Unidad de Acogida Temporal de Emergencia (UATE) de Ceuta: misión cumplida

El 23 de abril fue el último día de actividad de la Unidad de Acogida Temporal de Emergencia (UATE) de la Ciudad de Ceuta, un recurso de atención a menores extranjeros no acompañados que Fundación SAMU, en concierto con el Gobierno de Ceuta, ha gestionado desde junio de 2019. El cierre de este centro, que atendía a unos 80 menores, ha supuesto la finalización de la relación laboral entre Fundación SAMU y sus 35 trabajadores, ya que los menores han sido reubicados en un nuevo espacio provisional que será gestionado por otra entidad y donde se pretende reubicar a todos los menores acogidos en Ceuta.

Fundación SAMU presentó a la Dirección General del Área de Menores del Gobierno de Ceuta un proyecto técnico para hacerse cargo de la gestión de todos los menores en un único espacio. Dicho proyecto proponía incluso una ubicación y una propuesta de instalaciones, con el enfoque integral de SAMU, que implica no sólo alojamiento y manutención, sino también servicios sociosanitarios, psicológicos, educativos o de inserción laboral, entre otros. El proyecto presentado por la Fundación SAMU estimaba que, para ofrecer un servicio de calidad, el centro debía dotarse con, al menos, 100 profesionales. Finalmente, el Gobierno de Ceuta desestimó la propuesta atendiendo a razones presupuestarias.

Fundación SAMU ha mostrado su agradecimiento a la positiva valoración que la consejera de Presidencia y Gobernación, Mabel Deu, ha realizado sobre los servicios de la entidad.

Además, la dirección de SAMU ha subrayado la “excelente labor” desarrollada por los 35 profesionales que han atendido este recurso, y que fueron contratados específicamente para este desempeño. Dicho centro tenía la consideración de recurso de emergencia y, por tanto, era de carácter temporal.

En todo caso, desde la Fundación SAMU se ha hecho un ofrecimiento al Gobierno de Ceuta, con “una actitud de mano tendida y colaboración”. “El balance de la Fundación SAMU en su relación con el Gobierno de la Ciudad Autónoma es impecable, y está en nuestra voluntad volver a colaborar en el futuro”.

Fundación SAMU es la entidad que más centros de protección de menores gestiona en España. Así, durante 2019, la Fundación atendió a más de 4000 menores no acompañados en 38 centros, con una plantilla movilizada superior a los 500 profesionales.

Los menores de Huesca cogen aguja e hilo

Los menores extranjeros no acompañados de Aragón se han puesto las pilas durante el confinamiento y se han embarcado en la tarea de confeccionar mascarillas caseras y escribir mensajes de ánimo para las personas mayores y realizar pasatiempos que hagan más llevadero el aislamiento.

Uno de los centros de protección de menores aragoneses implicados en este proyecto ha sido el recurso de SAMU Huesca, (Centro Residencia Fueros), de donde partió la idea gracias a la de la directora y la subdirectora de esta unidad. Tras conocer el proyecto, Fundación SAMU proporcionó a los chicos de este dispotivo tres máquinas de coser procedentes de la Escuela de Oficios de SAMU, en Gelves (Sevilla), además de vídeos formativos y tutoriales donde se explicaba el procedimiento de elaboración.

En un primer momento, los chicos de SAMU Huesca fabricaron mascarillas autoabastecimiento y, a continuación, comenzaron a coser más mascarillas para abastecer a aquellos centros de Aragón que lo necesitaran, a través de la Dirección Provincial del Instituto Aragonés de Servicios Sociales en Huesca.

“Cuando tuvimos 140 mascarillas, nos pusimos en contacto con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) para donárselas y que las repartiera por diferentes residencias”, explica Mara Andreu, directora del centro.

Estos jóvenes han tenido que aprender a coser ex profeso. “Al principio, el proceso de aprendizaje fue lento, no dejan de ser adolescentes. Pero poco a poco fueron cogiéndole el truco. Además, teníamos el apoyo de la subdirectora del centro, Tania Romojaro, que sabe coser, y de dos chicos que habían trabajado en confección”, relata Mara Andreu.

La respuesta de los chavales a esta actividad ha sido muy favorable. Lo hacen a gusto, con ganas, aunque al principio nos costó que entendiesen el sentido del confinamiento, sobre todo porque tienen una edad complicada en la que se hace difícil no salir a la calle, no relacionarse con amigos, o no ver a tu novio o novia. Pero el modelo cívico que están dando los ciudadanos oscenses quedándose en casa, sólo saliendo para lo básico, llevando mascarillas y respetando las distancias, les ha servido a estos jóvenes para comprender que esto no es un arbitrariedad,”, señala el subdirector provincial de Protección a la Infancia de Huesca, Javier Ferrer, en Europa Press.

En lo que respecta a la fabricación de mascarillas, los menores siguen todas las recomendaciones higiénico-sanitarias indicadas: llevan guantes, se cubren la nariz y la boca, se lavan frecuentemente las manos y desinfectan el lugar de trabajo. “Ahora nuestro reto es hacer mascarillas de dos tamaños, para que puedan usarlas los niños. Cuando tengamos 150 mascarillas, las donaremos a diferentes asociaciones”, relata la directora del centro.

“Estamos encantados con esta iniciativa porque es algo que sirve a los propios chicos para ocupar su tiempo y les hace sentirse útiles”. Según Javier Ferrer, también es útil para los adultos que están trabajando con ellos y ayudan a formar “ciudadanos cívicos” que forman parte, con su diversidad, de la sociedad del siglo XXI.

Ana del Valle, una superviviente nata

A sus 107 años, la rondeña Ana del Valle puede presumir de haberle ganado la batalla a dos pandemias: la gripe española de 1918 y el coronavirus Covid-19, del que se recuperó hace unos días en la Residencia Tiempo Libre de La Línea de la Concepción (Cádiz), donde fue trasladada desde la residencia de mayores de Alcalá del Valle.

Su historia ha saltado a los medios de comunicación gracias a su nuera Paqui Sánchez, que le ha relatado los hechos a la periodista María José García, de la televisión local de Ronda (Málaga) Charry TV.

“Ella era una mujer de campo y nos contaba que en su casa estaba todo el mundo malo”, explica su nuera en referencia a su primera gran crisis, hace más de cien años. “No tenían leche ni alimentos, así que ella, con sólo siete años, salió de su casa para buscar leche en el cortijo más cercano. Entonces, se cayó debajo de una encina y, horas después, su madre la encontró con una fiebre altísima”.

Paqui cuenta que ella siempre ha estado “al pie del cañón” y pendiente de su suegra Ana, y que en el verano de 2012 eligió para ella la residencia de mayores de Alcalá del Valle, donde la familia acudía a visitarla con frecuencia. Lo que no podía imaginar la familia era que viviría tan de cerca la crisis del coronavirus. Cuando trascendió que un buen número de profesionales y usuarios de la residencia habían contraído el virus fue un verdadero shock para toda la familia.

Tras la clausura de la residencia de Alcalá del Valle, todos sus usuarios, infectados, fueron trasladados a la Residencia del Tiempo Libre de La Línea de la Concepción, instalaciones que fueron medicalizadas por el equipo de SAMU, que pasó a gestionar su funcionamiento.

“Ana dio negativo en Covid-19 por primera vez el 4 de abril”, cuenta el enfermero Andrés Rodríguez, responsable de este recurso. “Es una señora muy agradable y entrañable. Le gusta mucho ser agasajada, que estemos atentos a ella y que le demos regalitos. Si te sientas a su lado, te cuenta su vida”.

La nuera de Ana del Valle ha agradecido a través de los diferentes medios de comunicación el trato que su suegra está recibiendo en La Línea por parte del equipo de SAMU. “Me llaman todos los días, incluso nos hacen videollamadas, y nos mandan vídeos y fotos”, relata Paqui Sánchez en Charry TV.

La rondeña señala que después de que su suegra Ana diera negativo, por primera vez, en su tercer test, y de que pasara por una unidad de críticos, con sedación y tranquilizantes, el avance en su salud física es increíble. “Según me contaron, un día pidió en la residencia que le dieran el andador y, con la ayuda de una enfermera, consiguió levantarse y caminar un poco por el pasillo”, recuerda.

Paqui Sánchez destaca la calidad humana que han demostrado todos los profesionales que trabajan por el bienestar de su suegra en la residencia medicalizada del Campo de Gibraltar y que mantiene a su familia informada en todo momento: “Los profesionales muestran una gran dulzura y cariño con nosotros y con ellos. Es gente maravillosa. Estamos muy agradecidos”.

Carta desde el ISL Alcalá: Por qué entrenar el optimismo

Llegar a un país que desconoces, con costumbres, una cultura y un idioma casi imposible para ti, hace que te replantees tu presente y tu futuro. Además, no es fácil adaptarse a un contexto tan irregular y a un país que ofrece oportunidades pero que no sabes si puedes o no aprovechar. Ésta es la situación que viven muchos chicos que traen sus sueños hacia el otro lado del charco. A pesar de todo, al menos los jóvenes que viven en el centro ISL Alcalá, en la provincia de Sevilla, aseguran que este sacrificio vale la pena.

Empezar un proyecto de vida de manera autónoma e independiente tiene muchos factores de riesgo como son la frustración, la desesperación y la ansiedad. Nuestros chicos han vivido y sufrido estas emociones, pero también han podido trabajarlas junto a profesionales.

La palabra trabajo resumen todo ese proceso de esfuerzo, constancia, insistencia, ensayo-error, aprendizaje, superación y optimismo.

Así es como empezaron ellos, trabajando. Primero, trabajando un idioma ante el que, por mucho que lo intentes, es complicado no frustrarse. En este contexto, es muy difícil no derrumbarse. Pero, cuando crees que desfalleces, siempre encuentras un camino: la formación. Algunas personas creen que la suerte existe, pero estos chicos saben que la suerte también se trabaja, porque así lo han hecho desde que llegaron y es ahora cuando recogen los frutos: formación en la Escuela de SAMU.

Cumpliendo con sus obligaciones y responsabilidades dentro y fuera de la formación, los chicos trabajan para formarse como el mejor camino para llegar a integrarse en el entramado de su nueva sociedad. Lo hacen aun sabiendo la dificultad que tiene estar a la altura de la situación y demostrar que pueden conseguir un futuro parecido con el que soñaba en sus países de origen.

Es por ello que hoy pueden sentirse fuertes y más optimistas que nunca. Después de haber pasado por todos los estados posibles, nunca les ha faltado positividad y perseverancia, creer en ellos, creer en su entorno y creer en la oportunidad que les brinda la escuela SAMU con unas prácticas que les dé a conocer como futuros profesionales.

En ISL Alcalá estos chicos son considerados un ejemplo de superación y de cómo se puede entrenar el optimismo.

Autor: Manuel Martínez. Educador de ISL Alcalá (Sevilla).

La orquesta como espacio de inclusión

Algunas de las bandas sonoras más conocidas de la historia del cine y la televisión lo fueron también de una singular llamada a la solidaridad en el concierto Otro mundo es posible, celebrado el 27 de febrero en el centro BOX de La Cartuja (Sevilla) con el objetivo de sensibilizar sobre la necesidad de impulsar la inclusión social de personas en situación de especial vulnerabilidad. Este concierto, con el director musical y pianista Pedro Vázquez al frente, contó con la colaboración de la Fundación Andalucía Tecnológica Funddatec y de Fundación SAMU. De hecho, varios menores extranjeros que residen en centros gestionados por Fundación SAMU en Sevilla formaron parte de la orquesta, en una jornada que se convirtió en una fiesta llena de nervios y emociones para todos ellos.

En el concierto Otro mundo es posible los miembros de las conocidas como Orquestas Inclusivas de Andalucía interpretaron un programa compuesto por diversas piezas musicales extraídas de las bandas sonoras más conocidas de la historia del cine y la televisión como Juego de Tronos, Cinema Paradiso o La vida es bella, entre otras.

Pedro Vázquez, presidente de la Federación Andaluza de Juventudes Musicales, miembro del Consejo de Dirección de Escuela Creativa de Andalucía y director de la Orquesta Metropolitana de Sevilla, explicó que en las Orquestas Inclusivas de Andalucía “no existen criterios previos de selección”.

“Todo aquel que lo desee puede participar tocando en orquestas de diferentes niveles. Es un sistema de orquestas en el que a medida que el intérprete va evolucionando en sus capacidades musicales, va tocando en una orquesta u otra, pero sin perder de vista el objetivo más importante de todos: que desde el primer día una persona pueda disfrutar de tocar música”.

Según Vázquez, así se persigue la normalización de “los problemas físicos, psicológicos, congénitos, sociales, espirituales o de cualquier condición de las personas”. Por este motivo, menores no acompañados de los centros de Sevilla también formaron parte de la orquesta. “Estos chicos tienen una experiencia de vida tan fuerte, tan grande, que tenemos que dar un paso adelante e ‘incluirnos’ en ellos y en sus vidas; que seamos nosotros los que nos mostremos proactivos para estar al nivel personal y humano que ellos demuestran”, señaló el director.

Alrededor de 500 espectadores llenaron el auditorio de la sala sevillana para disfrutar de un concierto que se convirtió en una verdadera fiesta, y en la que el público acabó sumándose al espectáculo ofrecido por Vázquez al frente de medio centenar de artistas de todas las edades y niveles. Los chicos de Fundación SAMU, afanados en la percursión, tuvieron incluso la oportunidad de tocar en solitario. Para ellos fue una experiencia única, tanto en los diferentes ensayos como en el día de un concierto que dejó huella en artistas y público.

Caravana de invierno en el corazón helado del Atlás

Fundación SAMU despidió 2019 con una nueva caravana solidaria en Marruecos, la segunda en sólo dos meses. Mientras que la primera, celebrada en noviembre, tuvo como objetivo principal el fomento de la educación en la región de Tánger a través del envío de material escolar, en esta segunda misión el fin era el de facilitar ropa de abrigo a personas con necesidades de la región de Azilal, en pleno centro de Marruecos, en la cordillera del Atlas.

Esta misión de cooperación, que se desarrolló entre el 26 y el 30 de diciembre, se programó en respuesta a la demanda planteada por la asociación Nasss Elkher, y contó con el apoyo de entidades locales y con el patrocinio del Consulado de Marruecos en Sevilla, La Caixa y SAMU Tánger, unidad de servicios de emergencia de SAMU en la ciudad marroquí.

En total, en esta misión participaron una quincena de voluntarios de SAMU que, con una flota formada por ocho vehículos y dos remolques, transportaron más de treinta cajas con mantas, ropa de abrigo y calzado a poblaciones de la zona de la provincia de Azilal.

“Durante la primera misión establecimos muy buena relación con una ONG local con la que trabajamos codo con codo, lo que nos llevó a repetir la experiencia y cubrir una necesidad muy concreta de la población de entornos rurales del Atlas”, explica Borja González de Escalada, responsable de la logística de la misión. Estas experiencias están sirviendo para fortalecer el tejido asociativo de la organización en el país vecino y abrir nuevas vías de colaboración. “Nos motiva la sensación de poder ayudar a la gente necesitada”.

Durante esta Caravana de Invierno, la labor llevada a cabo por SAMU repercutió en unas 800 personas y se atendió a unas 200 familias. El equipo estaba formado por quince personas, de las cuales cinco ya habían estado en la primera caravana escolar solidaria.

“La experiencia ha sido muy positiva. Hemos hecho un gran esfuerzo para poder cumplir con los objetivos que nos planteamos y corregir errores de otras expediciones para seguir mejorando. Han sido muchas horas al volante con incidentes en ruta como la avería y remolque de un vehículo o el reventón de un neumático. Además, las carreteras de esa zona tampoco ayudaban, ya que en su mayoría son pistas, lo que ha convertido el desplazamiento en toda una aventura”, explica Borja González de Escalada, que ha participado en las misiones internacionales de SAMU celebradas durante los últimos cinco años.

“Cuando llegamos al punto de reparto nos encontramos con una zona muy fría y nevada en la que el medio principal de locomoción sigue siendo la fuerza de los animales. Además, la población tiene muy pocos recursos y la ropa de abrigo les resulta muy costosa”, señala el responsable de la misión. “Ellos son bereberes e incluso los marroquíes que nos acompañaban necesitaban intérpretes para comprender a la población local. A pesar de todo, la acogida fue muy cálida y se mostraron muy agradecidos. Nunca nadie había ido a aquella zona a realizar ningún tipo de acción humanitaria, así que, en cierto modo, hemos sido pioneros con esta misión”.

Para Borja González, una vez que has participado en este tipo de misiones, “siempre estás deseando repetir”. “La motivación es la mezcla de sentirte útil para unas personas que lo pasan mal. Hay momentos en los que, con lo que son para nosotros pequeños gestos de esfuerzo y generosidad, dejas huella en sus vidas. Intento que mi experiencia en este tipo de misiones sea útil para todo el equipo aportándoles seguridad y tranquilidad, de forma que ellos puedan trabajar y contribuir al esfuerzo del grupo”, relata el responsable de la misión. “Don Carlos [Carlos Álvarez Leiva, fundador de SAMU], mi padre, es el responsable de que tengamos pasión por este tipo de proyectos. Él nos los ha inculcado”.

Desde hace tres años, SAMU cuenta con delegación en Marruecos mediante un servicio de emergencias permanente en Tánger, conocido como SAMU Tánger. Esta delegación ha permitido a SAMU tener contacto con numerosas organizaciones locales que trabajan con personas en riesgo de exclusión social, conociendo, de primera mano, las necesidades de colectivos especialmente sensibles.

SAMU y en IAJ Escuela de Oficios

Primeros apoyos para la Escuela de Oficios SAMU

SAMU ha alcanzado un acuerdo con el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en virtud del cual este organismo de la Junta de Andalucía colaborará en la difusión y en el desarrollo de uno de los proyectos más importantes de la organización en el calendario de 2020: la puesta en marcha de la Escuela de Oficios SAMU.

El proyecto Escuela de Oficios SAMU nace de la preocupación de la organización por dotar a los menores extranjeros no acompañados y, en general, a los jóvenes andaluces desempleados, de conocimientos, habilidades y herramientas para favorecer su autonomía y ayudarlos a incorporarse con éxito al mercado laboral.

Así, la Escuela de Oficios SAMU, un proyecto pionero en Andalucía, planteará diversos programas formativos para menores con el objetivo de dotar de un oficio a estos jóvenes y favorecer su inclusión laboral. Estos programas se centrarán en oficios con alta empleabilidad en nuestro país: mantenimiento, construcción, jardinería, metal, hostelería o servicios sociales, entre otros.

Entre los cursos anuales que darán cuerpo a esta escuela se han programado, entre otros, los de aprendiz de pinche de cocina, aprendiz de peón de albañil, aprendiz de soldador o auxiliar de monitor de apoyo a personas con discapacidad intelectual.

El director del IAJ, David Morales, se ha comprometido con el director general de SAMU, Carlos González de Escalada, a colaborar con el proyecto a través de la difusión activa de la iniciativa y de las sucesivas convocatorias de los cursos formativos.

Decano de los servicios de emergencia en España, SAMU ha formado desde mediados de los ochenta a más de 11.000 profesionales en los ámbitos de las Urgencias, Emergencias, Atención a las Catástrofes y Acción Humanitaria. Para ello dispone de la Escuela SAMU, un complejo de 18.000 metros cuadrados localizado en Gelves (Sevilla) y dotado con diversos espacios de simulación, que está considerado uno de los más avanzados de Europa en su especialidad.

SAMU, a través de su Fundación, es la principal entidad nacional en la gestión de centros de acogida de menores extranjeros no acompañados, con cerca de 1.000 niños atendidos en todo el territorio nacional.

SAMU El Castillo de las Guardas

Los chicos de El Castillo de las Guardas superan los primeros retos del curso

Después de un verano de piscina, de disfrute de las largas noches charlando entre compañeros de habitación sobre sus inquietudes y de tardes paseando por cada rincón del pueblo hasta la puesta del sol, los chicos del centro de menores de El Castillo de las Guardas (Sevilla) se han enfrentado a su incorporación al instituto con una ilusión desmedida.

La nueva etapa que arrancó en septiembre y ha terminado en diciembre ha supuesto un paso esencial más para su proceso de completa integración.

La casa se llenó de un sinfín de emociones (ilusión, alegría, miedo, curiosidad…) de cada uno de estos jóvenes al saber que, tras cuatro meses viviendo en este pueblo de la serranía sevillana, iban a comenzar a estudiar como el resto de menores de El Castillo de las Guardas.

Comenzaron los cambios en sus rutinas, con el instituto y sus clases convertidos en el eje central de sus días. Ha tocado adaptarse a los nuevos cambios y horarios. Y todos ellos, junto al equipo educativo que los acompaña en este nuevo camino, han conseguido planificar sus horarios de estudio, de ocio y tiempo libre con éxito.

Los chicos se sienten privilegiados y afortunados por tener la oportunidad de estudiar para obtener un título que les permita alcanzar un futuro digno, como cualquiera de nosotros. Nuestros menores, además de aprender español, necesitan también sentirse integrados y queridos como el resto de jóvenes de la sociedad.

Para ellos supone un gran esfuerzo cursar cada una de las materias que les imparten debido a la barrera lingüística y al contenido de cada una de ellas, puesto que éstas son completamente distintas a las que han podido estudiar en su país de origen. Este proceso de aprendizaje es todo un reto que ellos afrontan con muchas ganas y ante el cual están completamente implicados y plenos de motivación.

En los centros educativos, los chicos han sido recibidos con entusiasmo por parte de maestros y compañeros. Todos ellos se han mostrado muy ilusionados por la llegada de estos nuevos alumnos, a quienes recibieron con los brazos abiertos, y les han ofrecido todo su apoyo y ayuda estos meses.

Nuestros chicos se sienten agradecidos por la acogida recibida en este primer trimestre y por sentirse acompañados en esta nueva etapa, en la que el mayor reto es su completa integración para alcanzar sus proyectos de futuro.

La integración a través de la escuela es un camino necesario para estos menores que apenas hemos empezado a recorrer, juntos, no sin incertidumbre, pero con la certeza de que nos lleva hacia un destino ilusionante.

SAMU Rivas

Mohsin ya no teme a los 18

Mohsin nació en Tetuán (Marruecos), y volvió a nacer cuando tenía 16 años, en su tercer intento de cruzar el Estrecho de Gibraltar en patera, que le llevó por fin a España, aunque sin ninguna noción de español y aún menos documentación. En Tetuán dejaba a su padre, a su madre, a sus tres hermanos y a sus amigos. Toda una vida.

En un primer momento estuvo viviendo en un centro de La Línea (Cádiz). Después pasó por otro centro de Jerez, del que escapó, antes de llegar a Rivas, donde vive desde hace un año en un piso gestionado por Fundación SAMU.

Muchas son las historias que ha (hemos) vivido, y muchos también los logros que ha ido alcanzando. El 6 de abril, Mohsin cumplirá 18 años y, afortunadamente, podrá seguir su camino teniendo consigo su permiso de residencia y también su permiso de trabajo. Ambos documentos serán clave para hacer posible su integración en la sociedad como adulto y para que pueda labrarse un futuro.

Como paso previo a su mayoría de edad, Mohsin vive en la llamada “casa de autonomía” de SAMU Rivas. Trabajamos con él y con otros chicos que están en su misma situación para que poco a poco vayan tomando conciencia de lo que supone salir del sistema de protección que en su minoría de edad les ampara. También intentamos que sea consciente de la suerte y la ventaja que significan para él el hecho de que ya tenga prácticamente en orden la regularización de su documentación.

El de Mohsin es el ejemplo de que, con mucho esfuerzo, es posible alcanzar tus objetivos. En su caso: tener un futuro mejor, conseguir un trabajo y ayudar a su familia, que en su día hizo un enorme sacrificio para facilitar que su hijo llegase aquí.

Desde el principio, este joven se ha formado y ha dedicado sus esfuerzos para encontrar trabajo en el sector de la hostelería como ayudante de cocina, profesión en la que tenía cierta experiencia. Con él hemos redactado su currículum, su carta de presentación y le hemos acompañado a entrevistas, y él mismo, de manera autónoma, ha asistido a cursos en los que le han orientado y ayudado en su proceso.
Hasta ahora ha tenido varios trabajos y ha demostrado ser capaz de cumplir con las responsabilidades y obligaciones que eso conlleva. Ahora ayuda su familia y, desde hace poco, a su hermano, que también busca en España un futuro mejor.

Arteterapia en el Coisl SAMU Motril

Arteterapia y espacio consciente en el COISL SAMU Motril

El arteterapia consiste en el uso del proceso creativo con fines terapéuticos y, en el contexto de los centros residenciales de menores gestionados por Fundación SAMU como el COISL SAMU Motril (Granada), es una herramienta que tiene como fin la mejora de la calidad de vida de las personas con las que trabajamos.

A través de la creación artística, somos capaces de hallar una vía de expresión diferente al lenguaje que ayuda a resolver conflictos emocionales y a expresar los sentimientos y emociones que muchas veces se desconocen pero que generan un profundo malestar.

Generamos un espacio para la comunicación que ayude a la comprensión del mundo interno de cada individuo, proporcionando un espacio donde el juego se pueda hacer posible [Winicott, 1971] y donde cada cual pueda explorar creativamente su imaginación, enfrentarse a sus miedos y adentrarse en el subconsciente a través de la fase de creación.

Esta vía de expresión alternativa permite que los jóvenes adquieran un mayor conocimiento no solo de sí mismos, sino también de las relaciones que establecen con su entorno, por lo que el arteterapia también se convierte en una herramienta de inclusión social.

Dentro del trabajo con menores, estas dinámicas se presentan como una oportunidad de generar un “espacio consciente” donde se pueden trabajar tanto las dificultades y vivencias individuales como las que puedan surgir dentro de la dinámica de la convivencia del centro.

En el COISL SAMU Motril desarrollamos sesiones grupales en las que se trabajan tanto la identificación individual como la grupal. Se persigue mejorar la comunicación de las propias emociones y sentimientos, fomentar el respeto hacia los demás, ser capaces de ponerse en el lugar del otro y encontrar similitudes en las diferencias culturales.

En las dinámicas individuales, buscamos que los chicos expresen vivencias que no pueden ser expresadas de forma verbal. Los dibujos que ilustran este reportaje muestran elementos que nos llevan a sus lugares de origen, viajes y reencuentros emocionales.

La palabra “espacio” cobra gran importancia en este proyecto. No solo nos referimos al espacio de los jóvenes dentro del recurso residencial, sino del lugar que ocupan como integrantes de una nueva sociedad, un nuevo espacio en el que tienen que vivir y un revulsivo frente al desapego que sufren lejos de su hogar.

Autora: Maria de las Nieves Muñoz. Educadora, COISL SAMU Motril.