Thomas Couyotopoulo. Director de Escuela SAMU

Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU: “La muerte de mi hermano me hizo replantearme mi vida”

Escuela SAMU cuenta desde octubre con un nuevo director, Thomas Couyotopoulo (Lyon, Francia, 1980), hasta entonces subdirector del centro. Procede del mundo de la competición del automovilismo, pero en 2015 decidió dar un giro radical a su vida y sumergirse en el sector de las emergencias

—Enhorabuena por su nombramiento como nuevo director de Escuela SAMU. ¿Se esperaba este ascenso?
—Reconozco que me sorprendió. Juan González de Escalada, miembro de la familia fundadora de SAMU, ha sido director de Escuela SAMU desde 2012, cuando se decidió dar un gran salto de calidad al ofertar los ciclos de Formación Profesional y trasladar el proyecto a Gelves, dando lugar a lo que hoy es la Escuela. Me alegro mucho de que hayan confiado en mí para este puesto. Haré todo lo posible para que Escuela SAMU siga creciendo.

—¿Qué significa para usted ser director de Escuela SAMU?
—Para mí, ser director de Escuela SAMU es, sobre todo, asumir la responsabilidad de estar al frente de un centro formativo especial, diferente, donde se apuesta por la calidad de la enseñanza y con una metodología excepcional que permite formar a grandes profesionales. Es también asumir el peso y la responsabilidad de un legado de 40 años de una entidad, SAMU, que ha demostrado con creces sus valores y su buen hacer, y que ha formado a miles de profesionales del sector de las emergencias, teniendo como principal referencia a nuestro jefe, el doctor Carlos Álvarez Leiva.

—¿Cómo afronta esta nueva etapa?
—Con ilusión, energía y ganas, algo muy necesario, pues las semanas aquí son intensas y duras. Estamos trabajando en la implantación de nuevos ciclos de FP y, en los últimos meses, hemos estado inmersos en las obras de un nuevo edificio de aulas y en su equipamiento, proyecto en el cual me he volcado mucho. Por otro lado, me he fijado objetivos de innovación y sostenibilidad, y también tengo la responsabilidad de que la escuela sea viable a nivel económico y así poder seguir ofreciendo formación de calidad. El mercado es cada vez más competitivo en este sector y tenemos que elevar y mejorar nuestro nivel para poder seguir apostando por la calidad. Como ve, me enfrento a mi nuevo cargo con mucha carga de trabajo pero con ilusión.

—Su trayectoria en Escuela SAMU está siendo fulgurante. En septiembre de 2015 entró como alumno en Escuela SAMU y seis años después ya es director.
—Es cierto que entré en esta escuela como alumno, pero yo ya tenía una carrera profesional y una experiencia previa de 15 años en otro sector y en un puesto de dirección. Tenía mucha inquietud por formarme en la rama de las emergencias sanitarias. SAMU me ha aportado muchos conocimientos y experiencias tanto a nivel profesional como personal. Tras formarme, tuve la oportunidad de trabajar en SAMU en el traslado de pacientes críticos y en varios dispositivos sanitarios. Conozco la entidad desde abajo y creo que eso es muy importante a la hora de asumir un cargo de dirección y gestión.

—¿Qué recuerda de su etapa como alumno de Técnico en Emergencias Sanitarias?
—La experiencia como alumno fue muy positiva. Aún no había dejado mi profesión anterior, por lo que fui alternando mi trabajo como team manager en campeonatos de Fórmula 2 (F2) con las clases en Escuela SAMU. Fueron dos años muy intensos porque quería sacar un buen expediente y aprovechar al máximo el tiempo. En Escuela SAMU no solo se transmiten conocimientos, también valores y te ponen frente a situaciones muy cercanas a la realidad. Es un centro único. Aprendí muchísimo de profesores como Pablo Simón, Miguel Ruíz y todos los docentes de esta promoción que se volcaban para enseñarnos lo que habían aprendido en el máster.

—Llama la atención que el director de una escuela de emergencias como ésta sea un ingeniero del sector de la automoción y la competición deportiva. 
—Creo que una persona no tiene por qué dedicarse toda su vida a una misma profesión. Puede hacerlo, pero no es una obligación. Creo que es muy enriquecedor tocar varios palos. Yo me dediqué muchos años a lo mismo de una forma muy intensa. Llegué a muy alto nivel y no me arrepiento de lo vivido pero no quería dedicarle toda mi vida a ese sector. Tenía unos retos muy exigentes, aunque no lo dejé por eso. Quería trabajar en un sector con valores más altruista, como es ayudar al prójimo, que en algo que se basa en dar vueltas a 300 kilómetros por hora en un circuito. Esto, a nivel tecnológico y deportivo, es muy interesante, pero no deja de ser un espectáculo y no salva vidas. Es un cambio que sorprende mucho a la gente, pero yo tengo claro de dónde vengo y por qué he hecho este cambio. No sé dónde estaré dentro de 15 años.

—¿Qué le empujó a dar este cambio de profesión?
—El sector de las emergencias siempre me había atraído. Había realizado varios cursos dentro de este ámbito, pero mi trabajo en la competición me tenía cautivo al 200% y no pude dar el salto antes. Pero en 2013 ocurrió algo que me hizo decidirme finalmente por dar el salto y apostar por el cambio: el fallecimiento de mi hermano pequeño en un accidente de tráfico. Aquello me hizo replantearme muchas cosas en mi vida y muchas prioridades. Fue el empujón que necesitaba para dejar un empleo que tenía garantizado y que estaba bien remunerado por algo nuevo para mí pero que esperaba que me fuera a aportar muchas cosas buenas.

—¿Cómo es su relación con el anterior director, Juan González de Escalada, ahora director del área de Emergencias de SAMU? ¿ Qué destacaría de él?
—Nuestra relación es buena, me llevo muy bien con él. Juan es una persona muy apreciada, querida y cercana. Es cierto que no somos iguales. Él tiene unas cualidades que yo no tengo, pero creo que nos complementamos muy bien. Yo ya vivo en mis propias carnes el papel de director. Sé que requiere un esfuerzo, tiempo, energía y voluntad, aunque desde fuera no lo parezca. Tenemos que estar para todos todo el tiempo. La escuela no funciona sólo de 8 a 3 de lunes a viernes. Juan lo sabía y lo asumía, y yo hago lo propio ahora. Seguimos en contacto y siempre buscamos un hueco para ponernos al día y apoyarnos.

—¿Qué planes, ideas y nuevos proyectos tiene en mente para la escuela?
—Tengo muchos, pero no quiero desvelarlos todos hasta que no sean una realidad. El objetivo principal es seguir mejorando la calidad de la formación que impartimos: cómo, con quién y para quién. También queremos ampliar el catálogo de titulaciones, algo que ya hemos empezado a hacer con el ciclo de FP de Grado Medio en Técnico en Emergencias y Protección Civil, que ya ha sido autorizado por la Junta de Andalucía, por fin. Además, estamos trabajando en la implantación de varias titulaciones de FP de grado superior de la rama sanitaria para el curso que viene; y hemos planteado otras titulaciones de posgrado diferentes a las tradicionales, como el máster en Emergencias Pediátricas. Por otro lado, estoy convencido de la importancia del uso de la simulación en la formación si está bien planteada. Lo usé y lo desarrollé en el mundo de la competición y lo estamos haciendo ahora en la escuela. Así, hemos implantado varios tipos de simuladores y tengo en mente otros proyectos de realidad virtual que quiero desarrollar con un colaborador externo y creo que puede ser una herramienta muy potente para la formación en la escuela. Pero cuando tengamos la herramienta en marcha, lo anunciaremos. La gente que nos conoce sabe que la escuela avanza y no para y se adapta a los retos que surgen. Intento siempre escuchar a mi equipo para adelantarnos a las necesidades y retos de nuestros profesionales y alumnos.

—¿Qué cree que puede aportar a Escuela SAMU como director?
—Creo que quizás el elemento que más me diferencia del resto de mis compañeros es mi trayectoria en competición. Allí aprendí que no importa lo bien que haga mi trabajo si el equipo con el que compito lo hace mejor que yo. La competitividad no es algo que se vea reflejado de forma directa en las emergencias sanitarias, pero creo que la exigencia de cuidar cada detalle, del trabajo en equipo y de la búsqueda de máxima eficiencia en todos los aspectos, por ejemplo, son aspectos importantes y positivos que se pueden extrapolar a otros ámbitos y, en este caso, a las emergencias y la formación. Escuela SAMU compite con otros centros educativos y formativos pero, sobre todo, el reto debe ser con uno mismo para conseguir ser un centro de referencia, por la calidad, ya que el enfoque de la Escuela SAMU nunca se ha centrado en la cantidad. No debemos conformarnos y dejarnos llevar por lo “fácil y cómodo”, sino esforzarnos para mantener e incluso mejorar lo que nos han enseñado.

Escuela SAMU. Emergencias y drones

Escuela SAMU: La integración de los drones en el mundo de las emergencias

Escuela SAMU ha sido escenario una vez más de una jornada informativa y práctica sobre el uso de vehículos aéreos no tripulados en situaciones de emergencias, mostrando las capacidades técnicas de las diferentes aeronaves destinadas a dichas actividades, su uso y tecnología, así como la importancia de generar un P.M.A. (Puesto de Mando Avanzado) en determinadas situaciones.

En esta ocasión, la actividad se desarrolló los días 29 y 30 de noviembre dentro del módulo de Planes de Emergencias y Dispositivos de Riesgos Previsibles del segundo curso de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y en colaboración con Asemerpas (Asociación Seguridad y Emergencias con RPAS), especializada en la organización de jornadas sobre la promoción de drones RPAS (del inglés, Remotely Piloted Aircraft System), para la localización de personas, situaciones de grave riesgo, catástrofes o calamidad pública.

La simulación de un Puesto de Mando Avanzado, su contenido y la comunicación entre equipos de trabajo fueron algunas de las nociones que se impartieron durante estas dos jornadas teórico-prácticas en las que participaron más de treinta alumnos, la mayoría de ellos del segundo curso del ciclo de TES de la modalidad presencial que oferta Escuela SAMU.

La primera jornada se destinó a la parte teórica, donde se hizo especial hincapié en la normativa actual sobre el vuelo de drones, el funcionamiento de estos vehículos y la búsqueda por sectores y rescate de víctimas. Mientras que el segundo día se llevó a cabo un ejercicio práctico en el que se disimuló la búsqueda y rescate de una persona desaparecida.

“Durante el ejercicio práctico, los alumnos se dividieron en 5 grupos de rescate. Cada uno de ellos tenían que localizar a una víctima. Por otro lado, en el aula, se montó un puesto de mando. Los alumnos debían localizar y auxiliar a su víctima, y para ello contaban con la ayuda de un dron, que sobrevolaba la escuela, y que les orientaba sobre sus movimientos y les indicaba dónde estaba la víctima. Una vez localizada, los alumnos debían rescatarla, valorarla y, si fuera necesario, prestarle asistencia sanitaria”, explica María Soto, profesora de Escuela SAMU.

La docente asegura que es la primera vez que Escuela SAMU colabora con Asemerpas y que se realiza un ejercicio de estas características, pero existe vocación de futuro. Prueba de ello es el simulacro integral que tuvo lugar el 22 de diciembre y en el que participaron todos los alumnos de Escuela SAMU, tanto los de los ciclos de Formación Profesional como los estudiantes de los diferentes másteres que se imparten en el centro. En dicho ejercicio también participó Asemerpas.

“Hoy en día, el uso de drones para la búsqueda y rescate de víctimas, así como para transportar de un punto a otro objetos de pequeñas dimensiones en situaciones de emergencias, es algo que está en pleno desarrollo y cada vez coge más fuerza. Los drones están ya integrados en el mundo de las emergencias”, continúa Soto.

Escuela SAMU sí ha colaborado con anterioridad con otras entidades de drones como Aero2mil Escuela de Pilotos, que prestó uno de sus vehículos no tripulados en un simulacro de incidente NBQ. Asimismo, durante la primavera de 2020, en plena pandemia del Covid-19, Fundación SAMU contó con la colaboración de la empresa onubense Agridronsur en la desinfección interna y externa, a través de una innovadora tecnología basada en el uso de drones, del Centro Deportivo Rochelambert, uno de los recursos habilitados por el Ayuntamiento de Sevilla para la atención de colectivos desfavorecidos durante la etapa de confinamiento por el Covid-19.

“En Escuela SAMU estamos convencidos del uso potencial de los drones ante situaciones de urgencias y emergencias. Estos drones o vehículos aéreos no tripulados no sólo son de gran ayuda para la búsqueda y rescate de víctimas. También pueden llegar a proporcionar información crucial, de forma remota, a través de cámaras y otros sensores para detectar gases, temperaturas corporales o de otra índole, y agentes radiactivos, biológicos y químicos (NBQ), incluso antes de que comience la actuación de los intervinientes en un incidente”, apuntan desde el centro educativo. “Estos drones son sin duda una gran herramienta para prevenir la contaminación de equipos de rescate ante un agente desconocido”.

En esta línea, Escuela SAMU oferta un curso semipresencial de Piloto de Drones en Emergencias dirigido a técnicos, bomberos, personal de protección civil y personal militar del campo de las emergencias.

Nuevo director en Escuela SAMU

Thomas Couyotopoulo, nuevo director de Escuela SAMU

Escuela SAMU tiene nuevo director. Thomas Couyotopoulo, hasta ahora subdirector del centro, ha sido nombrado máximo responsable de este centro educativo referente a nivel europeo en formación socionasanitaria. El traspaso oficial de poderes se celebró el 6 de octubre en Gelves (Sevilla) en un acto en el que estuvieron presente Carlos Álvarez Leiva, presidente de Fundación SAMU; Carlos González de Escalada, director general de SAMU; y Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU y director de Escuela SAMU de 2012 a septiembre de 2021, además de otros miembros de la dirección de SAMU, jefes y directores de diferentes áreas de la organización y, por supuesto, docentes, alumnos y exalumnos de la escuela que quisieron acompañar a Couyotopoulo en este acto. También estuvieron invitados varios miembros del Ejército del Aire, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Policía Nacional, colectivos que con asiduidad colaboran con Escuela SAMU en diversos cursos de formación y simulacros.

Tras nueve años al frente de la escuela, Juan González de Escalada deja el cargo para centrarse en sus funciones como director del área de Emergencias de SAMU, departamento del cual depende este centro educativo, por lo que no se desvinculará de él al 100%. “Ha llegado el momento de dar un paso atrás y dejar que otros retomen la iniciativa e impulsen Escuela SAMU a horizontes aún más brillantes. No puedo marcharme sin destacar al equipo de auténtico lujo que he tenido el honor de dirigir. Cristina, Lourdes, Virgi, los equipos de guardería y mantenimiento, a quienes se sumaron después Bea, Thomas… y, por supuesto, un elenco de profesores que es el orgullo de esta escuela. Pero esto no es un adiós. Dejo de ser el director de Escuela SAMU, pero mantengo el puesto como director del área de Emergencias, así que seguiré atento y apoyando las iniciativas de nuestro centro”, pronunció durante su discurso Juan González de Escalada.

Thomas Couyotopoulo coge ahora el relevo, un hombre con una fulgurante carrera dentro de la casa, pues entró hace solo siete años como alumno de la escuela, época en la que ya destacó de forma notable, tal como reconoce Juan González de Escalada: “Thomas fue un alumno modelo desde el primer día, aunque ya era una persona muy brillante antes de entrar en la escuela. Cuando lo conocí, Thomas era una persona capaz de llevar a un equipo de Fórmula 3.000 (F3) a una competición mundial y ganarla. Yo lo conocí porque él tenía una inquietud y quería hacer un simulador de conducción de ambulancias. Yo lo veía y decía: ‘Sí, me parece muy buena idea, pero no tengo capacidad para justificar semejante inversión en I+D+i’. Él se interesó por nosotros y decidió formarse en esta línea. Es decir, ya era un fuera de serie cuando llegó. De hecho, cuando era alumno ya contamos con él como apoyo logístico en varios cursos. Enseguida destacó”.

“Doy un paso atrás con la total confianza de que mi relevo no es que lo vaya a hacer bien, sino que lo va a hacer mejor que yo”, manifestó González de Escalada durante la celebración del acto. “Thomas ya anda volcando ambulancias por la escuela, así que me quedo tranquilo, pues el compromiso por la calidad docente y la formación multisensorial se mantiene”.

Tras estas palabras, el exdirector le hizo entrega a Couyotopoulo de la mítica estatuilla de El Samuita, seña de la casa, “con el convencimiento de que él encarna perfectamente el espíritu de entrega, disciplina, autoexigencia y saber hacer que se le presupone a un samuita”.

Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU

Juan González de Escalada: “Los alumnos me han enseñado a escuchar antes de mandar”

Juan González de Escalada Álvarez (Sevilla, 1975) deja tras nueve años el cargo de director de Escuela SAMU para centrarse en sus funciones como director del área de Emergencias de SAMU. En la última década, esta escuela se ha convertido en un centro de referencia en la formación sociosanitaria a nivel europeo.

—Tras nueve años al frente de Escuela SAMU, ha decidido dar un paso atrás y centrarse en las funciones de director del área de Emergencias de SAMU, cargos que ha logrado compaginar durante un tiempo. ¿Por qué?
—Durante varios meses he compaginado mi cargo como jefe de Emergencias de SAMU y el de director de Escuela SAMU, y podría haber seguido así, pero creo que era de justicia para con el subdirector de la escuela, Thomas Couyotopoulo, y para la propia escuela, dar un paso a atrás y delegar. Thomas era realmente quien llevaba el día a día de lo que ocurría en el centro y debíamos reconocer su trabajo. Y, por otro lado, la Escuela necesitaba que su director estuviera aquí todos los días y, debido a mi otro cargo, debía ausentarme en muchas ocasiones. De repente surgía un viaje a Estados Unidos y estaba fuera 15 días; luego, una misión humanitaria a El Salvador, y me iba un mes…. Yo estaba muy a gusto como director de la escuela y me hubiera quedado, pero hay que hacer las cosas bien. Thomas se lo curra mucho y también creo que es el momento de aportar al proyecto ideas nuevas y él ya lo estaba haciendo. Estoy convencido de que lo va a hacer muy bien.

—¿Le ha dado al nuevo director algún consejo?
—De momento no, y no creo que sea necesario. Yo no le quiero imponer nada. Le puedo dar mi opinión, pero es solo eso, una opinión más. Creo que él merece la oportunidad de crecer en todos los sentidos, si no, me hubiera quedado en el cargo. Mi relación con él ha cambiado en el sentido de que antes le decía lo que quería y ahora le ofrezco lo que puedo conseguir para él y la escuela. Por ejemplo, hoy ha salido la noticia de que habían requisado varias aeronaves vinculadas al narcotráfico. Y le he preguntado: ‘¿Quieres que te consiga algún helicóptero?’. Yo ya no juego de delantero. He pasado al centro del campo y pongo los balones en la punta del pie. Es él el que decide ahora tirar a puerta o no.

—¿Echará de menos Escuela SAMU?
—Ya la echo de menos. Sin la escuela, me siento un poco huérfano. Yo inauguré las instalaciones de Gelves al mismo tiempo que me casaba, solo con un mes de diferencia. Mis hijos nacieron siendo yo director de Escuela SAMU, por lo que para mí este sitio tiene un significado muy especial. Afortunadamente, no es una etapa que se cierra del todo. Escuela SAMU pertenece al área de Emergencias de SAMU, por lo que seguiré viniendo muy a menudo. Si en los últimos meses pasaba el 60% de mi tiempo en la escuela y el 40% en las oficinas de SAMU en la isla de la Cartuja, ahora será al revés.

—Demos un salto en el tiempo y vayamos al principio de esta historia. Usted fue nombrado director de Escuela SAMU en 2012. ¿Qué se encontró cuando llegó a Gelves?
—Esto era un descampado con una caseta de obra, nada más. Las primeras clases en estas nuevas instalaciones se impartieron en lo que hoy son las oficinas. No había nada. Un proyector, algunas mesas y poco más. Todos los esfuerzos se centraban en la puesta en marcha del actual aulario y en lo que entonces era el túnel de emergencias, que hoy es la clínica de simulación.

—Antes de ser usted director, sólo se impartían los cursos de posgrado y algunos específicos. Las clases se daban en la Cartuja, y los simulacros, ¿dónde se realizaban?
—En cualquier descampado que pillásemos. En los alrededores de Base 7, en el Charco de la Pava… Don Carlos Álvarez Leiva siempre decía: “Sería interesante tener un sitio fijo para realizar ejercicios y simulacros, aunque sea un espacio donde podamos tener coches volcados y diferentes escenarios montados y predefinido”. Yo ya insistía entonces en la necesidad de impartir ciclos de Formación Profesional (FP), especialmente el de Técnico de Emergencias Sanitaria (TES), pero don Carlos no lo veía muy claro. Decía que era mucho lío y que era mejor continuar sólo con los másteres y los cursos específicos. Hasta que nos ofrecieron la oportunidad de colaborar con un instituto de Motril en el desarrollo de un ciclo de FP de TES. Y con la excusa del FP, ya sí nos mereció la pena montar una escuela tal como la conocemos hoy.

—Entonces, ¿los ciclos de FP se implantaron siendo usted ya director?
—Sí, la FP la lanzamos entre Cristina Fernández, Lourdes Vázquez y yo. Luego, los diferentes escenarios para las prácticas que constituyen la escuela hoy los fuimos definiéndolos poco a poco. Don Carlos tuvo una parte muy activa en el arranque de la escuela.

—¿Cómo ha evolucionado la escuela en estos casi 10 años?
—La escuela ha madurado mucho en este tiempo en cuanto a la gestión de un centro profesional de FP. Además, se ha adaptado a las necesidades del propio SAMU. La labor de la organización ha girado mucho en los últimos años hacia la integración social y ese giro lo hemos replicado en la escuela a través de un cambio en la oferta educativa.

—¿Qué huella cree que deja tras estos nueve años?
—Pues a mí me gustaría pensar que el equipo humano. Es un equipo que se lleva muy bien, muy comprometido unos con otros y con la casa, que valora mucho la calidad y que se preocupa mucho del alumnado. Siempre me he sentido muy afortunado del equipo de esta escuela. Es un lujazo trabajar con este equipo. Por otro lado, no puedo decirte: “esto de aquí es mío”. Aquí todo lo hemos hecho entre todos y a cada idea le hemos dado mil vueltas. Aunque, quizás, si hay algo que diseñé, hice y después pregunté al equipo qué le parecía fue el circuito 4×4.

—¿Qué referentes ha tenido a la hora de dirigir la escuela?
—Por supuesto a Don Carlos Álvarez Leiva, pero también a esa hornada de profesores de aquellos primeros años, como Javier Carrera, una persona con un magnífico trato con el alumno; José Manuel Pérez Liñán, que en paz descansa, que también tenía una maravillosa conexión con los alumnos que yo no lograba tener; Miguel Ruiz; Pablo Simón. Aquel primer elenco de profesores fue espectacular. Eso no quita que el elenco actual no sea también magnífico. Aprendo muchísimo de Andrés Rodríguez Holst, que sabe de acción humanitaria lo que no hay en los escritos, casi casi como el doctor Álvarez Leiva; o Manuel Ángel Andrade, que tiene una devoción y una entrega total.

—Y de los alumnos, ¿qué ha aprendido?
—Los alumnos me han enseñado muchísimo, sobre todo, a escuchar antes de dar una orden. Recuerdo que mis primeras interacciones con los alumnos, en las que me iba de acampada con ellos, me creía que era don Carlos Álvarez Leiva y daba una orden a la voz de ya. Era muy mandón. Con el tiempo me di cuenta de que me equivocaba. En las encuestas de satisfacción, los alumnos me atizaban y fui identificando cuáles eran mis errores. Creo que en ese sentido he madurado bastante. He aprendido y evolucionado.

—¿Cuál es el origen de la frase “Hoy es un gran día”?
—(Se ríe). Eso viene de una acampada en Sierra Nevada, donde hay jornadas más calamitosas que otras. La primera vez que pronuncié esa frase fue un día en el que necesitaba levantar el ánimo de los alumnos. La tarde anterior nos había nevado durante una caminata. Hacía mucho frío y soplaba fuerte el viento. Además, la calefacción tampoco funcionaba bien en el campamento base. Quise transmitirle al alumnado un pensamiento positivo, que si nos empeñábamos podíamos enderezar un mal día. Y en esa situación de calamidad, me acordé de un anuncio de Renfe de billetes rebajados y que hoy era un gran día, aunque solo fuera por eso. De ahí viene esa mítica frase. Es cierto que don Carlos tiene muchas frases, pero esa es la mía. Creo que transmite un mensaje positivo y que está en la mano de cada uno que hoy sea un gran día.

—Y antes de ser director de la escuela, ¿qué funciones realizaba en SAMU?
—Mi primer trabajo en SAMU fue de camillero en la Expo’92 de Sevilla. Era más un voluntariado que un trabajo. A partir de ahí, empecé a hacer coordinaciones de atención de llamadas de emergencia, que es como hemos empezamos tanto mis hermanos como yo. Luego estuve 11 años en Estados Unidos, estudiando y trabajando, y a mi regresó, en 2008, monté mi propia empresa de informática y de gestión web. Alterné mi negocio con las coordinaciones durante años mientras mi proyecto personal cogía fuerza, aunque nunca terminó de despegar. Luego coordiné algún módulo formativo en los másteres y participaba en la formación de incidentes de riesgo NBQ antes de que me propusieran dirigir la escuela. Para mí era muy fácil involucrarme en SAMU, conocía a todo el mundo.

—¿Qué significa SAMU para usted?
—SAMU siempre ha sido un referente en mi vida, es la empresa familiar. SAMU empezó en 1981, cuando yo tenía 6 años. Mis recuerdos de niño están vinculados siempre a SAMU. Los fines de semana tocaba limpiar las ambulancias allá donde estuviéramos. Cuando había algún dispositivo sanitario en alguna carrera de coches o algo similar, mis hermanos y yo íbamos montados detrás en la ambulancia, íbamos de camilleros, dándole a los botones. Ya de mayorcitos, hicimos nuestro curso de Soporte Vital Básico y trabajamos de camilleros en la Expo’92. Recuerdo haber cubierto varios conciertos. SAMU siempre ha formado parte de mi vida.

Curso de Escuela SAMU dirigido al personal de Caterpillar

Escuela SAMU: Curso a medida para gigantes

La multinacional americana Caterpillar, que cuenta con una sede en Málaga, está creando entre sus trabajadores una brigada de emergencia para actuar en caso de incidente y, para ello, ha contado con la colaboración de Escuela SAMU. Así, un grupo de trabajadores del Centro de Demostraciones y Desarrollo de Caterpillar en Málaga se han formado con SAMU en primeros auxilios y gestión de incidentes con múltiples víctimas (IMV) a través de un curso diseñado a medida para ellos.

Las brigadas de emergencia son grupos de trabajadores debidamente organizados, capacitados, entrenados y dotados para prevenir, controlar y reaccionar en situaciones de alto riesgo, emergencia o desastre; y cuya función está orientada a salvaguardar a las personas y los bienes con los que cuenta la compañía. Unas 30 personas forman la brigada de emergencia del centro malagueño. Estos se dividen en tres equipos, uno de evacuación, otro de extinción de fuego y un tercero formado en nociones sanitarias básicas. Es a este tercer grupo, compuesto por 14 personas, al que se le ha impartido un curso profesores de Escuela SAMU, según explica el enfermero Andrés Rodríguez Holst, coordinador y profesor de este curso específico, junto a Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU; y la enfermera Erica Williams-Carricaburu.

El curso, de cinco días de duración, se dividía en dos jornadas on line, dos presenciales en las instalaciones de la Escuela en Gelves (Sevilla), y una última jornada presencial en las instalaciones de la empresa en Málaga de más de 105 hectáreas, según detallan en su web. Hay que tener en cuenta que Caterpillar (CAT) es el fabricante más grande del mundo de maquinaria para la construcción y equipos de minería, motores diésel y turbinas industriales de gas.

Dadas las diversas nacionalidades de los trabajadores (Portugal, Alemania, Holanda, Francia y España), el curso se impartió en inglés. “El principal objetivo de este curso era enseñar primeros auxilios a estos trabajadores que no son sanitarios, cómo actuar ante un incidente, qué deben hacer cómo primeros intervinientes en un accidente y cómo comunicarse entre ellos y con el centro de coordinación de emergencias. Estos empleados han aprendido a realizar una reanimación cardiopulmonar, a poner un torniquete, a usar un ambu (unidad de ventilación manual) y a colocar una cánula de Guedel, entre otras cosas”, explica Andrés Rodríguez. “Ninguno de estos trabajadores son sanitarios, por lo que la formación se basaba más en cómo debían organizarse entre ellos, a las víctimas y los espacios; la comunicación entre ellos y el centro de coordinación de emergencias; y cómo gestionar una situación de crisis a la espera de ser evacuados y que lleguen los servicios de emergencias autorizados”.

El curso contó además con dos simulacros, uno de ellos en la Escuela de Gelves, que contó con la participación de los alumnos de primero del ciclo medio de FP en Técnico de Emergencias Sanitarias; y un segundo en las instalaciones de Caterpillar de Málaga, donde se utilizaron maquinarias pesadas y de grandes dimensiones para que el ejercicio fuera lo más realista posible.

Los resultados de las encuestas de satisfacción realizadas a los alumnos y a la dirección de la empresa tras el curso han sido muy positivos, por lo que no se descartan nuevas colaboraciones en un futuro entre ambas entidades.

Inauguración del curso 2021-2022 de Escuela SAMU

Escuela SAMU: Aprender con los cinco sentidos

Un nuevo curso arranca en Escuela SAMU, y lo hace estrenando director. Tras nueve años al frente del mayor complejo europeo en simulación de emergencias, Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU, ha delegado sus funciones como director de Escuela SAMU en Thomas Couyotopoulo, hasta ahora subdirector de este centro de formación sociosanitaria. Escuela SAMU también trabaja en la construcción de un nuevo aulario de 765 metros cuadrados que pretende inaugurar en noviembre.

El relevo oficial en la dirección se realizó el 15 de septiembre, aprovechando el acto de inauguración del curso escolar, que se celebró en el Ayuntamiento de Gelves, como viene siendo habitual en los últimos años. Unos 80 estudiantes de los ciclos de Formación Profesional de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) participaron en el acto de inauguración de un curso que vuelve a estar marcado por las medidas anticovid.

“Aprovechad al máximo vuestra formación en la Escuela. Apuntaros a todas las acampadas, los simulacros y, si por suerte, entre comillas, surge una misión humanitaria, haced lo imposible para poder participar en ellas. Aquí hay alumnos que ya han participado en dos misiones y aún no han terminado su formación”, manifestó Juan González de Escalada desde la mesa presidencial, en la que también se encontraban Alicia Oliveros Cordones, delegada de Cultura, Salud, Sanidad y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Gelves; Thomas Couyotopoulo, nuevo director de Escuela SAMU; Carmen Soraya Asián Gómez, alumna egresada del ciclo Técnico de Emergencias Sanitarias (TES) de la promoción 2019/2021; y María Soto Prieto, enfermera y docente en Escuela SAMU.

Aprender haciéndolo significa esfuerzo y trabajo, no tener horarios y, a veces, ciertas labores os resultarán ingratas, pero merece la pena. Esto es un aprendizaje vivencial, una formación multisensorial. Es aprender con los cinco sentidos. Estoy seguro de que dentro de dos años, cuando terminéis vuestra formación con nosotros, tendréis el mismo DNI, pero seréis personas diferentes”, continuó Juan González de Escalada. “Ahora doy un paso atrás como director de Escuela SAMU, pero seguiré en contacto como director del área de Emergencias de SAMU, y lo hago con total confianza en mi relevo, alguien que estaba sentado en 2015 como vosotros hasta que se convirtió en un alumno destacado y que, cuatro años después de su graduación, ha sido profesor, subdirector y ahora director de Escuela SAMU”.

Thomas Couyotopoulo, por su parte, agradeció la confianza depositada por González de Escalada en él para dirigir “su escuela”, y advirtió entre bromas a sus compañeros docentes: “Os aviso ya. No llegaré a ser ni la mitad de simpático que Juan, es lo que tiene ser francés”.

El nuevo director aprovechó también esta primera intervención para recordar a todos aquellos “actores y actrices” que trabajan en la sombra y que “asean, cuidan, confortan y dan la mano a los pacientes”. “Muchos de estos actores secundarios fueron alumnos de esta escuela que participaron en los diferentes dispositivos puestos en marcha durante los peores meses de la pandemia del coronavirus y cuyo trabajo fue esencial”, comentó Couyotopoulo. “No esperéis aplausos. Trabajad y estudiad porque os guste y os sintáis realizados con lo que hacéis”.

Carmen Soraya Asián, por otro lado, relató en primera persona su experiencia como alumna estos dos últimos años. “Hoy es vuestro primer día. Aprovechad cada momento al máximo porque cuando menos os lo esperéis, vuestro paso por la Escuela habrá finalizado. No tengáis miedo a equivocaros. Participar activamente, ahora es el momento porque, como siempre dice el profesor Manuel Ángel Andrade, cuando estéis en la calle, estaréis solo. Exprimid al máximo a vuestros instructores”.

Durante este acto de inauguración del curso también se entregaron los diplomas honoríficos a los mejores expedientes del curso 2020-2021, otorgados a Larissa Vieira de Moura Souza y Francisco Javier Baena de Tena, del ciclo de Técnico en Emergencias Sanitarias en la modalidad presencial y semipresencial, respectivamente, además de a Clicia García Aído y Álvaro Gamón del Campo, del ciclo de Técnico Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE).

Este año, debido a la alta demanda, Escuela SAMU ha decidido ofertar un segundo curso del ciclo de FP de Grado Medio en Técnico de Emergencias Sanitarias, ofreciendo así dos cursos en la modalidad presencial y uno semipresencial. Todos ellos arrancaron el 15 de septiembre, al igual que el ciclo de Grado Medio en TCAE. Mientras que en octubre lo harán el Máster en Emergencias Médicas Fundación San Pablo Andalucía CEU y el Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria. En septiembre también se desarrollaron dos cursos intensivos de Formación Avanzada en Emergencias para Médicos. Éste último curso está suscitando un gran interés y en los últimos cuatro meses ya se han impartido cinco cursos con más de 20 alumnos cada uno.

Pruebas de acceso al Máster de Enfermería

Con respecto al Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria, una de las grandes señas de identidad de Escuela SAMU, unos 25 enfermeros se presentaron a las pruebas de acceso que se celebraron el 6 de septiembre bajo la coordinación de Andrés Rodríguez Holst.

“El perfil de los aspirantes ha sido muy variado. Había enfermeros recién titulados y otros con varios años de experiencia que han decidido parar y continuar formándose. También había algunos aspirantes cuya intención, en el caso de ser seleccionados, es rechazar los contratos de trabajos que tienen actualmente para hacer el máster”, explica el instructor.

Prueba acceso Máster de Enfermería de Escuela SAMU

Prueba acceso Máster de Enfermería de Escuela SAMU

Estas pruebas de selección están diseñadas para valorar la respuesta actitudinal del aspirante y los conocimientos básicos imprescindibles para cursar un postgrado. Estas se dividen en tres fases: pruebas físicas, un test psicotécnico y una entrevista personal.

Como ya ocurrió el pasado año debido a la pandemia, las pruebas físicas se realizaron en las instalaciones de Escuela SAMU y de forma individualizada. Cada alumno fue citado a una hora distinta desde las ocho de la mañana hasta la una de la tarde. Estas pruebas consistieron en un circuito de ejercicios continuados en el cual el aspirante debía demostrar resistencia física de moderado impacto, además de control del estrés y liderazgo durante todo el recorrido. Para la realización de los diferentes ejercicios se utilizaron los diferentes recursos de la escuela, como el edificio de rescate, el tren, la pista de 4×4, el foso o la piscina. Así, los aspirantes fueron evaluados en una prueba de velocidad (50 metros en 9 segundos en el caso de los hombres y 11, las mujeres), flexiones (hombres, 10; mujeres, 6 ó 10 sobre rodillas); carga de peso muerto (10 kilos en 25 metros); arrastre de peso muerto en pendiente (30 kilos en 5 metros con una pendiente del 55%); natación contracorriente (un minuto) y buceo libre (apnea, 30 segundos).

El circuito arrancaba en el costado oeste del tren. Los participantes salieron de uno en uno cada cinco minutos cargados con una mochila que simulaba un maletín polivalente y debían pasar a través de unos troncos en posición de viga para demostrar equilibrio. Una vez superado, se dirigían al edificio de rescate para entrar por la puerta principal. Una vez en la planta baja, el participante se dirigía hacia la cuarta planta donde debía coger una bala de oxígeno y cargarla hacia el segundo piso, donde tenían que realizar las flexiones y, posteriormente, tres minutos de RCP.

Una vez superado esto, bajaban por la trampilla hacia la primera planta y debían pasar a través de la abertura de un muro para llegar a la escalera, cargando con la bala de oxígeno en todo momento. Subían hacia el cuarto piso para dejar la bala de oxígeno y bajaban hacia la planta baja, donde salían por la ventana posterior más cercana a la piscina. De ahí, se dirigían hacia el rocódromo, donde intentaban cruzar de lado a lado sin pisar el suelo, la mayor distancia posible.

Terminado esto, se dirigían hacia la puerta norte del tren. Cargados con la mochila, los aspirantes debían atravesar el tren que estaba cubierto de humo de simulación y obstáculos, obligando al aspirante a realizar el trayecto a ciegas. Al finalizar, salían del tren y dejaban la mochila en el punto de salida para realizar la prueba de velocidad de 50 metros.

Ya en la pista de 4×4, se llevó a cabo la prueba de liderazgo, donde los aspirantes se enfrentaban a un accidente de tráfico en el que estaba implicado un coche con una mujer y un lactante atrapados, con un fuego activo en la proximidad. El futuro alumno debía dar instrucciones a dos TES y tenía que tomar decisiones bajo presión.

A continuación, se llevaba a cabo la prueba de arrastre. El aspirante se encontraba ante una carga de 30 kilos dentro del foso y debían extraerlo tirando de éste con una cuerda, hasta lograr desplazarla cinco metros. Luego, en una de las aulas se realizaba la prueba de control de estrés. Con el aula a oscuras, una luz estroboscópica, un gálibo y música, el aspirante se encontraba a un muñeco de simulación en el suelo sobre un charco de sangre. Y, por último, en la piscina, se le pedía al enfermero que extrajera a un maniquí de la jaula que estaba en el fondo de la piscina y, posteriormente, que nadara a contracorriente durante un minuto.

Una vez finalizadas las pruebas físicas, al aspirante se le entregaba un cuestionario de personalidad diseñado para proporcionar una evaluación global de la personalidad y tendencias psicopatológicas en adultos, con preguntas de control y escalas clínicas. Las pruebas terminaban por la tarde con una entrevista en la que estaban presenten los miembros de la comisión académica para conocer los intereses y la personalidad de los aspirantes.

Tras la selección de los alumnos, el Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria comenzará en octubre.

Un nuevo aulario de 765 metros cuadrados

Otra de las grandes novedades de este curso es la apertura de un nuevo aulario en Escuela SAMU de 765 metros cuadrados y que estará disponible en noviembre. Con esta edificación modular y provisional se pretende cubrir las necesidades docentes de la Escuela mientras se espera la concesión de licencia de obra para el edificio definitivo, que cuenta con una acreditación de proyecto Passive House.

El aulario está siendo construido a partir de un sistema Steel Framing, una estructura constituida por perfiles de acero galvanizado de bajo espesor. Se trata de la primera edificación modular y provisional (no fija) de estas características en Sevilla.

Beatriz Estrada, jefa de Estudios de Escuela SAMU

Beatriz Estrada, jefa de Estudios de Escuela SAMU: “Con el Covid-19, hay más aspirantes a ser sanitarios”

Beatriz Estrada (Terrassa, Barcelona, 1984) es jefa de Estudios y del departamento de Orientación de Escuela SAMU. Licenciada en Pedagogía y Técnico Superior en Educación Infantil, Estrada suele estar implicada en múltiples proyectos de SAMU en general, como el departamento de Sostenibilidad.

 

—¿Cuándo comenzó a trabajar en SAMU?
—La primera vez que trabajé en SAMU fue en 2011 como educadora. Cubrí la baja de maternidad de la directora de la Residencia Santa Ana, Desireé Calasanz. Yo ya había trabajado previamente como voluntaria en esta residencia, por lo que conocía el trabajo que aquí se llevaba a cabo y el perfil de los usuarios. A los pocos meses de formar parte del equipo, otra empresa me ofreció un puesto de trabajo que no pude rechazar y, aunque me sentía muy a gusto en Santa Ana, lo dejé. Siete años después, SAMU me ofreció incorporarme como jefa de estudios y coordinadora del departamento de Orientación de Escuela SAMU, un proyecto al que me apetecía mucho sumarme y con un equipo al que cualquier persona desearía pertenecer.

—¿Cuáles son sus funciones principales en Escuela SAMU?
—La lista es larga. Coordinación del equipo docente, gestión de horarios y sustituciones del profesorado, elaboración del calendario anual de los ciclos de Formación Profesional… También he impartido clases en el ciclo superior de Técnico en Integración Social, llevo a cabo la orientación de todo el alumnado de la escuela de forma individual y grupal, así como la evaluación a los docentes, llevo la gestión de los nuevos ciclos, formo parte de la comisión Covid-19 de Escuela SAMU, apoyo todo lo relacionado con el marketing y las campañas publicitarias del centro y, en general cualquier función relacionada con el ámbito pedagógico ya sea del alumnado o del equipo docente y otras que, aunque no tienen relación directa con mi puesto, suponen un reto y un aprendizaje, como la dirección del área de Sostenibilidad o el voluntariado en misiones humanitarias.

—¿Cómo se presenta el curso 2021-2022?
—El curso se presenta como todos, cargado de acción y con un alto grado de motivación. Ningún curso es igual al anterior y todos tienen alguna peculiaridad. Este año sumamos cuatro docentes más al equipo y hemos incorporado nuevos escenarios para que los alumnos disfruten mientras aprenden. Hemos volcado una ambulancia como nuevo escenario de accidente de tráfico que nos permitirá trabajar, entre otras cosas, la sensibilización en la conducción. También tenemos previsto inaugurar en noviembre un nuevo aulario de 765 metros cuadrados. Y, por supuesto, hemos incorporado mejoras a nivel pedagógico que permitirán al alumnado sacarle el máximo partido a cada uno de nuestros docentes e instructores.

—Una de las novedades en el catálogo de cursos de este año es la apertura de una nueva línea del ciclo de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES). Es decir, este año, habrá dos cursos en modalidad presencial y uno semipresencial. ¿Qué os ha motivado a ofertar más plazas de TES?
—La alta demanda de alumnos que quieren estudiar con nosotros el ciclo de TES nos ha llevado a tomar la decisión de abrir un segundo grupo, aunque no es la primera vez que se hace. Ésta es una profesión que nunca ha perdido atractivo pero, con el Covid-19, el número de personas que desean orientar su futuro laboral hacia el sector sanitario ha aumentado, hay más aspirantes a sanitarios.

—¿Por qué cree que muchos jóvenes prefieren estudiar el ciclo de TES en un centro privado como Escuela SAMU y no en un centro público?
—Nuestros recursos e instalaciones son un claro atractivo para los alumnos que deciden elegirnos a la hora de apostar por su futuro profesional. Somos una empresa que lleva 40 años formando profesionales del mundo sanitario y esto supone un grado de experiencia y confianza. Escuela SAMU se distingue de otros centros educativos porque trabajamos con una metodología multisensorial y vivencial que se basa en la inmersión del alumno en situaciones complejas recreadas mediante ejercicios integrados, simulacros…

—Ha comentado antes que tienen previsto inaugurar un nuevo aulario en noviembre.
—La escuela demanda desde hace años expandirse. Es un hecho que nuestras aulas se han quedado pequeñas, por lo que el nuevo aulario, con ocho aulas, nos va a permitir ampliar nuestra oferta formativa y seguir creciendo sin que el espacio sea un límite.

—Otra de las grandes novedades de este curso 2021-2022 que acaba de comenzar es el cambio en la dirección del centro. ¿Qué espera del nuevo director, Thomas Couyotopoulo?
—Thomas y yo comenzamos juntos nuestra andadura en Escuela SAMU como compañeros y, durante todos estos años, ha demostrado su capacidad de gestión, su profesionalidad, su implicación con el equipo y con la escuela en general. En su nueva etapa como director de Escuela SAMU confío en que continuará fortaleciendo al equipo de trabajo, sumando fuerzas para sacar adelante nuevos proyectos y sacando de cada uno de nosotros lo mejor.

—El pasado curso estuvo marcado por las medidas anticovid. ¿Cómo ha afectado la pandemia a la escuela y a su metodología de aprendizaje?
—Cuando se declaró el estado de alarma y se suspendieron las clases presenciales, tuvimos que adaptar la dinámica de la escuela para cubrir las necesidades de nuestros alumnos, por lo que se crearon nuevas herramientas para adaptar lo máximo posible nuestra metodología a un sistema telemático. Los docentes sanitarios que se encontraban en activo se volcaron en este proceso de adaptación y realizaron múltiples recursos audiovisuales para acercar a los alumnos los contenidos académicos, basándose en su trabajo del día a día.

—¿Se vieron afectados los alumnos de algún modo?
—Los alumnos no se vieron afectados gracias a que los profesores compaginaron su labor docente con la sanitaria implicándose al 200% en ambas. Nadie estaba preparado para afrontar una situación como la que vivimos. Desde la dirección del centro hicimos un gran esfuerzo para coordinar al equipo de docentes e instructores, y estos, a su vez, se esforzaron en modificar las programaciones del aula en un tiempo récord. Dos días después de que se suspendieran las clases presenciales por el estado de alarma, nuestros alumnos ya habían recuperado la normalidad en cuanto a horario y clases se refiere.

—¿Las medidas anticovid se mantendrán este año?
—El curso pasado creamos el Plan Escuela Covid-19, donde se recogían todas las medidas de prevención, protección, vigilancia y promoción de la salud frente al Covid-19. Estas medidas se fueron adaptando a las distintas fases por las que fuimos pasando. Hoy partimos de una realidad muy diferente, con un porcentaje casi total de vacunados, tanto de docentes como de alumnos, y con una baja incidencia en hospitales y recursos sanitarios. Por esta razón, comenzamos este nuevo curso con medidas preventivas, pero hemos bajado las restricciones recogidas en nuestro Plan.

—¿Cuántas personas trabajan en Escuela SAMU?
—Escuela SAMU cuenta con un equipo de 16 docentes. A esto se suman cinco personas más, encargadas del mantenimiento y la limpieza, y el equipo directivo, formado por otras cuatro personas.

—¿Qué destacaría del equipo docente?
—De mis compañeros destaco su capacidad de adaptación a las necesidades de los alumnos, del equipo en general y de la escuela. Su profesionalidad, implicación en todo lo que hacen, compañerismo, respeto y colaboración son otras de sus cualidades. El cariño con el que hacen su trabajo se nota también en el ambiente y, a su vez, en el buen hacer, consiguiendo que los peores días de trabajo se conviertan en días menos malos o, incluso, buenos gracias a ellos.

—¿Qué mensaje les enviaría a los nuevos alumnos?
—Tras pasar una pandemia que no ha dejado indiferente a nadie, donde las profesiones que atienden emergencias y urgencias han cobrado un gran protagonismo, nuestros alumnos tienen una gran responsabilidad para con la sociedad del futuro. Así que yo les pediría que aprovechen cada minuto que pasan con nosotros, aprendan de los mejores, disfruten de lo que hacen y nos permitan acompañarlos en la superación de sus límites y dificultades. Queremos formar parte del proceso que los convertirá en grandes profesionales de la sanidad.

Crisis Task Force, de Escuela SAMU

Escuela SAMU, una experiencia tatuada en la piel

‘Aprende haciéndolo’ es el lema que ha caracterizado a Escuela SAMU desde sus inicios a finales de los 80 y que sigue vigente hoy más que nunca a pesar de las limitaciones provocadas por la pandemia de coronavirus. Al igual que todo SAMU, Escuela SAMU quiere ser sinónimo de calidad, en este caso, aplicada a la formación de profesionales en activo y de futuros profesionales sanitarios y de las emergencias, siempre a través de la práctica y la experiencia como base formativa.

Desde que nacieron SAMU y su servicio de asistencia médica, el doctor Carlos Álvarez Leiva (el ‘Jefe’, para muchos) ha impulsado la formación de todos los profesionales que forman parte de la nueva familia SAMU, así como de centenares de médicos, enfermeros y conductores de ambulancia que han desarrollado y mejorado su capacidad de respuesta sanitaria en el ámbito extrahospitalario, una formación que les ha permitido formar parte de diferentes servicios de emergencias sanitarias públicos (como EPES-061) y privados.

Los recursos humanos son una pieza fundamental en toda organización y, particularmente, en el sector de las emergencias, que requiere eficacia, coordinación y sangre fría para gestionar cada situación. La experiencia en medicina militar, logística y del orden implícito que trasmite el Dr. Álvarez Leiva está en el ADN de los grandes profesionales que han pasado por los másteres de Medicina y Enfermería de SAMU.

En estas tres décadas, más de 11.000 alumnos se han formado con SAMU, de los cuales más de 2.000 son médicos y enfermeros que han logrado superar un máster o curso intensivo. En Escuela SAMU, uno no se “saca un curso”, lo supera y lo consigue, porque los instructores de ayer y de hoy no regalan nada, ni en los aspectos teóricos ni mucho menos en los actitudinales y prácticos. Las profesiones de emergencias son vocacionales y deben serlo porque, en los momentos difíciles, la formación, capacidad y actitud del profesional marcan la diferencia y, en algunos casos, es lo que permite salvar vidas.

La exigencia heredada del Dr. Álvarez Leiva a todos los niveles es la que mantiene la reputación de los cursos impartidos por SAMU, principalmente en Andalucía, pero también fuera de la Comunidad e incluso fuera del país. Se aprende mucho asistiendo a un curso y participando activamente en los ejercicios prácticos pero también se aprende impartiéndolo. En SAMU, siempre se ha fomentado la participación de los profesionales de la casa como instructores para que transmitan sus conocimientos y experiencia a los alumnos y compañeros, al mismo tiempo que refuerzan sus propias capacidades.

Los alumnos coinciden en que su paso por Escuela SAMU les cambia como profesionales y como personas. La experiencia es vivencial, compartida, sufrida y deja huella, un sello SAMU tatuado en el recuerdo y la forma de actuar de los conocidos como ‘Phitos’ o ‘Samuitas’ y de sus compañeros. Eso sin olvidar que en los cursos impartidos se crean vínculos especiales, amistades e incluso parejas.

Tú te has formado en SAMU, ¿verdad?

La metodología y las exigencias marcan a los alumnos, y los profesionales del sector lo notan. No es raro que a un antiguo alumno de nuestra Escuela le digan en su trabajo “¿Tú te has formado en SAMU, verdad?”. Este comentario se ha dicho incluso en un hospital de Barcelona en una conversación sobre enfermeros de nuestro Máster que dejan el listón alto con su actitud, su eficacia y la famosa “reactivación” (ordenar, limpiar y verificar el material después de su uso, factor clave para garantizar su completa efectividad para la siguiente activación).

Los ‘megacodes’, ejercicios integrales y simulacros, que reúnen a distintos alumnos en duras actividades practicas, son la herramienta pedagógica principal que se utiliza desde los orígenes de Escuela SAMU y que aún hoy se siguen incorporando al programa mensual de actividades de la Escuela.

El concepto sigue intacto aunque los recursos cambian. Los veteranos de SAMU recuerdan la complejidad logística que requerían estos ejercicios durante los primeros años, cuando se desarrollaban en la Isla de la Cartuja, en concreto en el Charco de la Pava. Aquí se recreaban todo tipo de situación de emergencia y/o catástrofe. La imaginación no le falta al Jefe ni a los instructores y cualquier idea que permitiera simular con mayor realismo un accidente se integraba en el ejercicio, complicándolo aún más en función del nivel de los alumnos y del humor del instructor. Vehículos volcados, incendios, barro, pirotecnia, sonido estresante, sangre, humo o zulos acababan formando parte del entrenamiento diario de estos alumnos. El material se almacenaba entonces en Base-7, una nave en Dos Hermanas que alberga grandes recursos logísticos de SAMU y que el Jefe pedía con insistencia.

Tras un simulacro intenso y estresante, los alumnos exhaustos tenían que reactivar todo este material que se transportaba de vuelta a Dos Hermanas. Un esfuerzo físico y mental que ha marcado a muchos pero que les permite hoy estar preparados para asumir y gestionar las implicaciones logísticas que pueden tener los incidentes reales, en particular los de múltiples víctimas.

Maribel Álvarez, directora del área Hospitalaria de SAMU, y Juan José Barcelona, secretario de Escuela SAMU, recuerdan los principios de la formación en Cartuja cuando aún no existían las instalaciones de Gelves: “Teníamos dos aulas y una tercera de informática, pero ninguna tenía ventana. En el túnel de entrenamiento, Agustín Tomeno creó diferentes espacios para simulacros, con un coche volcado, una UCI de hospital, la habitación de un domicilio, la consulta de un centro de salud y, por ultimo, un decorado muy conseguido simulando el derrumbe de una mina”, comentan. “En esa época, los alumnos del Máster de Enfermería (Medicina a veces) tenían que realizar dos coordinaciones, que consistían en estar con el coordinador de SAMU que recibía las llamadas para ayudarle y aprender sobre los hospitales y patologías que requerían”.

Durante esta primera etapa, acompañando al Jefe, se sucedieron varios directores de la Escuela, que en su mayoría habían pasado por el Máster de Medicina de SAMU: Juan Antonio Daniel, Julia Núñez, Esperanza de la Paz Olano, Leo Miño, el militar Rafael Amazares, Juan Jesús Díaz Rodríguez y Maribel Álvarez Leiva. Teresa Quesada coordinó durante muchos años el Máster de Enfermería hasta que le relevó Maribel Álvarez. En 2017, SAMU y la Escuela lamentaron mucho la perdida de José Manuel Pérez Liñán, enfermero y docente de cualidades extraordinarias que dejó una huella indeleble en el equipo.

José Enrique Fernández, Pepe Cabeza y José Cañero, entre otros, lideraron la formación de los conductores de ambulancias, que pasaron a ser Técnicos en Emergencias Sanitarias e integrantes de los equipos de Soporte Vital Avanzado junto con los médicos y enfermeros. Caridad Vidal, Belén Jiménez y Mariló Vega gestionaban los cursos de Soporte Vital que siguen siendo un elemento indispensable de la formación sanitaria SAMU en 2021.

En 2012, SAMU instaló su centro de formación en Gelves, en una parcela de casi 18.000 m² que se ha convertido en el “parque de atracciones de las emergencias”, tal como lo definen algunos colaboradores ‘envidiosos’. Juan González de Escalada Álvarez, director de Escuela SAMU desde 2012 hasta septiembre de 2021, comenta: “Este recurso ha marcado un antes y un después en la exigencia que recaía en el equipo docente”. La logística es ahora mucho más eficiente y permite desarrollar actividades múltiples en un tiempo limitado. En estas instalaciones puedes encontrarte un fuselaje de avión, un autobús, un camión, un vagón de tren, un edificio de rescate, una piscina, y otros elementos que sorprenden a cualquiera que visita la Escuela.

Unas instalaciones diversas y originales

Estas instalaciones han supuesto un importante esfuerzo pero son aprovechadas con creces en cada promoción de alumnos e, incluso, por parte de colaboradores externos que participan y disfrutan de la diversidad y originalidad de estas instalaciones. Hasta los equipos cinológicos del Cuerpo Nacional de Policía y de los militares del Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo se desplazan a la Escuela para entrenar a sus perros.

Lourdes Vázquez Rodríguez, pedagoga y ahora jefa de estudios de la Escuela de Oficios de SAMU, recuerda la inclusión en la Escuela de los ciclos de Formación Profesional en Gelves junto con su compañera y amiga Cristina Fernández Antorán, jefa de estudios y pilar fundamental del funcionamiento de la FP en SAMU: “Los alumnos empezaron a matricularse cuando aún no había ni aulas, no había nada que enseñar más que el aula piloto y una obra. La gente confío a ciegas en SAMU. El túnel podía servir para impartir clases o como salón de actos para hacer la inauguración o charlas de orientación laboral, con la logística que eso implicaba”. Vázquez reconoce que no puede olvidar “la construcción del circuito 4×4 que pudo acabar en tragedia cuando lo probó el jefe Borja” (en referencia a Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU y amante de la aventura).

El reconocimiento y la exigencia profesional del título reglado de FP en Técnico en Emergencias Sanitarias para los conductores de ambulancias generó un atractivo para esta profesión y se mezclaron durante varios años nuevos alumnos que descubrían esta vocación junto con profesionales del sector con años de experiencia pero que necesitaban actualizar su titulación.

Más tarde, la Escuela añadió también el ciclo de FP de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), profesionales sanitarios indispensables en todas las estructuras hospitalarias, centros y residencias. La inmensa mayoría de los instructores de FP eran antiguos alumnos del Máster de Enfermería, que trasmitían con energía todos sus conocimientos y las exigencias de SAMU: Inma Álvarez, Rocío Candida, Javier Carrera, Pablo Simón, Miguel Ruiz, Mariló Vega, Paola Mora, María Veguilla, Sonia Romero y muchos más. A ellos se sumaron profesionales de otras materias que se incluían en los ciclos de FP, como Carlos Casado (mecánica), Ana Solís y Mamen Gómez (apoyo psicológico) o Sainza y Enrique Yrazusta (formación y orientación laboral). Todos ellos han sumado experiencia, conocimientos y energía para sacar adelante el proyecto del centro de Formación Profesional.

El inexorable atractivo de la bolsa del Servicio Andaluz de Salud (SAS) siempre ha generado movimientos en la plantilla de Escuela SAMU, pero ésta se ha seguido nutriendo de sus mejores alumnos, como Andrés Rodríguez, Lucía Sánchez, Saray Toro o Manuel Ángel Andrade, que en los últimos años han entrado a formar parte de la plantilla docente.

Y no podemos olvidar el clásico “Escuela SAMU, buenos días, le atiende Virginia”, de Virginia Morales Quintero, la voz y la sonrisa de Escuela SAMU, que atiende desde hace varios años con alegría y profesionalidad todas las solicitudes que llegan a nuestro centro.

Olimpiadas TES

Por otro lado, cada año se organizan las temidas Olimpiadas de Técnicos en Emergencias Sanitarias, ocasión que tienen nuestros alumnos para competir en equipos en pruebas de conocimientos, aptitudes físicas y técnicas y de enfrentarse a situaciones exigentes emocional y físicamente. Los mejores compiten luego a nivel nacional en representación de nuestra Escuela, que desde hace dos años ostenta el título de campeón de España.

Otro evento histórico es la Crisis Task Force (CTF), ejercicio de varios días que reúne a profesionales e instituciones del máximo nivel, favoreciendo el intercambio de conocimiento en la gestión de grandes contingencias. Son días y noches de ejercicios multidisciplinares para mejorar las capacidades de respuesta de los profesionales frente a catástrofes e incidentes de múltiples víctimas. Cada año, la temática de la CTF cambia, pero los esfuerzos de resistencia, gestión de la incertidumbre y estrés dentro de un régimen de gran austeridad son algunos de los ingredientes comunes en cada edición. Gracias a este tipo de ejercicio único, alumnos y profesionales sanitarios, militares, policías y bomberos se encuentran e intercambian talleres formativos y experiencias que crean vínculos.

El momento cumbre de la CTF es un simulacro nocturno de varias horas. A la luz de una hoguera, tras finalizar este simulacro a las seis de la mañana, se aprecian rostros marcados por el barro y el cansancio, pero también se forjan caracteres y se refuerzan capacidades individuales y colectivas. La edición 2020 de la Crisis Task Force prometía ser todavía más especial ya que se iba a desarrollar fuera de Sevilla por primera vez, en las islas Baleares, con una importante colaboración interinstitucional, pero el estado de alarma y las prioridades asistenciales reales desencadenadas por el coronavirus obligó a aplazarlo.

Nuevas opciones formativas

En 2018, gracias a los esfuerzos de Beatriz Estrada Vida, nueva responsable del departamento de Orientación, se abrió un nuevo ciclo de FP en Técnico Superior en Integración Social. Con este nuevo curso, la Escuela se alejaba un poco de la formación puramente sanitaria, pero también se adaptaba a una necesidad y emergencia social muy presente a la cual SAMU, y en particular Fundación SAMU, da respuesta.
Durante el verano de 2018, llegaron a coincidir un grupo de menas acogidos urgentemente en la Escuela con estudiantes estadounidenses de Medicina que participaban en una de las ediciones del curso PEAC (Prehospital Emergency Assistance Course), poniendo en evidencia unos contrastes culturales y demográficos sorprendentes y enriquecedores.

En 2019, la Escuela consiguió de la mano de Andrés Rodríguez Holst el reconocimiento y certificado como centro NAEMT, institución americana que representa a todos los EMT (equivalente de TES en España) y paramédicos. Desde entonces, Escuela SAMU imparte reconocidos cursos internacionales en el sector sanitario y táctico como son el PHTLS (Prehospital Trauma Life Support), TCCC (Tactical Combat Casualty Care), TECC (Tactical Emergency Casualty Care) y EPC (Emergency Pediatric Care), poniendo el enfoque en una medicina prehospitalaria rápida y eficaz.

Los ciclos de Grado Medio y Superior de Protección Civil son el siguiente paso a la diversificación de la Escuela, que podrá así ofrecer un título oficial a los futuros bomberos y técnicos de Protección Civil. Cristina Fernández lidera ahora los nuevos retos de la Escuela en el campo de la FPE, Formación para el Empleo, con la constancia y eficacia que siempre le ha caracterizado. Este proyecto abre horizontes orientados a formaciones regladas de personas sin empleo.

Escuela SAMU ha seguido evolucionando en los últimos años, añadiendo recursos tecnológicos a su pedagogía y creando una clínica de simulación que reproduce con gran exactitud múltiples espacios hospitalarios, aprovechados a diario por el alumnado. Fiel a sus orígenes, el equipo actual de Escuela SAMU sigue formando a sus alumnos con emociones, sudor e incluso lágrimas, pero a la vez adaptándose a los nuevos tiempos y nuevos retos.

Nuevas forma de enseñar

Las herramientas telemáticas forman ya parte integral de Escuela SAMU, tanto en FP como en formaciones de postgrado para adaptarse a las limitaciones del Covid-19 y dar posibilidades de acceso a la formación desde la distancia. En 2020, para dar respuesta a la situación sobrevenida a causa de la crisis sanitaria y ofrecer la opción de realizar la formación en centros de trabajo de forma virtual, se llegó a crear recursos exclusivos incluyendo grabaciones de guardias del área de SAMU Críticos.

Seguramente, hoy, el equipo de docentes sea menos exigente en algunos aspectos de lo que fue en su día el fundador y presidente de SAMU, el doctor Carlos Álvarez Leiva, pero desde Escuela SAMU, alumnos de todos los perfiles e instructores han sido actores clave este último año en la lucha contra el Covid-19, además de en misiones internacionales y en la participación en múltiples dispositivos deportivos y sanitarios.
El legado es grande, el nivel y las exigencias de los profesionales que han pasado por Escuela SAMU desde sus inicios son una referencia a respetar, pero este 2020 ha demostrado que las nuevas generaciones también saben estar a la altura de los retos que se les presenta y que la vocación se sigue trasmitiendo con fuerza.

Por Thomas Couyotopoulo, director de Escuela SAMU

Construcción del nuevo aulario de Escuela SAMU

Nuevo aulario de Escuela SAMU: Esqueleto de metal, alma de innovación

Escuela SAMU contará para el próximo curso con un nuevo aulario de 765 metros cuadrados en Gelves (Sevilla). Con esta edificación modular y provisional se pretende cubrir las necesidades docentes de la Escuela, que para este curso ofertará dos nuevas titulaciones (el Máster en Dirección de Centros de Servicios Socio-Sanitarios y el ciclo de Formación Profesional de Grado Medio en Técnico de Emergencias y Protección Civil), mientras se espera la concesión de licencia de obra para el edificio definitivo, que cuenta con una acreditación de proyecto Passive House.

“La construcción del edificio definitivo lleva en espera más de cinco años debido a la falta de desarrollo urbanístico de la zona en la que se encuentra situada la parcela en el que se levantaría el edificio. Ante esta situación y la necesidad de la Escuela de contar con más espacio para sus programas formativos, desde la dirección de SAMU se ha buscado una solución provisional pero novedosa”, explica el doctor ingeniero de edificación Juan Antonio Tocino, supervisor técnico del proyecto. “Podríamos haber buscado una solución más fácil, como las casetas de obras, pero a nadie le gusta que sus hijos estudien en este tipo de instalaciones provisionales. Nosotros hemos optado por una solución de mucha más calidad y confort”.

El nuevo aulario está siendo construido a partir de un sistema Steel Framing, cuya principal característica es una estructura constituida por perfiles de acero galvanizado de bajo espesor. Se trata de la primera edificación modular y provisional (no fija) de estas características en la provincia de Sevilla.

El esqueleto estructural de acero está formado por diversos elementos individuales unidos entre sí, que así funcionan en un conjunto para resistir las cargas que solicita la estructura y le dan su forma. Entre sus características destaca el rápido montaje, la reducción en los costes, la buena calidad de aislamiento térmico y, sobre todo, la versatilidad que presentan estas disposiciones. Estas piezas son utilizadas para la composición de paneles estructurales y no estructurales (tabiques), vigas secundarias, vigas de piso, techos y demás componentes. “Estamos utilizando este sistema de construcción en toda la estructura y en el envolvente del edificio, es decir, fachada, suelo y techo también. Es muy ligero. Y en el centro de esta perfilería ligera van metido los aislamientos”, explica Tocino.

Nuevo aulario de Escuela SAMU

Nuevo aulario de Escuela SAMU

En su fabricación se utilizan, además, medidas de ahorro energético y de sostenibilidad ambiental para así minimizar al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero. Las fachadas disponen de un sistema de aislamiento por el exterior denominado SATE (uno de los mejores sistemas de aislamiento que se pueden aplicar hoy en día a las edificaciones) que le confieren un gran aislamiento térmico. También dispone de aislamiento térmico y acústico en el interior de la estructura Steel Framing, creando, por tanto, un doble sistema de aislamiento. Lo mismo ocurre en la cubierta, que dispone igualmente de un doble aislamiento. Además, las ventanas cuentan con un sistema de corrección solar con lamas orientables.

La electricidad e iluminación también están diseñadas con criterios de eficiencia energética. Un sistema de paneles fotovoltaicos en la cubierta cubrirá las necesidades eléctricas del nuevo aulario y del resto de la Escuela (autoconsumo). “A pesar de tratarse de una edificación provisional, los usuarios contarán con las mismas calidades y confort que un edificio convencional de calificación energética A, dotado de espacios saludables”, destaca.

El sistema de construcción Steel Framing lleva varios años utilizándose en Estados Unidos y Canadá, pero es relativamente nuevo en España, donde sólo existen cuatro fábricas que se dediquen a este tipo de construcción. En Sevilla hay muy pocos ejemplos de este tipo de edificaciones. La mayoría son viviendas. Por esta razón, SAMU ha formado a su propio personal en Steel Framing a través de la Escuela de Oficios de SAMU (EOF).

“Al ser un edificio modular y provisional, es decir, que se puede desmontar y trasladar a otro lugar cuando cumpla su función, se podía haber construido en una fábrica y después haberlo trasladarlo, pero la dirección de SAMU decidió construirlo in situ en la propia Escuela, situada en Gelves, y el propio presidente de la Fundación SAMU, el doctor Carlos Álvarez Leiva, está haciendo un seguimiento diario de los trabajos que aquí se realizan”, explica el supervisor técnico del proyecto. “Todas las personas que participan en su construcción han sido formadas por SAMU. La obra en sí está siendo un vivero de montadores de Steel Framing y su montaje está sirviendo de aprendizaje a los alumnos de la EOF. De hecho, todos los alumnos de la primera promoción de Steel Framing están trabajando en la construcción del nuevo aulario”.

El edificio constará de ocho espacios 60 metros cuadrados cada uno: un laboratorio y siete aulas, tres de las cuales pueden unirse y transformarse en espacios más grandes. También hay dos bloques de aseos y dos más de duchas, una recepción y un amplio pasillo (distribuidor) de 124 metros cuadrados en el que se ubicaran taquillas individuales para los alumnos y una fuente ornamental con iluminación propia. Además, todo el edificio estará rodeado de una abundante vegetación. “El presupuesto inicial era de unos 276.000 euros, pero se han hecho algunas mejoras recientemente que han subido un poco este precio, especialmente en carpintería”, explica el doctor ingeniero de edificación Juan Antonio Tocino.

Por otro lado, se está gestionando la obtención de un sello ambiental para este edificio que lo haría ser la única edificación modular con este tipo de reconocimiento ambiental. Igualmente se han tenido en cuenta los criterios de accesibilidad universal con unos criterios más amplios que los estrictamente legales.

Tocino admite que el proyecto lleva un par de meses de retraso según lo previsto debido a algunos problemas técnicos y al hecho de que los constructores están “aprendiendo a la vez que levantan el edificio”, pero, si todo sigue como hasta ahora, los alumnos de la Escuela podrán disfrutar del nuevo aulario a partir de noviembre.

El proyecto original: un edificio con la acreditación Passive House

El edificio que se está construyendo actualmente, de carácter provisional, sustituye a un proyecto anterior que se encuentra paralizado ante la falta de desarrollo urbanístico de la zona en la que pretende ubicarse. Este edificio fue diseñado en 2015 por los arquitectos Valme Moreno Vega y Juan Manuel Castaño Salvador, ganadores de un concurso de ideas promovido por SAMU. Trabajaron sobre un proyecto básico primitivo de Manuel Bermudo Valero, y contó con la colaboración de un amplio equipo técnico multidisplinar y varias asesorías externas. El proyecto cuenta con la acreditación Passive House.

Una casa pasiva o casa solar pasiva es un tipo de construcción en el que se utilizan los recursos de la arquitectura bioclimática combinados con una eficiencia energética muy superior a la construcción tradicional: aislamiento térmico, un riguroso control de filtraciones y una máxima calidad del aire interior, además de aprovechar la energía del sol para una mejor climatización. Se trata de una construcción con un consumo energético muy bajo y que ofrece durante todo el año una temperatura ambiente confortable sin la necesidad de usar calefacción convencional o refrigeración.

“El proyecto de SAMU, inscrito en el Passive House Institute, causó entonces un gran interés, pues, aunque en el mundo existen ya decenas de miles de edificios con esa acreditación, en España no llegan a treinta, y la gran mayoría son viviendas unifamiliares. El edificio docente SAMU hubiera sido el primer edificio dentro de su tipología en España”, señala Tocino. “El Passive House Institute también se interesó mucho por este proyecto porque muchos de los edificios acreditados bajo este sello se encuentran en zonas con un clima frío, como Alemania, donde son necesarias hasta tres capas de vidrio en las ventanas, pero son pocos los que se ubican en un clima cálido como el nuestro”.

La construcción planteada por SAMU se ha proyectado de forma irregular, desarrollándose el programa del edificio en dos plantas con una superficie construida superior a los 3.000 metros cuadrados destinados a uso docente, más un sótano de 1.828 metros cuadrados para una futura base de vehículos de emergencias.

La fachada ha sido resuelta mediante sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE) sobre bloque de hormigón. La cubierta dispone de un aislamiento térmico de 15 centímetros de espesor sobre la que se diseña una azotea ajardinada. La carpintería de fachada se ha dispuesto de baja conductividad térmica y, como en el resto de la envolvente, se ha puesto prestado gran interés en la hermeticidad, que es clave para conseguir la eficiencia energética, con especial cuidado en la resolución de los puentes térmicos. Y la calidad del aire interior se realiza mediante ventilación mecánica con recuperador de calor. Además, el edificio contará con otro elemento singular de la arquitectura bioclimática como es una chimenea solar, en cuyo diseño se ha contado con el asesoramiento del grupo de Termotecnia del departamento de Ingeniería Energética de la Universidad de Sevilla, que favorecerá la ventilación nocturna, colaborando para disipar el calor acumulado en el edificio durante el día. También se ha diseñado una lámina de agua circulante en el suelo del porche.

“Actualmente, son muy escasos en España los edificios con chimenea solar y con un funcionamiento que necesita mejorar. El nuevo edificio de la Escuela SAMU, cuando se construya, será un hito dentro de los edificios de pública concurrencia en España, ya que proyectó un sistema de chimenea solar muy estudiado que utilizará la radiación del sol para mover el aire, suministrando aire fresco al edificio”, admite Juan Antonio Tocino. Pero este ambicioso proyecto tendrá que esperar.

Nuevas especialidades en Escuela SAMU para el curso 2021-2022

Nuevas especialidades en Escuela SAMU para el curso 2021-2022

Escuela SAMU ya calienta motores y prepara su programación académica para el curso 2021-2022, que cuenta con dos grandes novedades: el Máster en Dirección de Centros de Servicios Socio-Sanitarios y el ciclo de Formación Profesional de Grado Medio en Técnico de Emergencias y Protección Civil. Escuela SAMU es el primer y único centro privado en Andalucía que está homologado por la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía para impartir este ciclo de FP y ya trabaja para poder ofrecer en próximos cursos el Grado Superior de este mismo ciclo.

La titulación del Grado Medio en Técnico en Emergencias y Protección Civil, por su parte, permite a sus alumnos acceder a puestos de trabajo del sector de servicios de extinción de incendios forestales y apoyo en contingencias del medio natural y rural, prevención y Protección Civil, así como en los servicios públicos de atención de emergencias y cuerpos de bomberos, en administraciones públicas y privadas.

La competencia principal del Técnico en Emergencias y Protección Civil es la intervención en emergencias por catástrofes o sucesos originados por riesgos naturales, antrópicos y tecnológicos, tanto en entorno forestal como urbano. En este ciclo formativo, los alumnos realizarán actividades de control, mitigación y extinción de los agentes causantes de dichos sucesos, así como el mantenimiento operativo de vehículos, equipos, máquinas y herramientas de intervención. El rescate, salvamento y atención como primer interviniente a las personas afectadas y la rehabilitación de emergencia de las zonas son otras capacidades que se adquieren durante este ciclo.

Por otro lado, Escuela SAMU también oferta para el próximo curso la primera edición del Máster en Dirección de Centros de Servicios Socio-Sanitarios, que cuenta con la acreditación de la Fundación San Pablo Andalucía CEU.

Este programa académico de formación directiva teórico práctica está dirigido a titulados universitarios procedentes de distintas áreas que estén interesados en el ámbito de los servicios sociales, así como a personal directivo de centros y servicios sociales que deseen ampliar y perfeccionar la práctica profesional en esta área.

Escuela SAMU cuenta con unas instalaciones de 17.000 metros cuadrados con escenarios de intervención en emergencias: accidentes de tráfico (autobús, camión, coche, moto), espacios complejos (avión y helicóptero), rescate ferroviario, áreas confinadas (derrumbe de edificios, zulos, ascensor), rescate acuático y edificios de rescate, además de vehículos de emergencias (ambulancias SVA, VIR, logística y circuito de conducción 4×4), clínica de simulación (box de UCI, reanimación, pediatría, observación y triage), recursos desplegables reales (tiendas multifuncionales, descontaminación NBQ, puesto médico), material de telecomunicación, sectorización y puesto de mando, recursos audiovisuales y sistema de cámaras para análisis de ejercicios y conducción, maniquíes de rescate, soporte vital avanzado, simuladores, bustos con análisis de calidad RCP, material asistencial real (electromedicina, mochilas asistenciales SVA, inmovilización, EPIs), taller de mecánica con motores, generadores y piezas reales para un aprendizaje práctico, sistema de fuego controlado y simuladores.

Además del ciclo en Técnico en Emergencias y Protección Civil y el Máster en Dirección de Centros de Servicios Socio-Sanitarios, Escuela SAMU oferta para el próximo curso numerosos ciclos de Formación Profesional y posgrados, como el Grado Superior en Técnico en Integración Social. El centro educativo, de titularidad privada, realizará un importante esfuerzo económico de cara al próximo curso y ofrece un descuento en la matriculación del Grado Superior en Técnico en Integración Social del 16% (más de 1.000 euros) con respecto al precio de ediciones anteriores para las primeras 15 plazas.

Dentro de su catálogo de titulaciones también destacan el Grado Medio en Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería o el Grado Medio en Técnico en Emergencias Sanitarias (presencial y semipresencial), que cuenta con una tasa del 92% de inserción laboral, además del Máster en Emergencias Médicas; Máster en Emergencias Pediátricas; Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria; curso de Experto en Cuidados de Enfermería en Hospitalización y Centros Sociosanitarios; y Experto en Atención Integral en Salud Mental.

“En Escuela SAMU nos comprometemos con la excelencia en la enseñanza. Fomentamos la investigación, la innovación y el desarrollo como medio para el crecimiento continuado de nuestra escuela. Garantizamos la calidad en la enseñanza creando una escuela viva, innovadora, abierta a los cambios, a las necesidades del momento y a la búsqueda continua de la mejora”, explican desde el centro formativo situado en Gelves. “Además, nuestros alumnos adquieren un papel activo en su formación, asimilando estrategias de resolución de problemas en situaciones de estrés, de trabajo en equipo multidisciplinar y trabajando sobre procedimientos actualizados. La formación más exigente tiene como fruto a los profesionales mejor preparados”.

La oferta formativa de Escuela SAMU se realiza en modalidad presencial, online y semipresencial. Además de las instalaciones de Gelves y la Isla de la Cartuja (en Sevilla), el centro cuenta con una avanzada plataforma de e-learning donde más de 3.000 alumnos aprenden, se comunican con sus tutores y realizan sus actividades de aprendizaje 24 horas al día 365 días al año. Además, SAMU pone a disposición de sus trabajadores un paquete de becas totales o parciales para su formación en la Escuela.