Logopedia en personas con discapacidad física en Fundación SAMU
La logopedia es la disciplina que interviene en los trastornos y dificultades de la comunicación humana y de la deglución en todos los ámbitos: investigación, evaluación, diagnóstico, tratamiento y prevención. El objetivo principal es mejorar la calidad de vida y la salud de las personas con alguna dificultad o patología de la comunicación y de la deglución. En concreto, se tratan los trastornos de la comunicación, el lenguaje oral, lenguaje escrito (lectura y escritura), el habla, la voz, la audición y de las funciones orales asociadas (respiración, masticación y deglución).
Las alteraciones de la comunicación y de la deglución pueden producirse en cualquier etapa de la vida por diferentes motivos. La logopedia se ejerce en cuatro ámbitos: sanitario, educativo, socio-asistencial e investigador. Se pueden tratar múltiples trastornos diferentes relacionadas con los procesos de la comunicación humana, el lenguaje, el habla, la voz, la audición y otras funciones orales (respiración, masticación, succión, deglución), por ejemplo, apraxia del habla, afasia, disartria, disfagia, disfemia, trastornos de resonancia, trastornos respiratorios, trastornos de la voz, trastornos del lenguaje escrito (lectura y escritura), patologías con necesidades de comunicación aumentativa y alternativa, patologías de la voz profesional (docentes, cantantes…), voz para población transgénero, la traqueotomía y la dependencia del ventilador, demencia, Parkinson y muchas más.
En el CAMF El Sauzal, gestionado por Fundación SAMU, la atención en logopedia incluye la valoración, diagnóstico y tratamiento de las alteraciones del lenguaje de las personas residentes y de los usuarios del centro de día.
En concreto, se trabaja en la prevención, evaluación y tratamiento de los trastornos de la comunicación en los usuarios que tengan alguna patología o alteración en la voz, el habla, el lenguaje (oral, escrito y gestual), la audición y las funciones orofaciales. Siempre, en colaboración con el equipo multiprofesional del centro, en los casos que se le requiera, para la realización de pruebas y valoraciones de aquellos aspectos propios de la especialidad. También se realiza un seguimiento y evaluación de la aplicación de los tratamientos que se realizan en coordinación con el equipo multiprofesional del centro.
La evaluación del lenguaje consiste en el estudio, análisis y valoración de las habilidades comunicativas de una persona, dentro de un marco interactivo y cambiante, en el que se debe tener en cuenta la fase de desarrollo en la que se encuentra la persona a la que evaluamos.
Esta evaluación tiene la finalidad de detectar, en el caso de las personas con discapacidad, las dificultades que se derivan de su patología de base y el establecimiento de una línea base y un programa de intervención.
¿Qué evaluamos? La forma: donde, por un lado, estaría la dimensión fonológica, recogida de información tras entrevista inicial, evaluación de las bases anatómicas y funcionales (análisis miofuncional) y análisis del lenguaje repetido, dirigido y espontáneo a través de pruebas estandarizadas como PAF, Registro fonológico inducido (RFI). Y, por otro lado, la dimensión morfológica, donde se evalúa las diferentes variantes morfemáticas (género, número, el artículo, pronombres y formas verbales).
Por otra parte, evaluamos el contenido: la compresión semántica (conocimiento de objetos, relación entre ellos, relación entre acontecimientos…), y la producción semántica (selección de palabras adecuadas, entonación, organización adecuada de los elementos sintácticos).
Y, por último, evaluamos el uso, que englobaría la dimensión pragmática, donde estarían recogidas las funciones, uso del lenguaje y competencia conversacional (solicitar deseos y necesidades básicas, expresar sus preferencias, opiniones, sentimientos, ubicación espacio-temporal…). En definitiva, todos esos aspectos del lenguaje que hacen participar de forma activa en una conversación y responder de forma coherente.
La intervención logopédica en el CAMF está basada en una intervención individual y centrada en la mejora de las capacidades comunicativas de los usuarios del centro pero también un trabajo importante en el área de la deglución que cuenta con el apoyo directo de la terapeuta ocupacional y que ha supuesto una organización y supervisión exitosa a la hora de trabajar la deglución segura de los usuarios.
Hay que tener en cuenta que las personas con discapacidad presentan en muchos casos de manera asociada un retraso en el desarrollo y adquisición del lenguaje oral y, en ocasiones, la ausencia total, siendo necesario recurrir a la comunicación alternativa-aumentativa. Las personas somos seres sociales con la necesidad imperiosa de comunicarnos e interactuar con el medio y las personas que nos rodean por lo que la intervención logopédica hará más exitosa la comunicación evitando la exclusión del entorno y fomentando un desarrollo integral de la persona.
La finalidad de toda intervención es el mantener una calidad de vida aceptable en el proceso de envejecimiento y en las alteraciones de los procesos comunicativos y deglutorios que provocan las diferentes patologías de base, por lo que el enfoque terapéutico debe ser integral, permitiendo la evolución y mantenimiento de las habilidades cognitivas a partir de una evaluación minuciosa del sujeto, de sus recursos y posibilidades de su red de apoyo social.
El éxito de cualquier trabajo en equipo es el establecimiento de una buena línea base y un plan de intervención individual que se adapte a cada individuo teniendo en cuenta sus intereses y sus ritmos. Se trata de un trabajo constante y rutinario que evita o retarda el avance del deterioro que lleva consigo ciertas patologías y el inevitable paso del tiempo, manteniendo a las personas motivadas e implicadas en su trabajo de rehabilitación.
Autora: Eva María Rivero Acosta. Logopeda del Centro de Atención de Personas en Situación de Dependencia Derivada de Discapacidad Física (CAMF) El Sauzal (Santa Cruz de Tenerife)