ISL SAMU Dúrcal

ISL SAMU Dúrcal: un espacio creativo para sanar y conectar

Durante los últimos meses, en el centro ISL SAMU Dúrcal (Granada) se ha llevado a cabo un taller de arteterapia en colaboración con la asociación The Red Pencil Europe. El programa se divide en dos fases: la primera se centra en la formación del equipo profesional en la metodología y razón de ser de la arteterapia; y la segunda fase está dirigida a los menores residentes del recurso, con un total de 12 sesiones impartidas en el propio centro.

Este proyecto ha ofrecido una plataforma única para explorar y expresar vivencias, emociones, necesidades y preocupaciones. A través de diversas técnicas artísticas, cada sesión ha proporcionado un entorno seguro y creativo donde poder compartir historias personales y conectar con las emociones.

Esta experiencia ha permitido a los jóvenes explorar una variedad de medios artísticos, incluyendo la pintura, el dibujo y la escultura. Cada sesión ha sido diseñada para abordar diferentes temas relevantes para los adolescentes, como la identidad, la resiliencia y el duelo. Bajo la guía de Irene Rodríguez, terapeuta especializada, los participantes encontraron en el arte una forma de comunicar lo que a menudo es difícil de expresar con palabras.

Uno de los logros más destacados del taller ha sido la creación de un mural colectivo que simboliza la diversidad y la unidad del grupo. Este mural, que ahora se exhibe en el centro, no solo refleja las experiencias individuales de los adolescentes, sino también su capacidad para trabajar juntos y apoyarse mutuamente en su nueva vida.

Los participantes del taller han expresado una gran satisfacción e implicación al poder compartir sus historias y conectar con otros jóvenes que atraviesan situaciones similares. «Me siento más comprendido y menos solo», comentó uno de los participantes. Asimismo, al finalizar cada sesión se realizaron reuniones de seguimiento entre la terapeuta especializada y el área de Psicología del ISL SAMU Dúrcal, lo que ha permitido detectar nuevas necesidades y preocupaciones que deben ser abordadas.

El taller de arteterapia ha demostrado ser una herramienta valiosa no solo para la expresión personal, sino también para el fortalecimiento de la comunidad dentro del centro de acogimiento. En un contexto donde la migración forzada y la separación familiar pueden generar profundos sentimientos de pérdida y desarraigo y donde existe una clara barrera idiomática, iniciativas como este taller de arteterapia son esenciales para el bienestar emocional de los adolescentes. Este tipo de vivencias proporcionan un espacio donde los jóvenes pueden crecer y encontrar un sentido de pertenencia en su nueva realidad.

Equipo de Sevilla Integra

Sevilla Integra beneficia a más de 500 personas

El programa de empleo Sevilla Integra, subvencionado por el Ayuntamiento de Sevilla, cumple en noviembre su primer aniversario. Este programa, dedicado a la inclusión social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad, ha demostrado ser una herramienta para mejorar la calidad de vida de sus beneficiarios y promover una sociedad más justa.

En este primer año, más de 500 personas han sido atendidas por Fundación SAMU en los distritos de Casco Antiguo, Triana y Los Remedios, donde la entidad desarrolla el programa. El objetivo principal es facilitar o mejorar la inserción sociolaboral a través de la realización de itinerarios personalizados de inserción utilizando para ello diversos métodos, instrumentos y recursos que faciliten el empleo y la mejora de la empleabilidad de las personas en situación de dificultad de inserción, logrando una mejor posición ante el mercado laboral.

En total, 535 personas han participado en una de las 35 acciones de información y sensibilización llevadas a cabo durante este año; 327 han participado en acciones de orientación sociolaboral; y 132 han realizado prácticas profesionales. En la actualidad, 350 personas tiene abierto un itinerario personalizado de inserción con Fundación SAMU a través del programa Sevilla Integra.

Sevilla Integra ha desarrollado iniciativas que abarcan desde la formación y capacitación laboral hasta el apoyo psicosocial y la mediación intercultural. Uno de los logros más notables del proyecto ha sido la implementación de competencias técnicas en diversos sectores como administración, comercio, logística y ayuda a domicilio. Estas formaciones no solo han proporcionado habilidades técnicas a los participantes, sino que también han reforzado su autoestima y confianza, elementos clave para la integración de estas personas en el mercado laboral.

Recientemente, 75 personas realizaron en Escuela SAMU un curso de 100 horas de Atención Sociosanitaria en Domicilio y el 80% de las personas que realizaron esta formación y, posteriormente, prácticas laborales lograron un empleo en la misma empresa en la que realizaron las prácticas, según explica Jesús Sarasola, coordinador de Sevilla Integra.

En total, el Ayuntamiento de Sevilla, a través del área de Cartuja, Parques Innovadores, Empleo, Economía y Comercio, aporta 4.353.082 euros de la cantidad total del programa, que asciende a 4.867.103 euros con la aportación de las diez entidades que desarrollan el programa, entre ellas Fundación SAMU, en los diferentes distritos de Sevilla.

«Desde SAMU valoramos de manera muy positiva este primer año y el feedback que recibimos por parte de los usuarios atendidos también es muy positivo. Se muestran muy contentos con los resultados, sobre todo porque nos adaptamos a sus necesidades y no les mareamos. Buscamos su inserción laboral en el menor tiempo posible», explica el coordinador de Sevilla Integra.

Sarasola reconoce que los usuarios que SAMU atiende en este programa cuentan, en su mayoría, con formación previa, competencias y valores. «Hay dos perfiles diferentes de usuarios. Por un lado, hay un grupo de personas que necesitan actualizarse y renovarse para reincorporarse al mercado laboral. Por ejemplo, en los cursos de auxiliar administrativo hay muchas mujeres que trabajaban en este sector y que necesitar adquirir nuevas competencias. Pero también trabajamos con muchas personas inmigrantes que nos derivan desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y que viven en el centro de la ciudad», apunta el coordinador del proyecto. Este proyecto de empleo comenzó el 20 de noviembre y tendrá una duración de 18 meses.

Entrega de 50 bancos escolares en la comunidad de Giheta (Burundi)

Los niños de Giheta ya pueden sentarse para aprender

En un esfuerzo por mejorar las condiciones educativas en Burundi, Fundación SAMU, a través de su área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria, ha completado con éxito la entrega de 50 bancos escolares en la comunidad de Giheta. Este proyecto, realizado en colaboración con la organización local Global Development Community Burundi (GDCB), representa un paso significativo hacia la creación de un entorno de aprendizaje más adecuado y cómodo para los estudiantes.

La llegada de estos bancos escolares se produjo justo a tiempo para el inicio del nuevo ciclo escolar, lo que demuestra la eficacia y dedicación de GDCB. Esta organización local desempeñó un papel crucial en la ejecución de la iniciativa superando diversos desafíos logísticos típicos de las áreas rurales y remotas del país. Gracias a su compromiso y esfuerzo, los estudiantes de la escuela de Giheta ahora cuentan con un espacio que no solo es más funcional, sino que también promueve un ambiente de estudio más organizado.

El proyecto ha sido cofinanciado por el Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros (Zaragoza), cuya contribución ha sido fundamental para garantizar que estos bancos llegaran a los niños y niñas de la comunidad. Con esta colaboración, se ha logrado mejorar las condiciones educativas para aproximadamente 200 estudiantes, a los que se ha brindado un lugar adecuado para aprender y crecer.

La ceremonia de entrega de los bancos fue un evento de gran alegría, donde niños y familias expresaron su gratitud por esta significativa mejora en las instalaciones escolares. La emoción palpable en el ambiente subrayó la importancia de esta iniciativa en la vida cotidiana de la comunidad. Los nuevos bancos no solo han aumentado el confort de los estudiantes, sino que también han creado un entorno más propicio para el aprendizaje, lo que impactará de manera positiva en su rendimiento académico y bienestar general.

Fundación SAMU reafirma así su compromiso con el desarrollo sostenible y la mejora de las condiciones educativas en Burundi. Este proyecto es solo el primer paso en un esfuerzo más amplio por garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad. La organización ha demostrado su dedicación hacia las comunidades más vulnerables, y con esta entrega de bancos, se sienta una base sólida para futuras iniciativas que busquen seguir mejorando el acceso a la educación en el país.

El trabajo realizado en Giheta refleja un modelo de colaboración efectiva entre organizaciones internacionales y locales, donde la suma de esfuerzos y recursos puede traer cambios significativos en las vidas de quienes lo necesitan. A medida que se avanza, Fundación SAMU y GDCB continúan explorando nuevas formas de apoyar a las comunidades en Burundi, asegurando que la educación no sea solo un derecho, sino una realidad accesible para todos.

Algunas de las beneficiarias del proyecto de la Asociación Hanan, SAMU y la AACID.

Cuidar a quienes cuidan: más de 60 mujeres de Tetuán disfrutan de actividades de ocio gracias al apoyo de Fundación SAMU

En las zonas rurales de Tetuán (Marruecos), la vida de las cuidadoras de personas con discapacidad no conoce descanso. Estas madres, que dedican sus días a cuidar sin cesar, rara vez cuentan con momentos para sí mismas. Sin embargo, gracias a una reciente iniciativa de la Asociación Hanan, con el apoyo técnico y financiero de Fundación SAMU y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), un grupo de 61 mujeres pudieron disfrutar de algo tan sencillo como revitalizante: el ocio. Las cuatro actividades organizadas en la montaña Zarka, los bosques Nakata y Kitan, y la granja Dadash ofrecieron una pausa en medio del arduo camino que recorren día a día.

La sobrecarga de los cuidados de personas con discapacidad tiene efectos profundos en la salud física y mental de las cuidadoras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de los cuidadores informales, en su mayoría mujeres, experimenta niveles elevados de estrés, lo que puede llevar a problemas de salud como la depresión y la ansiedad. Además, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) indica que el 60% de las cuidadoras reportan problemas musculoesqueléticos debido al esfuerzo físico que implica su labor. En un estudio realizado en el marco de este proyecto, se ha evidenciado que la carga de los cuidados para el 85% de las cuidadoras es de moderada a severa y 2 de cada 10 personas que sufren una carga grave requieren intervención y apoyo urgentes. El 50% de ellas reconoció tener toda la responsabilidad sobre el cuidado de sus familiares con discapacidad y solamente el 10% ha tenido algún apoyo económico (bono) gubernamental.

Por ello, estos momentos de respiro, aunque breves, tienen un impacto significativo en sus vidas. Durante estas excursiones, estas mujeres lograron desconectar de las preocupaciones diarias y compartir sus experiencias con otras cuidadoras que se enfrentan a la misma realidad que ellas. No solo fue una oportunidad para disfrutar de la naturaleza, sino también para encontrar consuelo en la compañía mutua, donde las risas y el canto reemplazaron, aunque fuera temporalmente, el agotamiento y la carga emocional que conlleva el cuidado constante de un ser querido con discapacidad.

Una de las participantes, emocionada tras la experiencia, expresó: «Estoy agradecida por esta excursión, donde he podido disfrutar con otras madres que sufren lo mismo que yo. Hemos podido olvidar por unas horas las responsabilidades que tenemos y el estrés que vivimos a diario. Nos hemos reído, cantado y bailado juntas. Pedimos a la Asociación que se organicen este tipo de actividades más a menudo». Este testimonio refleja la urgencia de generar más espacios de cuidado para quienes cuidan, ya que las cuidadoras, muchas veces invisibilizadas, también necesitan y merecen recibir apoyo.

Este tipo de iniciativas, desarrolladas en el marco del proyecto Cuidado y Autonomía, no solo son un respiro para las cuidadoras, sino también un reconocimiento a la labor titánica que desempeñan. Crear más oportunidades para que estas mujeres puedan desconectarse, fortalecer sus lazos y revitalizarse debería ser una prioridad, no solo en Marruecos, sino en todo el mundo. Las actividades de ocio no son un lujo, son una necesidad para el bienestar físico y emocional de estas madres, verdaderas heroínas invisibles.

Proyectos de Fundación SAMU en Marruecos

Proyectos de Fundación SAMU en Marruecos

El primer proyecto de cooperación al desarrollo que SAMU puso en marcha en Marruecos comenzó en diciembre de 2023 y finalizará en diciembre de este año, con financiación del Ayuntamiento de Sevilla. En colaboración con la Asociación Hanan, el proyecto, titulado ‘Fortalecimiento de los Actores Territoriales para Mejorar el Ejercicio de los Cuidados y la Autonomía de las Personas con Discapacidad más Vulnerables de los Barrios de Jbel Dersa, Jamaa Mezouak y Sidi Talha, de Tetuán, con Enfoque de Derechos Humanos y Atención a las Necesidades de sus Cuidadoras’, responde a la debilitación de los servicios sociales y sanitarios tras la pandemia de COVID-19, especialmente en lo que respecta al apoyo a las cuidadoras.

El objetivo del proyecto es mejorar la atención y los cuidados que reciben las personas con discapacidad a través del fortalecimiento de las capacidades de los actores locales, como el Ayuntamiento, la Universidad y diversas ONG. Además, se busca visibilizar el rol de las cuidadoras y promover su autocuidado.

El segundo proyecto, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID), trata sobre la misma temática que el proyecto anterior, pero se centra en las zonas rurales de la provincia de Tetuán, que abarcan el 70 por ciento del territorio. A diferencia del entorno urbano, en las áreas rurales los servicios sociales y sanitarios están aún más deteriorados o son inexistentes, lo que deja a las cuidadoras y a las personas con discapacidad en una situación muy precaria.

Este proyecto, que comenzó en febrero de 2024 y finalizará en julio de 2025, tiene objetivos similares a los del proyecto urbano. Se presta atención a visibilizar el rol de las cuidadoras, haciendo énfasis en sus necesidades en el contexto rural, como el manejo de la ansiedad y el fortalecimiento de la autoestima.

El tercer proyecto, que comenzó en septiembre de 2024 y finalizará en julio de 2025, cuenta con financiación del Gobierno de las Islas Canarias y se ejecuta en colaboración con la High Atlas Foundation (HAF). Se centra en la rehabilitación de los sistemas de agua en las localidades de Wizemaran e Ikis, afectados por el terremoto que golpeó la región de Marrakech en 2023. Su objetivo es garantizar el acceso a agua potable, lo que permitirá desarrollar una agricultura sostenible que mejorará las condiciones de las comunidades. La rehabilitación de los sistemas hídricos no solo es esencial para la supervivencia, sino también para impulsar un desarrollo agrícola respetuoso con el medio ambiente y sostenible.

Profesionales de SAMU en Estados Unidos.

Respuesta urgente de SAMU al paso del huracán Milton en Florida

El estado de Florida, en Estados Unidos, sigue convertido en el patio de recreo de los más temibles huracanes del mundo. Tras el paso de Helene en septiembre, que dejó a su paso 227 personas muertas y dos millones de personas sin electricidad, el huracán Milton se convirtió a principios de octubre en una nueva amenaza letal para una población que ya estaba extenuada. Mientras los partes meteorológicos alertaban del nuevo desastre en ciernes, Fundación SAMU envió un equipo de cinco voluntarios, liderados por Juan González de Escalada, para sumarse a un contingente de profesionales de SAMU First Response y Project HOPE cuya misión era la de auxiliar a las comunidades afectadas por el desastre.

El 10 de octubre, el equipo formado por profesionales de las tres organizaciones ya estaba operativo en Estados Unidos y un día después ya habían alcanzado las zonas de impacto. Tres días antes, las autoridades de Florida habían declarado el estado de emergencia y habían ordenado la evacuación de miles de residentes de núcleos urbanos de la costa, con imágenes de carreteras atestadas de vehículos que daban la vuelta al mundo. “Nos preparamos para afrontar lo peor”, apuntaba Juan González de Escalada.

El equipo enviado desde España estaba formado por cuatro voluntarios, además del propio González de Escalada, entre Técnicos en Emergencias Sanitarias y técnicos en Emergencias y Protección Civil. Algunos de ellos, alumnos de Escuela SAMU, se enfrentaban a su primera misión. Estos voluntarios se unieron a tres profesionales estadounidenses de SAMU First Response, y tres más de Project HOPE, organización con la que SAMU colabora de forma habitual en misiones internacionales. Dos proyectos recientes son las misiones de Marruecos y de Turquía en 2023, ambas tras terribles terremotos.

El grupo desplazado hasta Florida estaba equipado con un puesto de mando avanzado, una zodiac, un Quad (ATV), dos vehículos 4×4 de alto tonelaje y una furgoneta equipada con material logístico y de ayuda humanitaria (además de material de comunicaciones, motosierras y equipamiento de corte para la poda y tala de árboles caídos por el huracán). Milton dejó el suelo de Florida lleno de árboles caídos y accesos inhabilitados, por lo que el equipo de SAMU se dedicó a labores de limpieza con motosierras y herramientas de poda para despejar las vías de zonas residenciales.

La misión recordó, en muchos aspectos, a intervenciones anteriores de SAMU tras crisis derivadas de desastres metereológicos, como en el temporal Filomena en Madrid o la ciclogénesis en Sevilla, donde también emplearon equipos de corte y poda para liberar zonas afectadas.
“Nuestra misión no es solo brindar apoyo logístico y operativo, sino también asegurarnos de que nuestras acciones fortalezcan el trabajo de quienes ya están sobre el terreno”, explica González de Escalada.

La unión con Project HOPE y la extensión estadounidense de SAMU, SAMU First Response, facilitó una respuesta eficaz y coordinada, y, sobre todo, un rapidísimo despliegue del equipo. SAMU First Response ya está inscrita en el National Voluntary Organizations Active in Disaster (VOAD) y trabaja en constante coordinación con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) en Estados Unidos.

La experiencia de SAMU en misiones internacionales garantiza que sus equipos están siempre preparados para operar de manera autónoma, sin convertirse en una carga adicional para las comunidades afectadas. Para esta misión, los voluntarios llevaron consigo 400 litros de combustible, comida, literas y hasta un generador de energía, conscientes de que la capacidad de abastecimiento sería limitada en los primeros días.

La misión finalizó el 17 de octubre, después de una semana de trabajo y más de 4.000 kilómetros recorridos. Según las autoridades de Florida, el paso del ciclón dejó al menos 16 muertos y unos 2,4 millones de hogares y negocios sin electricidad. Unas 80.000 personas tuvieron que pasar la noche en refugios. Sin embargo, también señalaron que los peores escenarios que se preveían por el paso del huracán no se cumplieron.

«Había muchísimo trabajo por hacer, y volver a la normalidad va a requerir meses. Lo primero fue restablecer los suministros de electricidad y combustible. Era espectacular ver a los camiones cisterna saltándose semáforos y cruces escoltados por la policía. Después el trabajo se centró en espacios públicos como parques y playas. Las casas particulares serán las que más tarden en recuperarse. Quizás algunas nunca lo hagan. Pero es de destacar el espíritu de resiliencia del pueblo americano y sus capacidades en cuanto a trabajar en sus casas y su comunidad. El conocido «Do It Yourself». Vimos infinidad de ancianos retirando ramas caídas de sus casas y jardines», relata Juan González de Escalada.

Las intervenciones de SAMU, respaldadas por una experiencia internacional que abarca misiones en Turquía, Ucrania, Marruecos, Chile y Haití, entre otros países, son testimonio del compromiso de la fundación con la ayuda humanitaria. Cada misión deja una marca en la comunidad y en los propios voluntarios, que regresan a casa con la satisfacción de haber contribuido a aliviar el sufrimiento en momentos críticos.

Para los jóvenes de Escuela SAMU, esta misión ha sido una lección vivencial que va mucho más allá de los conocimientos adquiridos en el aula. Cada desafío enfrentado, cada obstáculo superado, contribuyó a formar en ellos la resiliencia y el compromiso que caracteriza a un auténtico profesional en emergencias.

Reunión fundacional de la Alianza para la Investigación sobre Migración

Un ágora para la investigación sobre migraciones

Sevilla acogió el 16 de octubre la reunión fundacional de la Alianza para la Investigación sobre Migración (Alliance for Migration Research), un proyecto del Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) y SAMU First Response, con la participación de varias universidades internacionales, para crear un entorno de colaboración que promueva investigaciones sobre la migración. La jornada fue todo un éxito por su espíritu colaborativo e innovador con el objetivo de avanzar hacia una mejor calidad y una mayor calidez en la atención a la población migrante.

«Alliance for Migration Research es una iniciativa que lleva planificándose más de dos años y que tiene hoy su sesión constitutiva. Nacemos», destacó Carlos González de Escalada, presidente de SAMU, durante la inauguración de la jornada, que se celebró en el Salón de Grados de la Universidad CEU Fernando III, en Bormujos (Sevilla). En el evento participaron cerca de 70 personas de manera presencial, a las que se sumó una treintena más de participantes online.

«SAMU está hoy apoyando la migración en seis zonas calientes del mundo: Estrecho de Gibraltar, archipiélago balear, archipiélago canario, en la capital de Estados Unidos y en la frontera de Arizona con México. Eso, por no mencionar los más de 60 centros para niños migrantes no acompañados que Fundación SAMU gestiona por toda España», continuó González de Escalada.

«Somos más de 3.000 profesionales a ambos lados del Atlántico. Tenemos una experiencia técnica muy arraigada como prestadores de servicios sociales esenciales. En un año cualquiera, SAMU apoya a más de 15.000 migrantes, incluyendo familias, mujeres y niños no acompañados. Hoy, gracias al afán loable de nuestro Instituto SAMU de Investigación Científica y al apoyo financiero de Fundación SAMU, generamos un espacio de transferencia gratuito, completamente abierto a la participación internacional».

La apertura del encuentro corrió a cargo del presidente de SAMU, Carlos González de Escalada; Myriam Navarro, coordinadora de postgrado de la CEU San Pablo; y el director general de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía, Francisco Jesús Toronjo.

La conferencia inaugural, titulada Corrigiendo mitos sobre la migración, la pronunció Ernesto Catañeda Tinoco, director del Laboratorio de Inmigración de la American University USA. Castañeda compartió evidencias científicas para desmentir mitos sobre la migración. En su exposición, Castañeda destacó que los inmigrantes representan solo el 3,5% de la población mundial y que su impacto negativo es exagerado. Argumentó que la migración es crucial para contrarrestar el descenso de la población y mantener el crecimiento económico y cultural, especialmente en países como Estados Unidos.

A lo largo de la jornada, se desarrollaron diversas mesas de debate y ponencias. Estas se dividieron en dos grandes temáticas: Teoría y praxis en el abordaje de la migración. Proyectos y protocolos Fundación SAMU; y Teoría y praxis en el abordaje de la migración desde la Universidad.

En estas mesas y ponencias se trataron temas como los cambios más significativos en los últimos 20 años del fenómeno migratorio; la convención sobre los derechos del niño; jóvenes y migración desde la perspectiva de género; cómo mejorar la resiliencia de las poblaciones desplazadas; retos geopolíticos, económicos y sociales; el proyecto VRIME en Andalucía; el proyecto Immerse (Integration Mapping of Refugee and Migrant Children in Schools and Other Experiential Environments); el proyecto MadreUP; o el Programa Legalízate en EE.UU.; entre otros temas y asuntos.

«Como institución a la vez científica y técnica, SAMU estaba obligada a ejercer el liderazgo en investigación en migraciones. Lo hacemos con humildad y convicción con el único objetivo de ser útiles a los presentes. Somos una alianza de buena voluntad», expresó durante la jornada Carlos González de Escalada, que, a su vez, indicó como principales objetivos del evento «atraer a la comunidad científica internacional a un foro de intercambio abierto y bien intencionado; fomentar líneas de investigación colaborativas entre universidades e instituciones de todo el mundo; y crear oportunidades de transferencia tecnológica entre profesionales de los servicios sociales e investigadores del universo académico».

La conferencia de clausura estuvo a cargo de Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU, que trabaja en la europeización de los centros de acogida para menores migrantes no acompañados. Su enfoque se centra en adaptar y mejorar los procedimientos y servicios de estos centros para alinearlos con los estándares europeos, asegurando una atención integral y de calidad para estos menores.

La mesa de clausura estuvo formada por José Antonio Trujillo, director general de SAMU; Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU; y Miguel Antonio Guevara Quintanilla, cónsul general de El Salvador en Sevilla, que comunicó las dos candidaturas para los próximos encuentros de la Alliance For Migration Research: el primero en Washington DC (EEUU) y, el siguiente, en El Salvador.

Políticas de integración

En este encuentro de expertos en migraciones celebrado en Sevilla se expusieron evidencias sobre los retos y oportunidades que suponen los movimientos migratorios para la sociedades de acogidas siempre y cuando se fomente políticas de integración en temas de vivienda, educación, salud, formación y desempeño laboral y especialmente la integración sociocultural basada en la empatía y el respeto.

«La migración es un fenómeno global que presenta tanto oportunidades como retos. Los migrantes, al integrarse en nuevas sociedades, contribuyen significativamente a la economía local. Quieren trabajar y emprender negocios, demostrando una resiliencia notable, especialmente las madres migrantes, quienes a menudo se enfrentan a desafíos adicionales», apuntan desde SAMU. Además, «la inserción laboral de los migrantes ofrece múltiples oportunidades. Sin embargo, también supone retos significativos, como la necesidad de legalización para acceder a vivienda, trabajo y actividades socioeducativas». La legalización es crucial para garantizar que los migrantes puedan contribuir plenamente a la sociedad y beneficiarse de sus derechos.

I Jornada Aeronáutica Adaptada, un evento organizado por SAMU y por el Real Aeroclub de Sevilla

La I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU vuela alto

El Aeródromo La Juliana de Sevilla fue escenario el 8 de octubre de la I Jornada Aeronáutica Adaptada, un evento organizado por SAMU y por el Real Aeroclub de Sevilla que tuvo como objetivo acercar a las personas con discapacidad física, psíquica o sensorial al mundo aeronáutico en su camino hacia la inclusión y la normalización social. Uno de los talleres fue un bautismo de vuelo que dio a más de 20 personas la oportunidad de experimentar, por primera vez, la emoción de volar. El evento fue todo un éxito de organización y de asistencia, con más de 200 personas participantes. «Ha superado nuestras expectativas», señaló Estela Garrido, responsable de SAMU Idilio.

La jornada se desarrolló por la mañana y contó con dos grupos de actividades, de tierra y de aire, por los que fueron rotando los participantes. Entre otras actividades, los asistentes tuvieron la oportunidad de acercarse a diferentes aeronaves y visitar su interior; de ponerse a los mandos de un simulador de vuelo; de conocer los preparativos y recursos materiales necesarios de un paracaidista; de recorrer los hangares y disfrutar del despegue de un avión; y de experimentar un bautismo de vuelo.

En la jornada participaron usuarios de las residencias Santa Ana y San Sebastián y del centro de estancia diurna San Lucas, todos ellos ubicados en la provincia de Sevilla y gestionados por Fundación SAMU. También participaron alumnos con discapacidad física, psíquica y sensorial de diferentes colegios de educación infantil y primaria de Sevilla. Además, un grupo de diez menores extranjeros no acompañados, usuarios de los servicios de Fundación SAMU, realizaron funciones de voluntarios como recurso de apoyo a las personas con discapacidad.

El evento contó con un amplio respaldo institucional. Participaron Pedro Calbó, director general de Personas con Discapacidad de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía; María Nieves Valenzuela, directora general de Fomento de la Innovación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía; Clara Monrob, alcaldesa del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Manuel Varilla, concejal-delegado de Deportes del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Lucía González, concejala-delegada de Inclusión del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Juan José Arbolí, coronel jefe del ACAR Tablada y comandante militar aéreo del Aeropuerto de Sevilla; José Antonio Pereira, coronel jefe del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA); y Manuel Pérez, teniente coronel jefe del batallón de Helicópteros de maniobra nº IV.

La jornada aeronáutica fue posible gracias a la colaboración de la Junta de Andalucía y de la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Ejército del Aire, el Ejército de Tierra y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que trasladaron recursos y efectivos al Aeródromo La Juliana.

Con esta iniciativa se busca promover la igualdad de oportunidades y el acceso a actividades aeronáuticas a personas que, en términos generales, viven muy alejadas de este mundo. Estas personas tuvieron la oportunidad de experimentar las emociones que suscita volar, rompiendo barreras y desafiando estereotipos. «Es una novedad para todos, especialmente para ellos. Hacer cosas que salen de la rutina es algo emocionante para ellos, mucho más si es una actividad como ésta. Y, por supuesto, poder acceder. La palabra accesibilidad es muy importante en el mundo de la discapacidad», explicó María José Tinoco, directora de Acción Social de SAMU.

Promover la accesibilidad

“Estas jornadas contribuyen a la responsabilidad social de eliminar el asistencialismo en la atención a las personas con discapacidad. Queremos mejorar la adaptación de los entornos para que sean accesibles en el desarrollo de las actividades de la vida diaria, y promover la accesibilidad para todos en el ámbito de las actividades de ocio. Si las actividades aeronáuticas son más restringidas para la mayoría de la población, lo es en mayor medida para las personas con discapacidad. Este es el reto”, explican desde el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU.

José Luis de Augusto Gil, presidente del Real Aeroclub de Sevilla, ha sido una persona clave en la organización de estas jornadas. Este piloto e ingeniero aeronáutico era uno de los especialistas de ensayos en vuelo del avión A400M de Airbus que se estrelló en Sevilla el 9 de mayo de 2015. Sobrevivió al desastre y su vida cambió. Tras recuperar su licencia de vuelo, fundó Newwings, que promueve la inclusión de personas con discapacidad en las actividades aeronáuticas del Aeroclub y se centra en el vuelo de aviones a motor adaptados para el uso por personas con movilidad reducida.

I Jornada Aeronáutica Adaptada, un evento organizado por SAMU y por el Real Aeroclub de Sevilla

I Jornada Aeronáutica Adaptada, un evento organizado por SAMU y por el Real Aeroclub de Sevilla

José Antonio Trujillo, director general de SAMU

José Antonio Trujillo, director general de SAMU: «Trabajar en la acción social y el servicio a los demás es un regalo»

José Antonio Trujillo es Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y Máster en Organización de Empresas por el Instituto de Empresa (IE). Ejerció cargos de dirección en diversas multinacionales hasta su llegada a SAMU en diciembre de 2019, donde, en un primero momento, fue director del departamento de Desarrollo. En diciembre de 2021, fue nombrado adjunto a la dirección general de SAMU. Un año después ascendió a director general adjunto, puesto que ha ejercido hasta la fecha.

—Antes de empezar con la entrevista, me gustaría felicitarle por su nuevo nombramiento.
—Muchas gracias. Significa un reconocimiento enorme para mí. Es la primera vez en la historia de SAMU que una persona ajena a la familia fundadora accede a la dirección general.

—En los últimos años, SAMU ha experimentado importantes cambios en la dirección. De hecho, no hace mucho se produjo un relevo generacional. ¿A qué se deben estos cambios?
—A finales de 2021, Carlos González de Escalada, entonces director general de SAMU y ahora presidente de la organización, tomó la decisión de iniciar un proceso de profesionalización en SAMU de una forma pausada y con una serie de hitos y cambios. Aprovechábamos los viajes de trabajo juntos para hablar de cómo llevar a cabo este proceso, no lo hacíamos en la vorágine del día a día. Fue entonces cuando cambió mi figura, que había estado dos años vinculada a la dirección del departamento de Desarrollo y me nombró adjunto a la Dirección General. Al mismo tiempo, Carlos provocó una serie de cambios en las direcciones de las áreas más estratégicas. Yo también empecé a impulsar una serie de cambios tanto en lo relacionado con el personal como en las fórmulas de trabajo. En todo este proceso, siempre he ido de la mano de Carlos, aunque he de decir que he tenido la suficiente autonomía para impulsar los cambios necesarios en cada momento. Debo admitir que creí que en seis meses le iba a dar la vuelta a la organización y aún hoy no lo he conseguido.

—No es fácil cambiar las estructuras y los hábitos de trabajo de una empresa con más de 40 años.
—SAMU ha cumplido ya 43 años y siempre se han hecho las cosas desde la óptica del deber y basándose en la intuición, con pocos datos empíricos y estrategias empresariales. SAMU ha salido adelante porque han sido muy trabajadores, muy innovadores y valientes, pero en cualquier momento de esta trayectoria podía haber venido un vendaval y haberse llevado la organización por delante. Es en el momento en el que la empresa experimenta un gran crecimiento sin precedentes cuando trazamos el Plan 2030 con sus tres hitos troncales; la profesionalización, la internacionalización y la transformación digital. Son líneas de trabajo en las que ponemos mucho empeño. Pretendíamos y seguimos persiguiendo aportar seguridad y sostenibilidad a todo el proyecto.

—¿Es su nombramiento como director general el fin de esa etapa de profesionalización que inició e impulsó Carlos González de Escalada?
—Realmente es la consolidación de todo el proyecto de Carlos González de Escalada y su idea de que en 2025 él ya no sería el director general de SAMU. Es el fin de una etapa que se enlaza inmediatamente con la siguiente y continúa. El hecho de que su sucesor sea alguien externo a la familia no es casual, es un cambio intencionado. Él es un visionario. No da puntadas sin hilo. SAMU está viviendo la transformación de una empresa familiar a una empresa convencional que separa los intereses de la familia de los intereses del negocio y que mira al futuro con ambición.

—Y para usted, ¿qué significa este nombramiento?
—Para mí es un orgullo. He logrado algo que no todo el mundo consigue: aunar mi formación y capacidad de gestión con unos valores, vocación de servicio y acción social que han estado conmigo siempre. Tener un trabajo que aúna estas cuestiones, para mí es un regalo. Me levanto todos los días a las seis de la mañana entusiasmado, me encanta. Trabajar en algo que no te gusta es muy duro y desgraciadamente le ocurre a muchas personas. He tardado tiempo en lograr esto, pero cuando ha llegado el momento me he dado cuenta de que es lo que quiero.

—¿Qué recuerda de su primera etapa en el departamento de Desarrollo?
—Disfruté muchísimo. Llegué a un departamento que, al igual que el resto de la casa, funcionaba de manera un poco arcaica. Todo era en papel. Se guardaba la información en soportes inseguros, memorias locales, discos duros… Todo el proceso era manual. Yo venía de los expedientes de contratación pública, la licitación, de vender a la Administración pública desde los proyectos. Y desde el primer momento sentí que aporté mucho en SAMU. También tuve la suerte de encontrarme con un equipo entregado a los cambios. Y los resultados fueros espectaculares. En esa época lo ganábamos todo. He de decir que también ganábamos todo porque todo nos parecía una oportunidad, no veíamos los números tan bien como los vemos ahora. Pero disfrutábamos, trabajábamos mucho y el equipo estaba entusiasmado. Fue una etapa fantástica.

—Me llama la atención que no se haya mudado y que su despacho aún hoy continúe en el departamento de Desarrollo.
—Ahora cambiaremos, pero me gusta estar aquí porque sigo viendo al equipo con el que empecé. Y aunque era director general adjunto, he seguido participando de la transformación de este departamento para ajustarse a nuestra hoja de ruta. Por ejemplo, todo el equipo habla ya inglés, pues trabajamos en proyectos y expedientes tanto para España como para Estados Unidos y otros países de la Unión Europea. Otro avance ha sido la implantación del área de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, que, aunque está dentro de Desarrollo, funciona de manera autónoma pues ahora los proyectos no son estancos sino que implican siempre a más de un área. Los tiempos nos llevan a ser una organización transversal cada vez más.

—Ha mencionado antes el Plan 2030 de SAMU ¿En qué punto se encuentra esta hoja de ruta? ¿Está satisfecho con los resultados obtenidos hasta el momento?
—Debo decir categóricamente que sí. Vamos dentro de la hoja de ruta y estamos cumpliendo con los hitos establecidos. Aún queda mucho por hacer, pero también tenemos tiempo. En algunos ejes avanzamos más y más rápido y en otros un poco menos.

—¿En qué ámbitos se ha avanzado más?
—Sorprendentemente, hemos avanzado mucho en la internacionalización de SAMU. No estaba previsto tener ya una plantilla de más de 100 personas en Estados Unidos, por ejemplo. También intentamos con mucha fuerza estar presente en Perú y Ecuador. Tenemos muchos proyectos allí y hemos viajado mucho, pero la inestabilidad política en estos países ha frenado numerosas iniciativas. Nos hemos dado cuenta de que lo mejor es centrarnos en la Cooperación Internacional y la Ayuda Humanitaria en estos países. Ya no le presentamos proyectos a los gobiernos de locales sino a instituciones multilaterales, al Banco Mundial o al Banco Iberoamericano de Desarrollo, y gracias a ello empezamos a ver brotes verdes. El área de Cooperación Internacional también tiene proyectos en Marruecos, Burundi, Bolivia o Nigeria. Todo esto es internacionalización.

—En su discurso de despedida como director general, Carlos González de Escalada mencionó un posible proyecto en Suiza. ¿De qué se trata?
—Suiza es un país foco para nosotros al que hemos viajado varias veces para ver cómo funcionan allí los servicios sociales y los servicios de atención a la migración. Éste es un destino muy recurrente para los migrantes procedentes de Oriente Medio. En Suiza tienen un modelo de trabajo muy diferente al de España pero nos gusta mucho y queremos estar allí. Existe todo un proceso de acompañamiento que va desde aprender el idioma, formarse profesionalmente e ir cubriendo determinados hitos hasta conseguir ese estatus de refugiado y un permiso de trabajo. Como digo, queremos estar ahí y lo vamos a hacer a través de alianzas con entidades locales y con la experiencia de SAMU. En breve vamos a viajar de nuevo a Suiza para avanzar en este asunto.

—El crecimiento y la diversificación de la actividad de SAMU en la última década ha sido excepcional. Desde ambulancias y formación en el ámbito de las emergencias a acogida de menores, pasando por la atención a personas dependientes o migrantes, inserción laboral, salud mental, intervención socioeducativa, cooperación internacional, ayuda humanitaria, investigación… ¿Cómo es posible aunar todos estos ámbitos bajo un mismo logo y que todo funcione?
—SAMU no es una empresa al uso. Por lo general, una empresa se dedica a algo en concreto y diversifica en cuestiones cercanas. SAMU nació en una ambulancia y de ahí pasó a prestar determinados servicios médicos. Después se creó Fundación SAMU y llegaron los centros dirigidos a personas dependientes, con discapacidad o los centros de menores. Es entonces cuando empieza la diversificación, pero todo al final está enlazado. Quien ha impulsado este crecimiento ha sido Carlos González de Escalada durante su etapa de 14 años como director general. Como ya he dicho, ha sido un visionario, aunque es cierto que el crecimiento y la diversificación dejaron a veces atrás los sólidos cimientos para dar soporte a tantas cosas. Eso es lo que hemos logrado hacer ahora. SAMU no tiene una réplica exacta ni en España ni en ningún lugar, o al menos yo no la he encontrado. Esto es una gran orquesta que suena así de bien porque hay varios directores de orquesta que saben llevar a la perfección cada uno su parte. Es un hito haber logrado esta expansión y, también, darle solidez a todo después de haber construido el edificio. Considero que ha habido poco reconocimiento a la labor de Carlos González de Escalada durante los últimos 14 años y debe hablarse más de ello.

—Sus compañeros valoran de usted la templanza y la serenidad. ¿Se identifica con estos valores?
—Sí, pero no es cierto. Yo no me altero, o al menos no me suelo alterar. No levanto la voz, no sé dirigir así, tengo otro estilo. Sí tengo una enorme resiliencia porque mi padre me educó en la frustración y en la esperanza. Nada que ver con lo que usualmente se vive hoy con los hijos. Eso me ha hecho absolutamente resiliente. Yo lo llamo resistente. Me podré hundir tantas veces como sea pero siempre voy a salir a flote. Por otro lado, como se suele decir, la procesión va por dentro.

—¿Ha recargado las pilas este verano?
—No, este verano ha sido un disparate de trabajo salvo una semana que me fui a Asturias con mis hijos. He estado tres semanas yendo y viniendo de Canarias debido a la emergencia migratoria. Además de a Ceuta, Baleares…

—Tengo entendido que ha leído este verano El Quijote.
—Sí, era algo que tenía pendiente.

—No es precisamente una lectura ligera para desconectar en verano.
—Hay que leerlo con cierta mentalidad, sí. Tenemos muchos refranes y frases hechas que proceden de este libro. Es una aventura constante y tiene cosas muy divertidas y disparatadas. Además, podemos encontrar cierto paralelismo con SAMU en eso que nos enseña El Quijote de que hay una parte soñadora y otra con los pies en la tierra. Soy una persona muy con los pies en la tierra, que como a todos me gusta soñar y creer en los proyectos, pero sobre todo me gusta hacer y ver las cosas terminadas. Desde que llegué traigo conmigo mi vocación de servicio. Cada día pienso que vengo a aportar, a ayudar. Si no ayudo a la organización y a mis compañeros, no estaré haciendo bien mi trabajo.

«SAMU debe ser punta de lanza y liderar los avances que dan respuestas a las nuevas necesidades»

Tal como destaca José Antonio Trujillo, «estamos en otros tiempos, todo evoluciona». Por esta razón, SAMU seguirá dando pasos hacia la profesionalización de la organización. «Intentar dar soluciones de ayer a los problemas de hoy siempre me ha parecido un error. SAMU debe ser punta de lanza y liderar los avances que dan respuestas a las nuevas necesidades».

En este sentido, el nuevo director general propone como estrategia provocar «deliberadamente» un cambio en el enfoque del área de Dependencia e Inclusión. «Yo creo firmemente en la especialización y este área es muy genérica». «La cuota de mercado en dependencia en SAMU es mínima y el mercado y las necesidades de atención son inmensas. También es cierto que las dificultades son grandes, aunque no debemos desdeñar la evidencia de los factores demográficos, la prolongación de la vida y las necesidades presentes y futuras», señala Trujillo.

La inclusión, que hasta hace poco tiempo era un concepto social y doméstico vinculado a la diversidad o a la mujer, ahora ha cambiado y está muy vinculado a la migración. «Arduo trabajo el que queda por delante para el abordaje excelente de la inclusión social. Miles de migrantes seguirán llegando a nuestro territorio con miles de necesidades. ¿Por qué no está SAMU entre el selecto grupo de entidades acogedoras temporales de adultos? ¿Qué nos impide liderar de la mano de la Administración la formación para el empleo, la inserción social y laboral tan necesaria?».

Trujillo hace también hincapié en la necesidad de tomar conciencia de lo mucho que tiene que virar Infancia y Familia. «Tanto en la Estrategia Estatal de Infancia y Adolescencia como en la Andaluza vemos la tendencia a buscar un cambio en el modelo de acogimiento residencial por debajo de los 13 años, fomentando el acogimiento familiar. Es el horizonte que vemos y que se irá implantando en las diferentes comunidades autónomas como un radical cambio de modelo en el sistema de protección de menores. Todo apunta a concienciar más sobre la necesidad de un mayor número de familias disponibles para acogimiento familiar en detrimento del actual sistema residencial de acogimiento, que seguirá siendo vital».

Para Trujillo, SAMU debe ir por delante y fortalecer sus recursos residenciales especializándolos con equipos muy profesionalizados. «En mi opinión, el futuro pasa por centros especializados en situaciones de conflicto social y por los de intervención en problemas de conducta, centros terapéuticos o de medidas judiciales además de los de atención a la diversidad».

 

El director general de SAMU visita las instalaciones del dispositivo de emergencias de SAMU en Ceuta.

SAMU ya ha atendido a más de 370 menores en Ceuta en lo que va de año

Fundación SAMU tiene la misión institucional de gestionar la emergencia que implica la llegada de menores migrantes no acompañados por un referente adulto a través de la frontera con Marruecos. La organización puso en marcha en febrero la Operación Ceuta 2024 con el objetivo de reactivar infraestructuras de acogida y reforzar el dispositivo de atención a menores existentes en la ciudad autónoma. Este verano, especialmente en agosto, la actividad se intensificó ante el incremento de la llegada de menores extranjeros no acompañados y se activó un dispositivo de emergencia.

«Ceuta es un enclave geográfico singularmente situado muy favorable al movimiento migratorio ininterrumpido entre África y Europa y especialmente favorable a la población marroquí por las circunstancias socioculturales que han determinado un mestizaje progresivo transfronterizo estable. Es obvio que las circunstancias demográficas son determinantes. Nada ni nadie puede parar los flujos migratorios globales cuando responden a desequilibrios de vida», explica Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU y responsable del dispositivo de emergencia de Ceuta.

«La gestión de un centro de menores es apasionante y solo se concibe así si eres capaz de asumir la enorme trascendentalidad del resultado esperado. Se trata de transformar una palpitante materia prima en elementos cruciales de alta demanda para una sociedad envejecida y con niveles de dependencia progresiva, en todos los servicios, ayudamos a ayudarnos. Esta visión más que romántica, es natural, está fundamentada en la consolidada experiencia que tiene Fundación SAMU en su trayectoria de acompañamiento y atención a más de 3.000 menores».

Durante el mes de septiembre, el dispositivo de emergencias de SAMU en Ceuta ha recibido la visita de la ministra de Juventud e Infancia de España, Sira Rego; y del nuevo director general de SAMU, José Antonio Trujillo.

Más atenciones que en 2023

En 2023, Fundación SAMU atendió a un total de 342 menores en la Unidad de Acogida Temporal de Emergencia La Esperanza, cuya capacidad inicial era de 60 plazas. «A principios de 2024, el escenario migratorio en Ceuta experimentó un cambio drástico. La afluencia de menores migrantes aumentó significativamente, provocando una sobreocupación en el centro La Esperanza, que duplicó su capacidad. El número de menores acogidos en el primer semestre del año 2024 ya supera el total de menores atendidos durante el año 2023», explica Siham Khalifa, directora adjunta del área de Infancia y Familia de Fundación SAMU.

A fecha de 19 de septiembre de 2024, Fundación SAMU había acogido en Ceuta en lo que va de año a 371 menores, 30 más que en todo 2023 y aún quedan tres meses para que finalice el año.

«La sobreocupación en el centro La Esperanza llevó a Fundación SAMU a habilitar nuevas instalaciones para gestionar la emergencia migratoria que vive la ciudad autónoma de Ceuta. El primer paso fue la apertura del Centro de Inserción Sociolaboral (ISL) Triana, en marzo de 2024, con una capacidad para atender a 36 menores. Este centro tiene como objetivo principal la formación y capacitación de los jóvenes para prepararlos para una vida independiente, diseñando itinerarios personalizados de inserción sociolaboral», continúa Siham Khalifa.

Ante el aumento continúo del número de menores que llegaban a Ceuta, el 10 de mayo de 2024 se habilitó el Centro Aljarafe, con capacidad para 60 jóvenes. Este centro ayudó a descongestionar La Esperanza, trasladando 60 menores desde el centro inicial.

Además, el 11 de julio de 2024, se habilitó el Centro Nueva Esperanza, en el Tarajal, diseñado para la primera acogida de menores sin acompañante adulto, con capacidad para 60 menores. La apertura de este centro permitió cerrar definitivamente la Unidad de Acogida Temporal La Esperanza.
«En agosto de 2024, una nueva entrada masiva de menores intensificó la crisis, llevando a Fundación SAMU a habilitar más espacios. Se realizaron ajustes significativos en los recursos, como la ampliación del Centro Triana para acoger a 159 menores, incorporando 15 nuevos módulos. El Centro Aljarafe también aumentó su capacidad para 110 menores. Asimismo, Nueva Esperanza amplió su capacidad inicial para albergar a 108 menores, gracias a la habilitación de nuevos espacios», explica Siham Khalifa.

Tras estos cambios, en la actualidad, Fundación SAMU gestiona tres centros especializados en Ceuta para la atención de menores migrantes no acompañados: Centro Nueva Esperanza (Tarajal), con una capacidad de 108 plazas; Centro Aljarafe, con 110 plazas; y Centro de Inserción Sociolaboral (ISL) Triana, con una capacidad para 159 menores.

«Estos centros brindan una atención integral adaptada a las necesidades de los menores en distintas fases de su proceso migratorio, desde la recepción inicial hasta la preparación para la vida independiente», comenta Siham Khalifa. «Uno de los pilares fundamentales en la atención a los menores migrantes es asegurar su acceso a la educación, tanto formal como informal. Fundación SAMU implementa programas educativos que incluyen clases de idioma y actividades de integración cultural y social, promoviendo la inclusión de los menores en la comunidad local».

En este sentido, Carlos Álvarez Leiva añade: «En la Fundación SAMU, trabajamos para identificar y desarrollar los talentos individuales de cada menor, fomentando en ellos una cultura de compromiso y responsabilidad. A través de una estructura organizada por niveles, se les instruye en competencias específicas que les preparan para contribuir activamente al funcionamiento del centro, al mismo tiempo que adquieren habilidades útiles para su integración social».

Todos los centros gestionados por Fundación SAMU operan en estrecha colaboración con instituciones y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Esta coordinación garantiza una atención integral que abarca desde la protección básica hasta el desarrollo personal y la integración social de los menores.

La respuesta de Fundación SAMU ante la crisis migratoria de menores no acompañados ha sido clave para gestionar el creciente número de niños y adolescentes que llegan a Ceuta.

La ampliación de los centros y la implementación de programas de educación y formación han permitido ofrecer un entorno más seguro y preparado para afrontar las demandas de esta emergencia humanitaria.

«El trabajo coordinado entre diferentes actores y la constante adaptación de los recursos han sido esenciales para asegurar una atención eficaz y digna a los menores migrantes, contribuyendo a su desarrollo integral y futura integración social», concluye la directora adjunta del área de Infancia y Familia de SAMU. El trabajo no cesa en Ceuta.