Karim Benaboura y Mohamed Kharbach. Fundación SAMU

Mohamed y Karim, los héroes de El Chorrillo

Karim Benaboura y Mohamed Kharbach pasaban la tarde del 27 de mayo en la playa de El Chorrillo, en Ceuta, junto a otros compañeros mientras, allí en el mar, junto al segundo espigón, tres chicos disfrutaban de un baño. La plácida escena, habitual de un día de inicio de verano en las playas de la ciudad, se llenó de angustia y nervios cuando uno de los nadadores empezó a mostrar dificultades para mantenerse a flote. Se ahogaba, mientras los gritos de alerta y la confusión se sucedían en la arena. Entonces, Mohamed se lanzó al agua, seguido de Karim, y entre ambos consiguieron alcanzar al joven ceutí en peligro.

En la orilla, Samra Hajjaj, auxiliar técnico educativo del centro Aljarafe, en la zona de Piniers, que acoge a estos dos menores marroquíes, intentaba tranquilizar a su equipo y también a los amigos del joven de 16 años vecino de la ciudad. Mohamed y Karim habían logrado salvarle la vida. Poco después, los servicios de emergencia llegaron al lugar de los hechos.

“No tuvimos miedo. Tranquilos, tranquilos”, explicaban unas horas más tarde a un equipo de periodista de Ceuta TV ambos, sonrientes, algo tímidos ante la cámara, con su español aún en fase de aprendizaje. “Son dos chicos muy generosos, siempre dispuestos a ayudar. Residentes ejemplares”, añadía Samra Hajjaj.

Podemos desvelar esta pequeña historia de dos héroes anónimos a través del retrato de ambos jóvenes, realizado por la responsable del centro Aljarafe Ceuta, María Jesús Contreras.

Karim Benaboura es un chico natural de Oued Lao (Marruecos). Su pasión es el deporte y su máxima aspiración, ser futbolista profesional. Decidido, maduro y responsable, él mismo contactó insistentemente con el periódico local hasta que consiguió que le entrevistarán para contar su historia y así poder buscar ayuda para ser futbolista. “Su comportamiento es excelente. Es educado, cuidadoso con sus cosas y muy preocupado e implicado en su futuro”, describe María Jesús Contreras, responsable del centro Aljarafe Ceuta.

Mohamed Kharbach, por su parte, nació en Tetuán (Marruecos). Según relata María Jesús Contreras, es un chico muy educado y amable. Tiene formación de peluquero y barbero en su país, oficio en el que quiere seguir formándose y que aspira a desempeñar de manera profesional en un futuro.

Mohamed es noble, sensible y familiar. “Suele mostrar dualidad de sentimientos: por un lado quiere prosperar y sabe que en su país no lo va a conseguir; por otro lado, echa muchísimo de menos a su madre, por la que siente devoción. Siempre saca fuerzas de la relación tan cercana con el equipo educativo de Aljarafe para ir superando los días lejos de los suyos hasta poder conseguir sus objetivos vitales”, apunta Contreras.

Fundación SAMU tiene el encargo del Área de Menores de la Ciudad Autónoma de Ceuta de la gestión de la emergencia que supone la entrada de menores migrantes no acompañados por un referente adulto por la frontera con Marruecos.

Para ello, la fundación ha puesto a disposición del Área de Menores tres centros, dos de acogida inmediata y un centro de Inserción Sociolaboral, tal y como explica Siham Khalifa, subdirectora del Área de Infancia y Familia.

El centro de Nueva Esperanza tiene capacidad para la atención de 60 menores de edad. Es el centro de recepción diseñado para atender las necesidades básicas de los menores y asegurar su bienestar. “Nuestro objetivo es proporcionar un entorno seguro y adecuado para la primera acogida de un menor de edad sin acompañamiento de un referente adulto”, señala Siham Khalifa.

Apoyo psicológico

El centro Aljarafe, con una capacidad para la atención de 60 menores y donde residen Karim Benaboura y Mohamed Kharbach , da continuidad al trabajo realizado en el centro de recepción. Aquí se pone el foco en el apoyo psicológico que ayuda a los menores a afrontar el trauma y el estrés derivado de su situación migratoria.

Por último, el centro de Inserción Sociolaboral ISL Triana, con una capacidad para la atención de 36 menores, tiene el objeto de diseñar itinerarios personalizados de inserción de cara a la transición a la vida independiente de los menores acogidos, una vez cumplida la mayoría de edad. “Su meta es la formación y capacitación a través de programas que preparen a los menores para una vida independiente y autosuficiente”, añade la subdirectora del área.

Uno de los pilares de la atención a menores migrantes por parte de Fundación SAMU es el acceso a la educación formal e informal, incluyendo clases de idioma del país de acogida, e implementando programas que promuevan la integración cultural y social de los menores en la comunidad local.
Todos los centros gestionados por Fundación SAMU trabajan en coordinación y colaboración con otras instituciones públicas y organizaciones, tanto gubernamentales como no gubernamentales, para asegurar una atención integral y efectiva de estos menores.