Protección Civil.

“Recomiendo estudiar en Escuela SAMU al 100%, sobre todo el Grado Superior de Técnico en Coordinación en Emergencias y Protección Civil, puesto que aprendes mucho de toda la rama de las emergencias”, explica Inés de Marco Real, alumna de Escuela SAMU y recién graduada.
“Durante mis estudios en el ciclo superior de Prevención de Riesgos Laborales me llamó mucho la atención una asignatura que tenía sobre emergencias. Cuando terminé, busqué en este ámbito y animada por mi padre que es médico y una prima que había estudiado el Máster de Enfermería en Escuela SAMU, me decidí a matricularme en el ciclo superior de Protección Civil”, cuenta la joven. “Cuando comenzaron las clases, me di cuenta de que todos mis compañeros querían ser bomberos. Yo no, sabía que no daba el perfil para bombero, pero decidí continuar porque me encantaba todo lo que estaba aprendiendo y el ambiente que se respiraba en la escuela. Además, las salidas profesionales de este ciclo son muchas, no solo la de bombero. A mí, por ejemplo, me gustaría dedicarme al ámbito de la coordinación de las emergencias”.

Inés de Marco destaca la formación práctica que reciben en Escuela SAMU. “La teoría es muy importante, pero hasta que no realizas ejercicios prácticos y tocas los materiales no aprendes de verdad. Además, otra cosa muy positiva de estudiar aquí es que en los ejercicios y simulacros también participan los alumnos de otros cursos como los Técnicos en Emergencias Sanitarias o los enfermeros, lo que te permite aprender a coordinarte con otros profesionales del sector de las emergencias”.

A la oferta de ciclos de FP se suman los cursos de Experto en Cuidados de Enfermería en Hospitalización y Centros Sociosanitarios y Experto en Atención Integral en Salud Mental, además de tres másteres ya consolidados y reconocidos: Máster en Emergencias Médicas, Máster en Emergencias Pediátricas y Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria.

El plazo de matricula ya está abierto para el curso 2024-2025. Las personas interesadas podrán inscribirse hasta octubre, siempre y cuando queden plazas libres.

Pruebas de selección

Por otro lado, las pruebas de selección para acceder al Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y la Fundación San Pablo Andalucía CEU se celebrarán los días 10,11 y 12 de septiembre. Ya hay preinscritos más de 60 personas, la cifra más alta de los últimos cuatro años.

En lo que respecta a las instalaciones y recursos del centro formativo, en diciembre, Escuela SAMU adquirió un vehículo de extinción de incendios con capacidad de intervención mediante agua y espuma a través de su depósito de 4.000 litros de agua y 500 litros de espumógeno. Una bomba urbana pesada con el que los alumnos de Escuela SAMU, especialmente los de los dos ciclos de Protección Civil, han podio realizar prácticas y vivir experiencias más reales durante su formación.

“De cara al próximo curso, queremos seguir adquiriendo e incorporando nuevos equipamientos y espacios tanto de simulación como reales. Estamos atentos a la disponibilidad de nuevos modelos de material de inmovilización, tenemos un espacio de simulación de transporte de mercancías peligrosas, se ha instalado en la escuela una Boca de Incendio Equipada (BIE) real, un sistema de suspensión del simulador de helicóptero HEMS, un espacio de entrenamiento a la prueba de trepa de cuerda, materiales asistenciales y un camión de bombero con su bomba y accesorios operativos”, explica Beatriz Estrada.

Escuela SAMU es un centro educativo innovador que potencia el aprendizaje a través de la experiencia real del alumno. Cuenta con unas instalaciones de más de 17.000 metros cuadrados con numerosos escenarios de intervención en emergencias siendo el mayor complejo europeo en simulación sociosanitaria y de emergencias.

Dos monstruos en el equipo de SAMU

SAMU ha realizado en los últimos meses dos importantes adquisiciones que suponen un doble avance: por un lado, un importante apoyo a nivel logístico para la organización, especialmente para el transporte de mercancías y materiales tanto a nivel nacional como internacional; y, por otro, la posibilidad de seguir mejorando la formación que se imparte en Escuela SAMU. Estos dos nuevos recursos son un camión de grandes dimensiones y un camión de bomberos, en concreto, una bomba urbana pesada.

El vehículo de extinción de incendios fue adquirido en diciembre, aunque no llegó a Escuela SAMU hasta enero. “Llevábamos desde que abrió la escuela en 2012 queriendo tener un coche de bomberos pero, hasta ahora, todo lo que habíamos visto eran camiones en malas condiciones, con pocas capacidades o prácticamente para llevarlos al desguace. Fue a finales del año pasado cuando encontramos este vehículo y lo vimos como una gran oportunidad, pues estaba a pleno rendimiento y nos lo vendían con todas sus capacidades y dotaciones”, explica Juan González de Escalada, vicepresidente de Corporación SAMU. “Los profesores y alumnos lo recibieron como si de un regalo de Reyes se tratara”.

El vehículo se utiliza desde principios de año para ejercicios prácticos de extinción de incendios, salvamento y rescate por parte, especialmente, de los alumnos de los ciclos de FP de Técnico Superior en Coordinación en Emergencias y Protección Civil y del Grado Medio de Técnico en Emergencias y Protección Civil.

El camión es una bomba urbana pesada con monitor incorporado y con capacidad de extinción de incendios mediante agua y espuma a través de su depósito de 4.000 litros de agua y 500 litros de espumógeno. También tiene capacidad de dosificación directa para generación de mezcla espumante.
Cuenta con bomba de baja presión 16/8 (Q=1.600 l/m en trabajo máximo); capacidad de aspiración con altura geodésica máxima de 7,5 metros, e impulsión desde cisterna mediante llenado por presión o mediante aspiración (los dos últimos sin necesidad de que el agua pase previamente por la cisterna). Además, cuenta con un acelerador de bomba en cabina y manual en bomba con toma de fuerza en puesto de control de cabina.

“Es un vehículo muy versátil en uso urbano e industrial por sus prestaciones técnicas y su capacidad de transporte de material de extinción, salvamento y rescate”, apuntan desde la dirección de Escuela SAMU.

“En nuestra escuela, cuyo lema es Aprende Haciéndolo, no podíamos estar formando a nuestros alumnos de los ciclos de Protección Civil en la extinción de incendios sólo con extintores o con un todoterreno al que le habíamos incorporado una bomba y un contenedor de agua para sofocar algún conato de incendio. Había que dar un paso más y que ellos pudieran hacer prácticas con bombas urbanas de verdad, que estarán en su día a día cuando se incorporen al mercado laboral. Ahora tienen el mejor equipamiento, al igual que los estudiantes de Técnicos en Emergencias Sanitarias tienen ambulancias en la propia escuela para su formación en el traslado de pacientes críticos”, continúa Juan González de Escalada.

Una formación multidisciplinar

“Nosotros siempre hemos apostado por la multidisciplinariedad, porque, en el caso de que seamos primeros intervinientes en un incidente, a lo mejor, el técnico de emergencias sanitarias, el enfermero o el médico tienen que empuñar un extintor. Por esta razón, en nuestros simulacros siempre hemos intentado que parte de los alumnos participantes asuman el lugar de otros cuerpos intervinientes para saber cómo pueden colaborar en un incidente en el que intervienen otros especialistas y conocer las funciones del resto de profesionales de las emergencias. De ahí nuestro anhelo histórico de tener un camión de bomberos”, explica el vicepresidente de Corporación SAMU.

Con respecto a la otra incorporación a la flota de vehículos de SAMU, es un camión de grandes dimensiones que realiza labores de apoyo logístico. Este vehículo se utiliza para el transporte de material en los despliegues del equipo de intervención de emergencias, y también en misiones humanitarias.

“Debido a sus grandes dimensiones, este camión agiliza mucho el trabajo de despliegue o proyección de material. En un sólo porte podemos transportar todo el material que necesitamos desde la base logística de SAMU, en Sevilla, hasta el lugar en el que se realice la intervención”, explica Juan González de Escalada.

“Además, también se utiliza para el apoyo en la apertura y montaje de nuestros centros de menores, tal como está ocurriendo actualmente en Ceuta, donde va a abrir un nuevo centro, y para el despliegue de material en misiones humanitarias, siempre y cuando al destino se pueda llegar por carretera, como fue el caso de la última misión humanitaria de SAMU en Marruecos”, detalla Juan González de Escalada. Un camión siempre en alerta.

Camión de apoyo logístico de SAMU

Camión de apoyo logístico de SAMU

Emplea Sevilla Integra llega a más de 400 personas

El proyecto de inserción laboral Emplea Sevilla Integra cumple seis meses en funcionamiento. Esta iniciativa, desarrollada por Fundación SAMU en el Casco Antiguo de Sevilla con la cofinanciación del Ayuntamiento de la ciudad, tiene como objetivo principal facilitar la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social y a mejorar las posibilidades de incorporación al mercado de trabajo mediante la realización de itinerarios personalizados de inserción. En concreto, Fundación SAMU atiende a personas empadronadas en los distritos de Casco Antiguo, Triana y Los Remedios, y ofrece sus servicios en la calle Juan de Pineda, 112.

Entre las diferentes líneas de actuación de este programa destacan las competencias técnicas como formaciones específicas, intermediación laboral y prácticas profesionales en empresas. Estas acciones permiten ofrecer a las personas participantes un acompañamiento adaptado a sus necesidades sociolaborales que faciliten su inserción en el mercado laboral.

En estos seis meses, Fundación SAMU ha logrado sensibilizar a más de 400 personas, alcanzando así más del 50% de los objetivos establecidos por el Ayuntamiento de Sevilla en el marco de la Convocatoria de subvenciones Sevilla Integra 2023-2024.

Para promover la inserción laboral con plenas garantías, Fundación SAMU ha realizado diversas formaciones técnicas, como por ejemplo de atención al público, logística, mozo de almacén, atención sociosanitaria y/o auxiliar de administración. En total, desde noviembre, 85 personas se han beneficiado ya de estas formaciones.

“Aunque queda aún mucho camino por recorrer, desde Fundación SAMU seguimos apostando por el trabajo en red con diferentes entidades, la plena inclusión de los colectivos que atendemos y la igualdad de oportunidades”, apuntan desde el área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU.

En total, diez entidades, entre ellas Fundación SAMU, firmaron el pasado 9 de noviembre con el Consistorio de Sevilla los convenios pertinentes para el desarrollo del programa Sevilla Integra 2023-24. A través de esta firma, el Ayuntamiento de Sevilla se comprometía a aportar 4,35 millones de euros par promover la integración laboral.

El programa Sevilla Integra 2023-24 es un servicio público y se está llevando a cabo en todos los distritos, aunque centra sus esfuerzos en los barrios de atención preferente, donde la inserción laboral es más difícil. Las entidades participantes y las zonas en las que actuarán son: Aforcade (distrito Norte); Persán (distrito Macarena, Polígono Norte-El Vacie y El Cerezo); Asociación Paz y Bien (Sevilla Este y Parque Alcosa); ADE (Torreblanca); Fundación Randstad (El Cerro del Águila y Palmete-Padre Pío-La Plata); Acción Laboral (resto del distrito Cerro-Amate, incluido Tres Barrios); Fundación Don Bosco (Polígono Sur); Fundomar (resto del distrito Sur y distrito Bellavista-La Palmera); Fundación SAMU (Casco Antiguo, Triana y Los Remedios); y Nortempo (distritos Nervión y San Pablo Santa Justa).

Para participar en este programa de empleo, las personas interesadas deben estar desempleadas o con un contrato parcial de menos del 50% de la jornada laboral establecida en su convenio colectivo y que, por diversas circunstancias económicas, sociales, familiares y personales presenten mayor vulnerabilidad social y, por tanto, tienen más dificultad de inserción.

También deben estar empadronados en la ciudad de Sevilla durante todo el tiempo que dure su participación en el programa. Y tener la edad legalmente establecida para trabajar en España, según la normativa vigente en el Estatuto de los Trabajadores.

T-Acompañamos: empleo e inclusión en Huelva

Fundación SAMU, en su filosofía por ayudar a colectivos vulnerables, puso en marcha a principios de año en Huelva el proyecto T-Acompañamos, un programa de proyectos integrales para la inserción laboral. La iniciativa está cofinanciada por el Fondo Social Europeo y el Servicio Andaluz de Empleo, dependiente de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía.

El objetivo es lograr una mejora de la empleabilidad y la inserción laboral de personas pertenecientes a los colectivos vulnerables que residen en Andalucía. Para ello, se han articulado una serie de actuaciones como la orientación laboral y la formación para la adquisición de conocimientos técnicos y mejora de las competencias laborales, así como acciones de intermediación e inserción.

Desde el 20 de mayo, la sede de Fundación SAMU en Huelva está desarrollando la acción formativa Auxiliar de Ayuda a Domicilio. Son los profesionales en atención sociosanitaria de SAMU los encargados de impartir esta formación, dirigida a la adquisición de los conocimientos para una correcta intervención y atención sociosanitaria a personas dependientes en su domicilio.

Los alumnos de este programa acudieron el 31 de mayo a la Escuela de Oficios de SAMU, en Gelves (Sevilla), donde conocieron las instalaciones y recibieron una formación en el manejo de una grúa de atención domiciliaria a personas dependientes. Fue una jornada muy productiva.

El equipo técnico de Huelva ha logrado implicar en esta acción a Macrosad, empresa de prestación de servicios de ayuda a domicilio. Esta entidad impartió una charla informativa al alumnado sobre el funcionamiento de las empresas del sector e informó sobre la apertura de una bolsa de empleo específica para las personas participantes en esta formación.

Con este proyecto, Fundación SAMU desembarca en Huelva en el ámbito del empleo con el final objeto de ampliar su campo de acción a la inserción sociolaboral de personas pertenecientes a colectivos vulnerables y continuar creciendo como entidad con vocación de utilidad pública.

Laura G. Rebolo: “La protección a la infancia es mi estilo de vida”

Laura García Rebolo (Minas de Riotinto, Huelva, 1974) comenzó a trabajar en Fundación SAMU hace tres años. Hoy es directora del CPM Conflicto Social Sanlúcar la Mayor, tiene funciones de dirección técnica de calidad en el Área de Infancia y Familia de SAMU y coordina el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome.

—¿Cuándo comenzó a trabajar en Fundación SAMU?
—Fui subrogada hace tres años. Provenía de una entidad que yo misma había fundado junto con unos compañeros cuando estaba en la facultad. En ella comencé mi trayectoria profesional en el año 1995 como educadora y terminé siendo vicepresidenta y coordinadora general de todos los proyectos de la entidad.

—¿Cómo ha sido su evolución dentro de la organización?
—Yo la definiría como serpenteante. Cuando llegué a SAMU perdí toda mi categoría profesional y tuve que comenzar desde cero con 47 años como educadora en el turno de noche. Me he tenido que esforzar mucho para demostrar mi experiencia y valía en una macro organización donde no me conocía nadie. Todavía lo hago a día de hoy.

—¿Cuáles son sus funciones actuales dentro de SAMU?
—Actualmente soy la directora del Centro para Menores en Conflicto Social Sanlúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla, pero también tengo funciones de dirección técnica de calidad en el Área de Infancia y Familia de Fundación SAMU, coordiné el proyecto de educación para el desarrollo El Cerezo y ahora coordino el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome. Eventualmente, cocino y pinto habitaciones. Pero lo que más me gusta es poner a gente en contacto, establecer vínculos y colaboraciones, como por ejemplo con Red Pencil Internacional en Bruselas o con la Fundación Enmmanuelle en Italia.

—¿Cómo se organiza para poder estar al frente de tantos proyectos?
—No sabría contestar bien a esta pregunta. Digamos que mi cerebro es lo suficientemente neurodivergente como para concentrarme aunque caigan morteros sobre el cabecero de mi cama al mismo tiempo que me intereso por las 95 lunas de Júpiter.

—¿Cómo es su día a día con los chicos del centro de menores que dirige?
—Soy pedagoga de vocación y de formación y siempre he sostenido que con la represión se consiguen muchas cosas, pero con el afecto se consiguen muchas más. Firmeza y amor, ese ha sido siempre mi lema y con él moriré en las trincheras. Desde muy pequeña, en mi comunidad religiosa, aprendí que la entrega al prójimo es la base de la transformación. No soy amiga de la caridad, prefiero la justicia y la solidaridad. La protección a la infancia es mi estilo de vida. Los que están cerca de mí lo saben. Y esto solo se consigue estando cerca y disponible. Algunos me regañan porque soy un sí a todo, pero lo cierto es que, cuando esté muerta, ya nada podré hacer. Hacer es mi palabra favorita. Hagámoslo posible, una construcción gramatical perfecta.

—¿Qué es lo que más le gusta del contacto directo con estos chicos?
—Este trabajo es bidireccional. Te enseña, se aprende cada día de ellos. Se aprende mucho de este mundo hostil y bello al mismo tiempo. Creo que lo que más me gusta del trabajo con los niños y niñas que están en situación de desprotección es haberme convertido en una persona con conciencia, no solo con conciencia social, sino también con conciencia de mí misma, de lo afortunada que soy de ser una mujer blanca en Occidente que genera plusvalía y que jamás ha hipotecado su emancipación. Soy una privilegiada y me debo a mi profesión de fe.

—¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta en el centro para menores en conflicto social?
—El dolor ajeno, en primer lugar. Las personas que estamos muy cerca de niños y niñas altamente traumatizados, con historias de vida que ni los libros son capaces de contar, estamos expuestos a unas dosis altísimas de dolor por ósmosis y, ante eso, tienes dos opciones, o sucumbes o te haces fuerte. Fuerte por ellos. A mí, incluso, me ha enseñado a ser mejor madre, mejor compañera. Luego aparecen las dificultades estructurales, la administración y su burocracia, los recursos materiales y humanos. No hay que restarle importancia a lo complicado que es eso de gestionar también.

—Además de directora de un centro de menores, también coordina el proyecto europeo K2 Languages of Welcome. ¿Cómo se embarcó en este proyecto y por qué?
—Primero le contestaré al por qué: porque si yo me quedo quietecita reviento por un ojo. Es así desde que soy pequeñita. Luego le diré que soy amante de los pequeños proyectos, los que dan vida, los que te hacen estar muy cerca de un grupo pequeño de personas y te sientes útil y al mismo tiempo feliz. Esos proyectos te vinculan con personas de diferentes condiciones, religiones, ideologías. Y eso es bien. El proyecto Languages of Welcome se me ocurrió cuando coordinaba el recurso de inserción sociolaboral para jóvenes de SAMU DISL Alcalá. Allí todos son muy jóvenes y entusiastas, unos compañeros maravillosos. Yo tengo muchos contactos. Después de tantos años en la intervención social, siempre he dicho que mis ejércitos son enormes. Solo tuve que escribir un par de emails, conseguir la aprobación de la dirección del área de Infancia y Familia de SAMU y voilá… nos vimos en Italia con personas de Grecia, Portugal, Irán, Colombia, Argentina, México. Y nos trajimos muchos contactos para Fundación SAMU.

—¿Cuál es el objetivo principal de este proyecto?
—Hace años que la Comisión Europea tiene un enfoque centrado en la integración cívica. No podemos seguir formando guetos de personas migrantes en la vieja Europa. La integración total es la única salida para que no estallen rivalidades o problemas interculturales que se puedan llegar a enquistar como ha ocurrido tantas veces. Languages of Welcome constituye un espacio de construcción de herramientas y estrategias para facilitar la integración de personas migrantes desde un enfoque innovador que pone el énfasis en la creación artística, el lenguaje del cuerpo y del alma, el teatro social, la expresión a través del arte para facilitar la incorporación de las personas a nuevos contextos existenciales y donde deben formar parte de la comunidad con garantías de éxito.

—¿Por qué Fundación SAMU decidió participar en este proyecto junto a socios de otros países?
—Las iniciativas K2 están relacionadas con el intercambio de buenas prácticas. Mediterráneo norte y frontera sur tienen muchas cosas en común y distintos lenguajes que se deben interconectar para construir un corpus integrado de intervención. No hay mucha diferencia entre Lampedusa y Algeciras cuando se trata de abordar a la persona que migra, pero si no compartimos esos saberes, seguiremos siendo francotiradores. A mí esto último se me da bien, puedo ser certera, pero en equipo se consigue mucho más. Languages of Welcome culminará con un Manual de Buenas Prácticas Internacional. Esto es todo un reto y un gran éxito que genera corpus de conocimiento colectivo.

—¿Por qué es importante un intercambio de buenas prácticas a gran escala?
—Porque la colaboración es la única esperanza que nos queda. A nuestros hijos pequeños solemos decirles: si solo no puedes, con amigos, sí. Todos conocemos la teoría darwiniana de la selección natural, pero muchos desconocen los estudios de Peter Kropotkin sobre el apoyo mutuo. Realmente, las especies que sobreviven son aquellas que colaboran entre ellas. La colaboración es la base de mi enfoque en la intervención social, y con mucho amor, aunque algunos se rían de esto último.

—¿Cuáles son los principales retos a los que se ha enfrentado dentro de este proyecto internacional?
—Es un proyecto pequeño, tiene poco presupuesto, requiere que todos los agentes de Fundación SAMU le pongan mucho cariño e intención porque no es precisamente la gallina de los huevos de oro. Pero, visto a largo plazo, esta iniciativa engloba un montón de proyectos futuros mucho más rentables y relevantes. Me siento afortunada en ese sentido. Los compañeros de Fundación SAMU de otras áreas me abren los brazos. Somos un equipo pequeño constituido por cinco personas, y entre los cinco tenemos que hacer magia. Pues la hacemos, y nos reímos. La risa que no se pierda nunca, por favor.

El proyecto internacional ‘Languages of Welcome’ llega a Sevilla para humanizar la migración

Fundación SAMU, a través de su área de Infancia y Familia, participa desde el año pasado en el programa Erasmus+ K2 Languages of Welcome, que se desarrolla en el marco de las iniciativas de la Comisión Europea para el intercambio de buenas prácticas entre distintos países miembros y países vecinos. Es un curso formativo sobre migración e inclusión a partir de buenas prácticas y para el cual se cuenta con la colaboración de Fundacione Emmanuel, con sede en Lecce (Italia). Esta iniciativa tiene financiación de la Unión Europea a través de su programa de movilidad Erasmus Plus (+).

Las actividades de Erasmus+ se basan en intercambios formativos de prácticas ejemplares en el marco de la Unión Europea. Este tipo de actividades ponen en contacto a entidades no gubernamentales y los jóvenes vinculados a estas entidades de distintos países, bien porque son usuarios de los servicios que ofrecen o bien porque forman parte de su personal laboral. En el caso concreto de la iniciativa K2 no se trata solo de población joven, sino que, por el contrario, está dirigido a activos con más experiencia de las distintas entidades.

El objetivo principal de este tipo de iniciativas es el de establecer redes de comunicación y colaboración en iniciativas globales que potencien la implantación internacional de la entidad, la mejora de las competencias sociolaborales de sus equipos y, por supuesto, los estándares de calidad de las organizaciones participantes.

Italia es el socio principal del programa (Fundación Enmmanuel) y España el segundo socio a través de Fundación SAMU. En este proyecto internacional también participan otras entidades procedentes de Portugal, Grecia, Albania y Túnez.

Este proyecto se divide en tres partes que se desarrollarán a lo largo de dos años, 2023-2025. La primera de ellas consistió en un entrenamiento para profesionales que tuvo lugar en la ciudad italiana de Lecce. El equipo español enviado por Fundación SAMU estuvo constituido por tres personas: Laura García Rebolo como líder de grupo, Sofía Álvarez y María Arcas. Todas ellas profesionales especializadas en atención y protección a la infancia, sobre todo en intervención con jóvenes extranjeros.

En la segunda fase parte del proyecto, cada uno de los países participantes llevará a cabo una actividad local centrada en el desarrollo de buenas prácticas y metodologías de innovación en intervención educativa y social con población joven migrante.

En el caso de Fundación SAMU, su actividad se celebró el 6 de junio en las instalaciones del DISL Alcalá, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). En el evento participaron más de cincuenta personas entre jóvenes de diferentes centros de menores de Fundación SAMU y profesionales. Además, se puso en práctica una de las técnicas que el equipo de SAMU aprendió en el curso de Lecce, en concreto el collage con perspectiva social. “Nos divertimos mucho. Los chicos hicieron unos collages preciosos”, señala Laura García Rebolo, directora técnica de calidad del área de Infancia y Familia de Fundación SAMU y coordinadora del proyecto Erasmus + K2 Languages of Welcome en España.

“Para esta actividad, hicimos uso de la técnica de collage que aprendimos de las compañeras de la entidad Fractals cuando estuvimos en el training course en Lecce. A través de esta técnica trabajamos con nuestros chicos migrantes el significado de la acogida, de la inmersión en otra cultura, del reto que supone migrar y forjarse una nueva vida, de los miedos que eso conlleva. Porque la barrera idiomática es uno de nuestros grandes talones de Aquiles, y el arte nos facilita esa inmersión en el otro. Fue un día de muchísimo calor, por cierto, donde la logística se hacía complicada”, continúa Laura García Rebolo.

Los principales objetivos que se perseguían con este evento fueron concienciar socialmente de las características que presentan los jóvenes migrantes no acompañados y sus necesidades en los países de la UE, además de sus condiciones como protegidos bajo la legislación internacional; generar foros de debate sobre estrategias y recursos para la adecuada acogida e intervención con estos menores; y crear estrategias sinérgicas con otros profesionales que permitan mejorar la intervención y la atención en materia de protección de menores extranjeros no acompañados.

Los contenidos y metodologías de innovación que aporta Fundación SAMU desde una posición de trayectoria y también de innovación en la intervención social se articulan en torno a las siguientes áreas: guías y proyectos educativos de gestión e intervención en centros de protección de menores y, en particular, dispositivos de inserción sociolaboral para jóvenes migrantes no acompañados; estilos de liderazgo y dirección de áreas y centros de protección para jóvenes migrantes no acompañados; parámetros de calidad técnica y efectiva en la actuación, recepción, intervención y protección de menores; actuaciones en emergencia social; y procesos de formación interna y capacitación profesional.

“La Comisión Europea hace años que tiene un enfoque centrado en la integración cívica. No podemos seguir formando guetos de personas migrantes en la vieja Europa. La integración total es la única salida para que no estallen rivalidades o problemas interculturales que se puedan llegar a enquistar como ha ocurrido tantas veces. Languages of Welcome constituye un espacio de construcción de herramientas y estrategias para facilitar la integración de personas migradas desde un enfoque innovador, que pone el énfasis en la creación artística, el lenguaje del cuerpo y del alma, el teatro social, la expresión a través del arte para facilitar la incorporación de las personas a nuevos contextos existenciales y donde deben formar parte de la comunidad con garantías de éxito”.

K2 es un evento que persigue el intercambio de buenas prácticas y ampliar la red de contacto con otras entidades no gubernamentales en el ámbito europeo y de países fronterizos. Es un paso importante para ir afianzando relaciones con posibles activos que permitan a SAMU crecer en red. Además, Languages of Welcome culminará con la publicación de un Manual de Buenas Prácticas Internacional.

“Buenas prácticas hay de muchos tipos, desde las más institucionalizadas y difundidas hasta las más periféricas. En este proyecto apostamos por las buenas prácticas innovadoras centradas en la creatividad y el arte como metodología de expresión del dolor, de la construcción de una nueva identidad colectiva. Por ejemplo, la arteterapia nos permite expresar con las manos, el cuerpo o el arte, en general, aquello para lo que no tenemos palabras. El cuerpo, la danza, nos permite acercarnos a culturas que desconocemos o sobre las que tenemos prejuicios. Cuando ponemos en práctica Human Library, por ejemplo, que es una de nuestras técnicas, rompemos con nuestras ideas previas y nos acercamos al otro a pecho descubierto. ¿Qué eres? ¿Qué soy yo? ¿Qué somos juntos? Así podemos iniciar un espacio de convivencia desde el uno contra uno”, explica Laura G. Rebolo.

La tercera parte del proyecto K2 es un evento multiplicador que se celebrará en Sevilla en 2025 y en el que SAMU será el anfitrión y se pondrá en común todo lo aprendido durante los dos últimos años.

Una mañana mágica de teatro e inclusión

El I Festival de Arte Inclusivo Aplaudiendo la diversidad, organizado por Fundación SAMU y cofinanciado por la Junta de Andalucía, reunió el 16 de mayo a más de 400 personas en La Rinconada (Sevilla), además de numerosos artistas y asociaciones, en un esfuerzo común por utilizar el arte como herramienta de inclusión y cohesión social.

El festival contó con la participación del director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía, Pedro Calbó, y con la delegada de Igualdad, Diversidad y Mayores del Ayuntamiento de La Rinconada, Noelia Ramírez. En el transcurso del mismo, se brindó un homenaje a Danza Mobile por su trayectoria en la creación de espacios que integran las artes y la diversidad.

La presentación del festival estuvo a cargo de Blanca Cárabe, educadora social de Fundación SAMU, que subrayó que “el arte inclusivo garantiza que todas las voces sean escuchadas y todas las formas de expresión sean valoradas, promoviendo la equidad y la diversidad en nuestra sociedad”. El director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía destacó la importancia de “aprovechar todas las herramientas a nuestro alcance para promover la vida autónoma de las personas con discapacidad”.

La jornada comenzó con la actuación del grupo de Bachillerato de Artes Escénicas del Instituto Carmen Laffón de San José de La Rinonada (Sevilla), que presentó una interpretación de El Garrotín. Esta pieza, rica en tradición y alegría, fue un ejemplo de cómo la educación artística puede ser un vehículo para la inclusión y el desarrollo personal y profesional.

Uno de los momentos más conmovedores fue la presentación del Grupo de Teatro Comunitario Castillo de Alcalá. Surgido de la colaboración entre la Asociación Entretierras y Dos Lunas Teatro, este grupo ha trabajado para recuperar y dignificar la memoria del barrio San Miguel-El Castillo de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Su obra De San Miguel al mundo reflejó el poder del teatro comunitario para transformar barrios y rescatar historias.
Fran Contreras, director de teatro social, presentó el cortometraje Soy barrio de mano de la Asociación Liman, conocida por su trabajo con personas en riesgo de exclusión social y la lucha contra las drogodependencias y otras problemáticas sociales. La obra abordó cómo el arte puede ser una vía de resistencia y superación.

El festival también otorgó un reconocimiento a Danza Mobile por su trayectoria desde 1995 en la creación de espacios que integran las artes y la diversidad. Rafael Rueda, director del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU, y Carlos Álvarez Leiva, presidente-fundador de la entidad, destacaron la labor fundamental de Danza Mobile en la promoción de la inclusión artística de personas con discapacidad. Su esfuerzo ha sido reconocido con numerosos premios, entre ellos el Premio MAX Social y el Dionisios de la Unesco. Sara Barker, bailarina y docente de la compañía, recibió el galardón en representación de Danza Mobile.

El broche de oro lo puso la compañía de artes escénicas de Fundación SAMU Idilio Escénico, que cerró el festival con la pieza Estoy aquí, ¿me ves?. Es una obra que explora las emociones e identidades a cargo de las personas con discapacidad usuarias de las residencias sevillanas San Sebastián y Santa Ana, y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, de la mano de la docente y coreógrafa Rosa Gata. Su actuación no solo mostró el talento de sus integrantes, sino también el impacto positivo del arte en la promoción del bienestar y la inclusión.

Blanca Carabé destacó que el I Festival de Arte Inclusivo no solo fue una celebración del arte y la diversidad, sino también “una poderosa declaración de compromiso con la inclusión y el reconocimiento de todas las voces”.

El I Festival de Arte Inclusivo ha sido el culmen a un curso en el que, tras varios años en pausa, Fundación SAMU ha logrado recuperar el proyecto de Idilio Escénico.

Este proyecto nació hace casi ocho años en el seno de la Residencia San Sebastián, en Cantillana (Sevilla), entre los propios residentes del centro bajo la dirección de Alba Garrido, por aquel entonces educadora del centro.

A finales de 2017, tras un año de duro trabajo, montaje, muchas repeticiones para que los actores memorizaran sus movimientos y posiciones en el escenario, de nuevas incorporaciones y bajas inesperadas, de tardes buenas pero también de otras malas, Idilio Escénico debutó con la obra Sinergia en la Casa de la Cultura de Cantillana con motivo del Día de la Discapacidad. El debut fue un gran éxito. A partir de entonces no cesaron de representar la obra por diferentes puntos de la provincia de Sevilla.

Sin embargo, la pandemia del coronavirus paró en seco el proyecto. La alerta sanitaria por el Covid-19 y otras circunstancias impidieron que la compañía continuara creciendo.

En febrero de este año, Idilio Escénico logró renacer con fuerza y se ha convertido en una iniciativa que va más allá de la mera expresión artística para erigirse como un faro de inclusión social para las personas usuarias de los centros de atención a personas con discapacidad de Fundación SAMU de la provincia de Sevilla. De hecho, en esta segunda etapa del proyecto, ya no sólo participan usuarios de la Residencia San Sebastián sino que también se han unido los de la Residencia Santa Ana y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, ambos centros situados en Sevilla capital. Además, las nuevas sesiones cuentan con la participación de personas voluntarias sin discapacidad.

 

 

Despertarse en pleno Crisis Task Force

Con todos los elementos en contra, el equipo de instructores de Escuela SAMU ha vuelto a dar todo de sí mismo para poder ofrecer a sus alumnos la mejor formación posible en una nueva edición de Crisis Task Force (CTF). Este ejercicio de gestión de crisis de grandes contingencias estaba previsto que se celebrara a principios de abril, pero las intensas lluvias caídas durante la Semana Santa en Sevilla anegaron los terrenos en los que se iba a celebrar esta acampada logística de cuatro días de duración en los que el trabajo duro y la convivencia son los principales protagonistas.

La lluvia provocó que estos terrenos estuvieran intransitables, y obligó al equipo de dirección de Escuela SAMU a cambiar de planes y posponer la actividad que se enmarca dentro del Máster de Enfermería de Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de SAMU y la Fundación CEU San Pablo.

Finalmente, la acampada se celebró del 21 al 24 de mayo. A diferencia de años anteriores, los alumnos no sabían cuándo se iba a celebrar ni dónde. “Las circunstancias hicieron que tuviéramos que adaptar el calendario del máster y que algunos de los participantes externos a SAMU no pudieran acudir tras el cambio de fecha porque habían asumido otros compromisos. Un contratiempo del que hicimos una oportunidad, pues los alumnos fueron activados sólo doce horas antes y eso nos permitió que vivieran el ejercicio de manera más realista”, explica Andrés Rodríguez Holst, instructor y coordinador del Máster de Enfermería.

En condiciones normales, el gabinete de crisis que planifica esta acampada se activa con dos meses de antelación y los alumnos tienen todo este tiempo para organizarse. En esta ocasión, sólo se les informó de que debían estar disponibles la semana del 20 al 26 de mayo, pero no se les comunicó por qué. Así, los alumnos fueron activados el lunes 20 de mayo, por lo que el gabinete de crisis sólo se constituyó 12 horas antes de que comenzara la acampada. “Esto es lo real. Cuando te activan porque ha sucedido una catástrofe, sólo tienes 12 horas para salir con el petate, no dos meses, por lo que los alumnos vivieron la activación más intensamente y de manera más realista”, continúa el docente.

“Esta acampada logística representa una oportunidad clave para aplicar los conocimientos teóricos adquiridos en un entorno controlado y seguro. Esta actividad está diseñada para simular escenarios de emergencia y catástrofe, proporcionando a los participantes una experiencia práctica y realista que fomente el desarrollo de habilidades esenciales en gestión de crisis, intervención en emergencias y coordinación de equipos multidisciplinarios”, destacan desde Escuela SAMU. “El objetivo principal de esta acampada es preparar a los estudiantes para enfrentar situaciones de alta presión y complejidad, donde la toma de decisiones rápida y eficaz puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Durante esta actividad, los participantes se enfrentan a diversos desafíos que abarcan desde la atención médica de emergencia hasta la logística y la gestión de recursos en situaciones de catástrofe”.

La acampada se desarrolló en los terrenos de la antigua base militar americana de Sevilla, situada en el barrio de Sevilla Este, bajo el nombre de Operación Venecia. Este espacio cuenta con un conjunto de instalaciones abandonadas y derruidas donde los alumnos pueden poner en práctica todo lo aprendido a lo largo del año a través de diversos ejercicios y simulacros de la más alta exigencia.

En las jornadas de esta edición participaron los alumnos del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria (UECAH) y los alumnos de segundo año de los ciclos de Formación Profesional de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y Técnico Superior en Coordinación de Emergencias y Protección Civil, además de un nutrido equipo de docentes con una amplia experiencia en este tipo de ejercicios entre los que se encontraban Thomas Couyotopoulo (director de Escuela SAMU), Andrés Rodríguez, Manuel Ángel Andrade, María Soto y Lidu Díaz, entre otros. También participaron otros profesionales del sector de las emergencias como bomberos y militares.

Las condiciones de austeridad y hostilidad se muestran impensables y lejanas a la realidad de nuestro entorno, sin embargo, no pasan desapercibidas en lugares donde sucesos como conflictos bélicos, terremotos, inundaciones o distintas enfermedades provocan desastres naturales que suponen pérdidas materiales y humanas. El trabajo del personal sanitario en estas situaciones se ve sometido a la falta de recursos, la gran cantidad de víctimas y la presión psicológica que envuelve el suceso.

Situaciones límite

“Escuela SAMU, bajo su lema Aprende haciéndolo, consigue cada año llevar a la práctica mediante simulaciones escenarios de catástrofe. Esto nos ayuda a comprender y conocer nuestras posibilidades y limitaciones que encontraríamos en la asistencia real. Durante esta actividad, el alumnado experimentó situaciones límites, adquiriendo de esta forma los conocimientos y habilidades necesarias para gestionar diferentes situaciones y coordinar recursos ante las mismas”, destacan desde el centro formativo.

Durante la acampada se realizaron varios talleres de diferente temática: tácticos, de fuego y agua, rescate, extracción de víctimas del interior de vehículos y detección de riesgos. También se llevaron a cabo dos simulacros, uno de ellos nocturno. Este último ejercicio que arrancó a las doce de la noche consistió en un circuito de cinco estaciones independientes que los alumnos debían superar en grupo de cuatro personas.

Andrés Rodríguez explica que este año han participado menos alumnos de la escuela por el cambio de fecha. Sin embargo, esto ha permitido desarrollar un CTF más personalizado e íntimo, es decir, más centrado en cada uno de los alumnos, lo que les ha permitido aprovechar mejor los talleres y que éstos hayan sido más dinámicos. Además, en ediciones anteriores, las tareas estaban más repartidas y, sin embargo, este año, todos hacían de todo. La implicación ha sido mayor.