SAMU First Response abre un nuevo centro para personas migrantes en Arizona

SAMU First Response abre un nuevo centro para personas migrantes en Arizona

Desde el 1 de septiembre, SAMU First Response cuenta con un nuevo centro de recepción en Nogales (Arizona) con el objetivo de recibir a solicitantes de asilo que acaban de cruzar la frontera con Estados Unido. Actualmente, el centro recibe una media de 70 personas al día. Durante el primer mes, se han atendido a 1.929 personas que han llegado en 60 autobuses enviados por las autoridades migratorias de Estados Unidos. Este centro se suma a los recursos activos en Washington DC, Maryland y Springfield.

«La mayoría de las personas que recibimos son de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Haití y países diversos de África. Según el caso y la ruta de cada uno de ellos, se trata de personas que cruzaron la selva del Darién, situada en Colombia y Panamá. Esta ruta está considerada como una de las rutas más peligrosas y estratégicas para llegar a Estados Unidos», explica Marisella Castillo, Outreach Manager de SAMU First Response.

«Dentro de los servicios que ofrecemos se encuentran transporte gratis a los refugios de la ciudad de Tucson (Arizona), que queda a una hora y veinte minutos de distancia aproximadamente de nuestro centro en Nogales; asistencia para boletos; e información sobre su próximo destino», continúa Castillo. «En nuestros centros, los migrantes también pueden comer y descansar; y acceder al wifi para comunicarse o navegar en internet, lo que resulta de una gran ayuda porque muchos necesitan comunicarse con sus familiares. Nuestro personal les ofrece teléfonos para llamadas y estaciones de carga, además de ropa limpia y artículos de higiene personal. Durante el primer mes entregamos 1.851 comidas calientes a nuestros usuarios».

Para hacer posible este trabajo lo hacemos con mucho esfuerzo. Actualmente es financiado 100% por SAMU y por eso es necesario trabajar con aliados que ayuden a la entidad a crecer y consolidar los servicios que actualmente tiene.

SAMU First Response es hoy una organización muy diferente a la que era hace dos años, pero tiene los mismos valores, pasión y dedicación para ayudar a cerca de 15.000 personas de la comunidad migrante en este tiempo. Actualmente, cuenta con un equipo de más de 90 personas que trabajan incansablemente en múltiples equipos en toda la organización para apoyar la misión.

Entrega de 50 bancos escolares en la comunidad de Giheta (Burundi)

Los niños de Giheta ya pueden sentarse para aprender

En un esfuerzo por mejorar las condiciones educativas en Burundi, Fundación SAMU, a través de su área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria, ha completado con éxito la entrega de 50 bancos escolares en la comunidad de Giheta. Este proyecto, realizado en colaboración con la organización local Global Development Community Burundi (GDCB), representa un paso significativo hacia la creación de un entorno de aprendizaje más adecuado y cómodo para los estudiantes.

La llegada de estos bancos escolares se produjo justo a tiempo para el inicio del nuevo ciclo escolar, lo que demuestra la eficacia y dedicación de GDCB. Esta organización local desempeñó un papel crucial en la ejecución de la iniciativa superando diversos desafíos logísticos típicos de las áreas rurales y remotas del país. Gracias a su compromiso y esfuerzo, los estudiantes de la escuela de Giheta ahora cuentan con un espacio que no solo es más funcional, sino que también promueve un ambiente de estudio más organizado.

El proyecto ha sido cofinanciado por el Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros (Zaragoza), cuya contribución ha sido fundamental para garantizar que estos bancos llegaran a los niños y niñas de la comunidad. Con esta colaboración, se ha logrado mejorar las condiciones educativas para aproximadamente 200 estudiantes, a los que se ha brindado un lugar adecuado para aprender y crecer.

La ceremonia de entrega de los bancos fue un evento de gran alegría, donde niños y familias expresaron su gratitud por esta significativa mejora en las instalaciones escolares. La emoción palpable en el ambiente subrayó la importancia de esta iniciativa en la vida cotidiana de la comunidad. Los nuevos bancos no solo han aumentado el confort de los estudiantes, sino que también han creado un entorno más propicio para el aprendizaje, lo que impactará de manera positiva en su rendimiento académico y bienestar general.

Fundación SAMU reafirma así su compromiso con el desarrollo sostenible y la mejora de las condiciones educativas en Burundi. Este proyecto es solo el primer paso en un esfuerzo más amplio por garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad. La organización ha demostrado su dedicación hacia las comunidades más vulnerables, y con esta entrega de bancos, se sienta una base sólida para futuras iniciativas que busquen seguir mejorando el acceso a la educación en el país.

El trabajo realizado en Giheta refleja un modelo de colaboración efectiva entre organizaciones internacionales y locales, donde la suma de esfuerzos y recursos puede traer cambios significativos en las vidas de quienes lo necesitan. A medida que se avanza, Fundación SAMU y GDCB continúan explorando nuevas formas de apoyar a las comunidades en Burundi, asegurando que la educación no sea solo un derecho, sino una realidad accesible para todos.

Algunas de las beneficiarias del proyecto de la Asociación Hanan, SAMU y la AACID.

Cuidar a quienes cuidan: más de 60 mujeres de Tetuán disfrutan de actividades de ocio gracias al apoyo de Fundación SAMU

En las zonas rurales de Tetuán (Marruecos), la vida de las cuidadoras de personas con discapacidad no conoce descanso. Estas madres, que dedican sus días a cuidar sin cesar, rara vez cuentan con momentos para sí mismas. Sin embargo, gracias a una reciente iniciativa de la Asociación Hanan, con el apoyo técnico y financiero de Fundación SAMU y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), un grupo de 61 mujeres pudieron disfrutar de algo tan sencillo como revitalizante: el ocio. Las cuatro actividades organizadas en la montaña Zarka, los bosques Nakata y Kitan, y la granja Dadash ofrecieron una pausa en medio del arduo camino que recorren día a día.

La sobrecarga de los cuidados de personas con discapacidad tiene efectos profundos en la salud física y mental de las cuidadoras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de los cuidadores informales, en su mayoría mujeres, experimenta niveles elevados de estrés, lo que puede llevar a problemas de salud como la depresión y la ansiedad. Además, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) indica que el 60% de las cuidadoras reportan problemas musculoesqueléticos debido al esfuerzo físico que implica su labor. En un estudio realizado en el marco de este proyecto, se ha evidenciado que la carga de los cuidados para el 85% de las cuidadoras es de moderada a severa y 2 de cada 10 personas que sufren una carga grave requieren intervención y apoyo urgentes. El 50% de ellas reconoció tener toda la responsabilidad sobre el cuidado de sus familiares con discapacidad y solamente el 10% ha tenido algún apoyo económico (bono) gubernamental.

Por ello, estos momentos de respiro, aunque breves, tienen un impacto significativo en sus vidas. Durante estas excursiones, estas mujeres lograron desconectar de las preocupaciones diarias y compartir sus experiencias con otras cuidadoras que se enfrentan a la misma realidad que ellas. No solo fue una oportunidad para disfrutar de la naturaleza, sino también para encontrar consuelo en la compañía mutua, donde las risas y el canto reemplazaron, aunque fuera temporalmente, el agotamiento y la carga emocional que conlleva el cuidado constante de un ser querido con discapacidad.

Una de las participantes, emocionada tras la experiencia, expresó: «Estoy agradecida por esta excursión, donde he podido disfrutar con otras madres que sufren lo mismo que yo. Hemos podido olvidar por unas horas las responsabilidades que tenemos y el estrés que vivimos a diario. Nos hemos reído, cantado y bailado juntas. Pedimos a la Asociación que se organicen este tipo de actividades más a menudo». Este testimonio refleja la urgencia de generar más espacios de cuidado para quienes cuidan, ya que las cuidadoras, muchas veces invisibilizadas, también necesitan y merecen recibir apoyo.

Este tipo de iniciativas, desarrolladas en el marco del proyecto Cuidado y Autonomía, no solo son un respiro para las cuidadoras, sino también un reconocimiento a la labor titánica que desempeñan. Crear más oportunidades para que estas mujeres puedan desconectarse, fortalecer sus lazos y revitalizarse debería ser una prioridad, no solo en Marruecos, sino en todo el mundo. Las actividades de ocio no son un lujo, son una necesidad para el bienestar físico y emocional de estas madres, verdaderas heroínas invisibles.

Proyectos de Fundación SAMU en Marruecos

Proyectos de Fundación SAMU en Marruecos

El primer proyecto de cooperación al desarrollo que SAMU puso en marcha en Marruecos comenzó en diciembre de 2023 y finalizará en diciembre de este año, con financiación del Ayuntamiento de Sevilla. En colaboración con la Asociación Hanan, el proyecto, titulado ‘Fortalecimiento de los Actores Territoriales para Mejorar el Ejercicio de los Cuidados y la Autonomía de las Personas con Discapacidad más Vulnerables de los Barrios de Jbel Dersa, Jamaa Mezouak y Sidi Talha, de Tetuán, con Enfoque de Derechos Humanos y Atención a las Necesidades de sus Cuidadoras’, responde a la debilitación de los servicios sociales y sanitarios tras la pandemia de COVID-19, especialmente en lo que respecta al apoyo a las cuidadoras.

El objetivo del proyecto es mejorar la atención y los cuidados que reciben las personas con discapacidad a través del fortalecimiento de las capacidades de los actores locales, como el Ayuntamiento, la Universidad y diversas ONG. Además, se busca visibilizar el rol de las cuidadoras y promover su autocuidado.

El segundo proyecto, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID), trata sobre la misma temática que el proyecto anterior, pero se centra en las zonas rurales de la provincia de Tetuán, que abarcan el 70 por ciento del territorio. A diferencia del entorno urbano, en las áreas rurales los servicios sociales y sanitarios están aún más deteriorados o son inexistentes, lo que deja a las cuidadoras y a las personas con discapacidad en una situación muy precaria.

Este proyecto, que comenzó en febrero de 2024 y finalizará en julio de 2025, tiene objetivos similares a los del proyecto urbano. Se presta atención a visibilizar el rol de las cuidadoras, haciendo énfasis en sus necesidades en el contexto rural, como el manejo de la ansiedad y el fortalecimiento de la autoestima.

El tercer proyecto, que comenzó en septiembre de 2024 y finalizará en julio de 2025, cuenta con financiación del Gobierno de las Islas Canarias y se ejecuta en colaboración con la High Atlas Foundation (HAF). Se centra en la rehabilitación de los sistemas de agua en las localidades de Wizemaran e Ikis, afectados por el terremoto que golpeó la región de Marrakech en 2023. Su objetivo es garantizar el acceso a agua potable, lo que permitirá desarrollar una agricultura sostenible que mejorará las condiciones de las comunidades. La rehabilitación de los sistemas hídricos no solo es esencial para la supervivencia, sino también para impulsar un desarrollo agrícola respetuoso con el medio ambiente y sostenible.

Inmaculada Tinoco. Técnico de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria

Inmaculada Tinoco: «Quiero sentir que el trabajo que hago vale la pena»

María Inmaculada Tinoco Aldana (Badajoz, 1988) es licenciada en Ciencias Ambientales e ingeniera en Agronomía. Desde junio, vive en Marruecos como técnico expatriada en Cooperación Internacional al Desarrollo y Ayuda Humanitaria de Fundación SAMU.

—Tras más de diez años viviendo en Francia, en junio se mudó a Marruecos tras incorporarse a la plantilla del área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Fundación SAMU. ¿Cómo han sido estos primeros meses de trabajo?
—Intensos. En el área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de SAMU no hay tiempo para aburrirse entre la formulación de proyectos, correcciones, seguimiento de iniciativas y la realización de actividades. Estoy adquiriendo y consolidando conocimientos en este sector, que era justo lo que buscaba al unirme a Fundación SAMU.

—¿Qué le motivó a trabajar en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo y la ayuda humanitaria?
—Desde muy joven me han conmovido profundamente las desigualdades e injusticias en el mundo, así como la forma en que tratamos al planeta. Como persona, sentí el deseo de contribuir a construir un mundo más equitativo, por eso siempre tuve claro que, tarde o temprano, quería trabajar en este ámbito.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
—De lo que más disfruto es de poder trabajar en proyectos tan diversos como salud, agricultura, educación y discapacidad, y ver cómo cada uno de ellos tiene el potencial de generar cambios positivos en las comunidades. Es increíblemente motivador recibir mensajes de nuestros socios locales compartiendo historias de beneficiarios que, con lágrimas en los ojos, agradecen el material recibido, sabiendo que les permitirá mejorar su calidad de vida. Es en esos momentos cuando te dices que tu trabajo realmente vale la pena.

—¿Qué proyectos tiene en marcha actualmente SAMU en Marruecos?
—Actualmente, todos los proyectos que Fundación SAMU tiene en Marruecos se centran en la cooperación al desarrollo. Dos de ellos se desarrollan en la ciudad de Tetuán y su área rural y se enfocan en el ámbito de la discapacidad. Se llevan a cabo en colaboración con la Asociación Hanan y están financiados por el Ayuntamiento de Sevilla y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID). El tercer proyecto, en el Alto Atlas, en la región de Marrakech, se ha iniciado recientemente junto a High Atlas Foundation. Su objetivo es mejorar el acceso al agua e impulsar la agricultura en la zona. Está financiado por el Gobierno de las Islas Canarias.

—¿De cuál de estos proyectos se siente más orgullosa?
—Estoy orgullosa de cada uno de los proyectos que estamos llevando a cabo, ya que todos responden a necesidades muy específicas de las comunidades locales y, poco a poco, se están logrando importantes avances. No tengo un proyecto preferido, ya que cada uno aborda distintos desafíos y, sin duda, tendrán un impacto valioso tanto en las zonas urbanas como rurales de Marruecos. Los dos proyectos en Tetuán, por ejemplo, están siendo fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus cuidadoras. Estos proyectos también están ayudando a visibilizar el rol esencial que desempeñan las cuidadoras, lo cual es crucial para el bienestar de toda la comunidad.

—¿Qué papel juegan las mujeres en estos proyectos?
—En los dos proyectos que estamos desarrollando en Tetuán, las mujeres juegan un papel fundamental en el bienestar de las personas con discapacidad. Son ellas quienes asumen la responsabilidad del cuidado, lo que implica una gran carga emocional, económica y de tiempo. A través de estos proyectos, buscamos no solo que las cuidadoras sean beneficiarias, sino también agentes de cambio dentro de sus familias y comunidades. Por otro lado, en las zonas rurales de Marruecos, las mujeres son las principales encargadas de suministrar agua a sus hogares y de cultivar los alimentos para sus familias. Son ellas quienes se desplazan continuamente a la fuente para buscar agua. Lograr que el agua llegue directamente a sus hogares y campos no solo mejora las condiciones de vida de toda la comunidad, sino que especialmente beneficia a las mujeres. Al integrarlas en la gestión de los recursos hídricos, el proyecto mejora el bienestar y seguridad de las mujeres, y también promueve la igualdad de género.

—¿Cuáles son las necesidades más urgentes que ha identificado en las comunidades con las que trabaja?
—Trabajamos con algunas de las poblaciones más vulnerables, por lo que las necesidades son muchas y muy variadas. Desde el acceso a recursos esenciales como el agua, hasta el acompañamiento de personas migrantes y la capacitación de profesionales de los servicios de salud y apoyo social. Cada comunidad tiene sus propias prioridades y desafíos, pero si tuviera que señalar una necesidad particularmente urgente hoy en día, sería la rehabilitación de infraestructuras sanitarias y viviendas tras el terremoto de septiembre de 2023. Un año después de sufrir los devastadores efectos del seísmo, esta región se ha enfrentado a fuertes inundaciones que han acentuado su vulnerabilidad. Las necesidades son muchas y el proceso de reconstrucción será largo y complejo. Por otro lado, las necesidades de la población no se suplen únicamente poniendo a su disposición recursos económicos para comprar materiales o equipos, sino mejorando las capacidades de los profesionales locales. Por ello, en nuestras intervenciones, apostamos por la formación y la sensibilización como pilar fundamental en el fortalecimiento de las competencias de los profesionales locales y de la población.

—¿Con qué otras organizaciones colabora Fundación SAMU en sus proyectos?
—En Tetuán, trabajamos con la Asociación Hanan, que se centra en la protección de niños con discapacidad, y con ATIL, cuya labor es prevenir la exclusión social de menores y jóvenes a través de la educación, la formación profesional y la inserción sociolaboral. En Marrakech, colaboramos con la High Atlas Foundation, cuyos proyectos abarcan la agricultura, el acceso a agua potable, saneamiento y educación. También trabajamos con Alkaram, que se dedica a ayudar a menores en situación vulnerable, especialmente aquellos que viven en la calle o que han sido víctimas de maltrato. Y en Tánger, colaboramos con Tadamon, que se centra en la protección infantil, especialmente de menores migrantes y refugiados, a través de la inserción socio-profesional, la educación y la formación.

—¿Cómo se financian los proyectos de Fundación SAMU en Marruecos?
—Los tres proyectos que estamos ejecutando en Marruecos cuentan con el respaldo de diversas subvenciones públicas que cubren entre el 85% y el 90% de los costes del proyecto. Gracias al Ayuntamiento de Sevilla, a la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo y al gobierno de las Islas Canarias se garantiza que los proyectos aborden necesidades claves en el país, como el fortalecimiento de los servicios de atención a personas con discapacidad y la rehabilitación de sistemas de agua tras el terremoto de 2023. Además de estos tres proyectos, estamos trabajando en la gestión de al menos dos iniciativas más con potenciales financiadores como la Comunidad Autónoma de Madrid y el Gobierno de Aragón. Cada uno de estos proyectos nos permitirá ampliar aún más nuestro impacto en las comunidades vulnerables de Marruecos, tanto en las áreas urbanas como en las zonas rurales, donde la necesidad de intervención es evidente.

—¿Qué valoración hace del impacto de los proyectos que implementa SAMU en la zona?
—Todos nuestros proyectos en Marruecos están en fase de ejecución, por lo que el impacto real se podrá evaluar una vez hayan finalizado. Sin embargo, en lo que va de año, hemos logrado que alrededor de 120 cuidadoras participen en actividades recreativas que les permiten descansar y reducir la carga del cuidado de personas con discapacidad, ofreciéndoles alternativas para su propio bienestar. Además, 60 de ellas han asistido a sesiones de capacitación con enfoque de género, proporcionándoles herramientas para abordar el cuidado desde la perspectiva del autocuidado. También hemos capacitado a 60 profesionales del área urbana de Tetuán (en un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Sevilla), mejorando su capacidad para ofrecer atención a personas con discapacidad. En noviembre, en el marco del proyecto financiado por la AACID, capacitaremos a otros 60 profesionales en la zona rural de Tetuán para mejorar la atención en esas comunidades.

—Y a nivel personal, ¿qué espera lograr en un futuro en su carrera profesional?
—Lo que realmente me importa es sentir que el trabajo que hago vale la pena. Aunque llevo años soñando con trabajar algún día en la FAO, no es algo que me quite el sueño. Mi verdadera satisfacción es saber que estoy ayudando a las personas, que estoy aportando algo a la sociedad y que el trabajo que realizo me motiva lo suficiente como para dedicarle al menos ocho horas todos los días sin que me pesen. Para mí, es fundamental que mi trabajo esté alineado con mis valores y, además de apasionarme, me inspire cada día.

Profesionales de SAMU en Estados Unidos.

Respuesta urgente de SAMU al paso del huracán Milton en Florida

El estado de Florida, en Estados Unidos, sigue convertido en el patio de recreo de los más temibles huracanes del mundo. Tras el paso de Helene en septiembre, que dejó a su paso 227 personas muertas y dos millones de personas sin electricidad, el huracán Milton se convirtió a principios de octubre en una nueva amenaza letal para una población que ya estaba extenuada. Mientras los partes meteorológicos alertaban del nuevo desastre en ciernes, Fundación SAMU envió un equipo de cinco voluntarios, liderados por Juan González de Escalada, para sumarse a un contingente de profesionales de SAMU First Response y Project HOPE cuya misión era la de auxiliar a las comunidades afectadas por el desastre.

El 10 de octubre, el equipo formado por profesionales de las tres organizaciones ya estaba operativo en Estados Unidos y un día después ya habían alcanzado las zonas de impacto. Tres días antes, las autoridades de Florida habían declarado el estado de emergencia y habían ordenado la evacuación de miles de residentes de núcleos urbanos de la costa, con imágenes de carreteras atestadas de vehículos que daban la vuelta al mundo. “Nos preparamos para afrontar lo peor”, apuntaba Juan González de Escalada.

El equipo enviado desde España estaba formado por cuatro voluntarios, además del propio González de Escalada, entre Técnicos en Emergencias Sanitarias y técnicos en Emergencias y Protección Civil. Algunos de ellos, alumnos de Escuela SAMU, se enfrentaban a su primera misión. Estos voluntarios se unieron a tres profesionales estadounidenses de SAMU First Response, y tres más de Project HOPE, organización con la que SAMU colabora de forma habitual en misiones internacionales. Dos proyectos recientes son las misiones de Marruecos y de Turquía en 2023, ambas tras terribles terremotos.

El grupo desplazado hasta Florida estaba equipado con un puesto de mando avanzado, una zodiac, un Quad (ATV), dos vehículos 4×4 de alto tonelaje y una furgoneta equipada con material logístico y de ayuda humanitaria (además de material de comunicaciones, motosierras y equipamiento de corte para la poda y tala de árboles caídos por el huracán). Milton dejó el suelo de Florida lleno de árboles caídos y accesos inhabilitados, por lo que el equipo de SAMU se dedicó a labores de limpieza con motosierras y herramientas de poda para despejar las vías de zonas residenciales.

La misión recordó, en muchos aspectos, a intervenciones anteriores de SAMU tras crisis derivadas de desastres metereológicos, como en el temporal Filomena en Madrid o la ciclogénesis en Sevilla, donde también emplearon equipos de corte y poda para liberar zonas afectadas.
“Nuestra misión no es solo brindar apoyo logístico y operativo, sino también asegurarnos de que nuestras acciones fortalezcan el trabajo de quienes ya están sobre el terreno”, explica González de Escalada.

La unión con Project HOPE y la extensión estadounidense de SAMU, SAMU First Response, facilitó una respuesta eficaz y coordinada, y, sobre todo, un rapidísimo despliegue del equipo. SAMU First Response ya está inscrita en el National Voluntary Organizations Active in Disaster (VOAD) y trabaja en constante coordinación con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) en Estados Unidos.

La experiencia de SAMU en misiones internacionales garantiza que sus equipos están siempre preparados para operar de manera autónoma, sin convertirse en una carga adicional para las comunidades afectadas. Para esta misión, los voluntarios llevaron consigo 400 litros de combustible, comida, literas y hasta un generador de energía, conscientes de que la capacidad de abastecimiento sería limitada en los primeros días.

La misión finalizó el 17 de octubre, después de una semana de trabajo y más de 4.000 kilómetros recorridos. Según las autoridades de Florida, el paso del ciclón dejó al menos 16 muertos y unos 2,4 millones de hogares y negocios sin electricidad. Unas 80.000 personas tuvieron que pasar la noche en refugios. Sin embargo, también señalaron que los peores escenarios que se preveían por el paso del huracán no se cumplieron.

«Había muchísimo trabajo por hacer, y volver a la normalidad va a requerir meses. Lo primero fue restablecer los suministros de electricidad y combustible. Era espectacular ver a los camiones cisterna saltándose semáforos y cruces escoltados por la policía. Después el trabajo se centró en espacios públicos como parques y playas. Las casas particulares serán las que más tarden en recuperarse. Quizás algunas nunca lo hagan. Pero es de destacar el espíritu de resiliencia del pueblo americano y sus capacidades en cuanto a trabajar en sus casas y su comunidad. El conocido «Do It Yourself». Vimos infinidad de ancianos retirando ramas caídas de sus casas y jardines», relata Juan González de Escalada.

Las intervenciones de SAMU, respaldadas por una experiencia internacional que abarca misiones en Turquía, Ucrania, Marruecos, Chile y Haití, entre otros países, son testimonio del compromiso de la fundación con la ayuda humanitaria. Cada misión deja una marca en la comunidad y en los propios voluntarios, que regresan a casa con la satisfacción de haber contribuido a aliviar el sufrimiento en momentos críticos.

Para los jóvenes de Escuela SAMU, esta misión ha sido una lección vivencial que va mucho más allá de los conocimientos adquiridos en el aula. Cada desafío enfrentado, cada obstáculo superado, contribuyó a formar en ellos la resiliencia y el compromiso que caracteriza a un auténtico profesional en emergencias.

Reunión fundacional de la Alianza para la Investigación sobre Migración

Un ágora para la investigación sobre migraciones

Sevilla acogió el 16 de octubre la reunión fundacional de la Alianza para la Investigación sobre Migración (Alliance for Migration Research), un proyecto del Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) y SAMU First Response, con la participación de varias universidades internacionales, para crear un entorno de colaboración que promueva investigaciones sobre la migración. La jornada fue todo un éxito por su espíritu colaborativo e innovador con el objetivo de avanzar hacia una mejor calidad y una mayor calidez en la atención a la población migrante.

«Alliance for Migration Research es una iniciativa que lleva planificándose más de dos años y que tiene hoy su sesión constitutiva. Nacemos», destacó Carlos González de Escalada, presidente de SAMU, durante la inauguración de la jornada, que se celebró en el Salón de Grados de la Universidad CEU Fernando III, en Bormujos (Sevilla). En el evento participaron cerca de 70 personas de manera presencial, a las que se sumó una treintena más de participantes online.

«SAMU está hoy apoyando la migración en seis zonas calientes del mundo: Estrecho de Gibraltar, archipiélago balear, archipiélago canario, en la capital de Estados Unidos y en la frontera de Arizona con México. Eso, por no mencionar los más de 60 centros para niños migrantes no acompañados que Fundación SAMU gestiona por toda España», continuó González de Escalada.

«Somos más de 3.000 profesionales a ambos lados del Atlántico. Tenemos una experiencia técnica muy arraigada como prestadores de servicios sociales esenciales. En un año cualquiera, SAMU apoya a más de 15.000 migrantes, incluyendo familias, mujeres y niños no acompañados. Hoy, gracias al afán loable de nuestro Instituto SAMU de Investigación Científica y al apoyo financiero de Fundación SAMU, generamos un espacio de transferencia gratuito, completamente abierto a la participación internacional».

La apertura del encuentro corrió a cargo del presidente de SAMU, Carlos González de Escalada; Myriam Navarro, coordinadora de postgrado de la CEU San Pablo; y el director general de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía, Francisco Jesús Toronjo.

La conferencia inaugural, titulada Corrigiendo mitos sobre la migración, la pronunció Ernesto Catañeda Tinoco, director del Laboratorio de Inmigración de la American University USA. Castañeda compartió evidencias científicas para desmentir mitos sobre la migración. En su exposición, Castañeda destacó que los inmigrantes representan solo el 3,5% de la población mundial y que su impacto negativo es exagerado. Argumentó que la migración es crucial para contrarrestar el descenso de la población y mantener el crecimiento económico y cultural, especialmente en países como Estados Unidos.

A lo largo de la jornada, se desarrollaron diversas mesas de debate y ponencias. Estas se dividieron en dos grandes temáticas: Teoría y praxis en el abordaje de la migración. Proyectos y protocolos Fundación SAMU; y Teoría y praxis en el abordaje de la migración desde la Universidad.

En estas mesas y ponencias se trataron temas como los cambios más significativos en los últimos 20 años del fenómeno migratorio; la convención sobre los derechos del niño; jóvenes y migración desde la perspectiva de género; cómo mejorar la resiliencia de las poblaciones desplazadas; retos geopolíticos, económicos y sociales; el proyecto VRIME en Andalucía; el proyecto Immerse (Integration Mapping of Refugee and Migrant Children in Schools and Other Experiential Environments); el proyecto MadreUP; o el Programa Legalízate en EE.UU.; entre otros temas y asuntos.

«Como institución a la vez científica y técnica, SAMU estaba obligada a ejercer el liderazgo en investigación en migraciones. Lo hacemos con humildad y convicción con el único objetivo de ser útiles a los presentes. Somos una alianza de buena voluntad», expresó durante la jornada Carlos González de Escalada, que, a su vez, indicó como principales objetivos del evento «atraer a la comunidad científica internacional a un foro de intercambio abierto y bien intencionado; fomentar líneas de investigación colaborativas entre universidades e instituciones de todo el mundo; y crear oportunidades de transferencia tecnológica entre profesionales de los servicios sociales e investigadores del universo académico».

La conferencia de clausura estuvo a cargo de Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU, que trabaja en la europeización de los centros de acogida para menores migrantes no acompañados. Su enfoque se centra en adaptar y mejorar los procedimientos y servicios de estos centros para alinearlos con los estándares europeos, asegurando una atención integral y de calidad para estos menores.

La mesa de clausura estuvo formada por José Antonio Trujillo, director general de SAMU; Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU; y Miguel Antonio Guevara Quintanilla, cónsul general de El Salvador en Sevilla, que comunicó las dos candidaturas para los próximos encuentros de la Alliance For Migration Research: el primero en Washington DC (EEUU) y, el siguiente, en El Salvador.

Políticas de integración

En este encuentro de expertos en migraciones celebrado en Sevilla se expusieron evidencias sobre los retos y oportunidades que suponen los movimientos migratorios para la sociedades de acogidas siempre y cuando se fomente políticas de integración en temas de vivienda, educación, salud, formación y desempeño laboral y especialmente la integración sociocultural basada en la empatía y el respeto.

«La migración es un fenómeno global que presenta tanto oportunidades como retos. Los migrantes, al integrarse en nuevas sociedades, contribuyen significativamente a la economía local. Quieren trabajar y emprender negocios, demostrando una resiliencia notable, especialmente las madres migrantes, quienes a menudo se enfrentan a desafíos adicionales», apuntan desde SAMU. Además, «la inserción laboral de los migrantes ofrece múltiples oportunidades. Sin embargo, también supone retos significativos, como la necesidad de legalización para acceder a vivienda, trabajo y actividades socioeducativas». La legalización es crucial para garantizar que los migrantes puedan contribuir plenamente a la sociedad y beneficiarse de sus derechos.

Acto de clausura del I Concurso de Grant Writing

SAMU busca mentes brillantes que puedan cambiar vidas

SAMU ha lanzado un desafío único a sus trabajadores, el primer concurso interno para la elaboración de proyectos técnicos innovadores y su implementación internacional, concretamente en Estados Unidos. El objetivo de esta competición interna ha sido promover la creación de proyectos innovadores de corte social, suponiendo ésta una gran oportunidad para la intervención con colectivos vulnerables en territorio estadounidense y para el desarrollo individual y profesional del personal de las diferentes áreas de SAMU.

«El I Concurso de Grant Writing partió de una iniciativa de la directiva y gerencia de SAMU, con la intención de promover el talento interno y acercar la elaboración de proyectos a toda la red de trabajadores de la empresa, desde el personal más vinculado a la labor administrativa como a la más asistencial. La idea nació de querer escuchar a todos los que componían y componen SAMU, dándoles el apoyo desde la más alta dirección, para que aquellos proyectos que tuvieran en la cabeza pudieran hacerse realidad en uno de los puntos clave principales de la empresa actualmente, Estados Unidos», explica Santiago Llop, director del departamento de Desarrollo de SAMU.

«Buscamos mentes brillantes para presentar ideas que puedan cambiar las vidas de colectivos vulnerables en territorio internacional. Queremos fortalecer el apoyo a los más necesitados, rompiendo barreras en territorio internacional», continúan desde la organización.

Finalmente, el 31 de mayo finalizó el plazo para la presentación de ideas. En total se presentaron seis propuestas, de las cuales tres fueron las ganadoras.

El primer premio fue para Rolando Delgado, miembro de la plantilla de SAMU First Response. Su idea, SAMU Kids (Emergency Welcome Respire), es una iniciativa que replica el proyecto que ya se lleva a cabo en el Respite Center de Washington D.C. y Maryland, un centro de bienvenida a población migrante, especialmente dirigido a menores y familias que cruzan la frontera de Estados Unidos por Arizona. Este programa integral aborda las necesidades urgentes de estos menores, ofreciendo evaluaciones médicas, apoyo psicológico y alojamiento temporal. Además, facilita el acceso a educación, asistencia legal y actividades de integración social. El objetivo es garantizar la seguridad inmediata y el bienestar a largo plazo de más de 1.000 menores anualmente, promoviendo su integración exitosa en la sociedad estadounidense.

Este primer premio cuenta con una remuneración económica de 1.500 euros para el autor del proyecto y su participación en el equipo e implementación en la zona del proyecto.

El segundo premio fue para Jara Díaz, del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU, y su Programa Nido (Nest Program), que ya se desarrolla en Andalucía con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.

Este proyecto tiene como objetivo apoyar a mujeres migrantes solicitantes de asilo que están embarazadas o tienen hijos pequeños (0-6 años) y han sido expuestas a situaciones de violencia de género. El programa ofrece alojamiento temporal y atención integral durante un máximo de 12 meses, enfocándose en el empoderamiento de las mujeres y la inserción socio-laboral, así como en el desarrollo integral de sus hijos. A través de una serie de servicios que incluyen apoyo psicológico, asesoramiento legal, formación laboral y cuidado infantil, el programa busca proporcionar un entorno seguro y de apoyo para que estas mujeres puedan reconstruir sus vidas con dignidad y seguridad.

Por último, el tercer proyecto premiado en el concurso ha sido el denominado Co-Housing Program, presentado por Paola Toro, alumna en prácticas del departamento de Desarrollo de SAMU. Este programa de co-vivienda intercultural para migrantes en Nueva York busca proporcionar una solución de vivienda asequible y segura para migrantes en el distrito de Queens. Este programa no solo ofrece alojamiento, sino que también promueve la integración social y cultural mediante la convivencia con residentes locales. Incluye servicios educativos, apoyo legal y psicológico, y actividades culturales para facilitar la adaptación y el bienestar de los migrantes. Además, se enfoca en la sostenibilidad a largo plazo a través de modelos de autofinanciamiento y alianzas estratégicas con organizaciones locales y gubernamentales.

«Son varios los proyectos presentados al concurso que, en cuestión de meses, han servido de base para programas clave que están en proceso de implementarse, concretamente en Puerto Rico. Si bien, hay otras iniciativas que, aunque permanecen en la recámara, por el momento, se tendrán en cuenta para futuras licitaciones, subvenciones o proyectos nacionales o internacionales, ya sea por su metodología novedosa o la ampliación de potenciales servicios, como es la creación de espacios de Co-housing o Co-living para familias migrantes», explica Santiago Llop.

Uno de los proyectos presentados al concurso y que se ha puesto en marcha en septiembre en Puerto Rico ha sido Smile (Support, Mobility, Inclusion, Learning and Enjoy). Este programa utiliza una furgoneta para visitar centros de acogida y ofrecer a los niños actividades de intervención especializada y apoyo emocional. Incluye talleres de psicología grupal, cohesión, habilidades sociales, detección de necesidades individuales y cuestionarios psicológicos. Además, proporciona apoyo en los primeros pasos con el idioma, y actividades de juegos, dinámicas y arteterapia como música, pintura, juegos tradicionales y deportes.

Los otros dos proyectos que se presentaron fueron Bridge Project y Boosting Early Minds. El primero de ellos tiene como objetivo facilitar la integración social y laboral de las familias migrantes en el condado de Montgomery, Maryland. El proyecto aborda la crisis migratoria proporcionando asistencia integral que incluye orientación legal, cultural y lingüística, así como apoyo en el cuidado infantil para que los padres puedan asistir a capacitaciones y buscar empleo. Además, se enfoca en la inclusión social a través de actividades comunitarias y un programa de mentores. En resumen, el proyecto busca cerrar la brecha entre la llegada de los migrantes y su integración plena en la comunidad, mejorando sus oportunidades laborales y condiciones de vida.

El otro proyecto presentado, Boosting Early Minds, de SAMU First Response, tiene como objetivo mejorar el desarrollo cognitivo de niños menores de 6 años en Maryland, utilizando la metodología Vroom de la Fundación Bezos. Este programa se centra en proporcionar estimulación temprana y aprendizaje del inglés a niños inmigrantes y sus padres, facilitando su integración social y educativa. El proyecto incluye sesiones individuales y comunitarias, evaluaciones del desarrollo infantil y formación para padres, con el fin de preparar a los niños para la educación formal y mejorar las habilidades lingüísticas de las familias.

«En este concurso, se han ofertado premios de gran interés, como han sido 1.500 euros para el ganador, un viaje para dos para el segundo y una cena para dos para el tercero. No obstante, creemos que el valor ha radicado en el compartir del know how y en la plataforma que ha supuesto para el apoyo de grandes ideas», destaca Llop.

A pesar de la acogida discreta de esta primera edición, sus organizadores creen que, por todo lo que le han transmitido los participantes, que «ha sido una iniciativa que ha aportado significado al trabajo que se realiza en la casa». Por todo ello, SAMU no descarta celebrar una segunda edición en 2025.

 

Una de las sesiones del proyecto Smile en en la escuela Juanita Ramírez, en Florida (Puerto Rico).

Recursos contra la adversidad para jóvenes de Puerto Rico

La entidad continúa avanzando en su proceso de internacionalización con la puesta en marcha en septiembre de un programa integral de apoyo emocional, social y académico dirigido a preadolescentes y adolescentes en Puerto Rico: Smile. Este proyecto está orientado a mejorar la salud mental, el rendimiento académico y la inclusión social de los estudiantes y se realiza aunando esfuerzos con la Fundación Atención-Atención.
Se trata de una iniciativa de SAMU First Response para complementar las labores ya prestadas por el proyecto C.A.S.A. del departamento de Educación y el Gobierno de Puerto Rico, dirigido a atender las necesidades de la población en alto riesgo de abandono escolar. Smile, originalmente planteado como un proyecto de intervención itinerante, busca abordar las necesidades críticas de salud mental, neurodesarrollo y bienestar emocional de los jóvenes y adolescentes en Puerto Rico.

«La situación socioeconómica y demográfica de la isla, exacerbada por recientes desastres naturales, ha creado un entorno en el que los menores enfrentan desafíos significativos que requieren intervenciones efectivas y sostenibles en el ámbito educativo y extraescolar. De este modo, Smile se presenta como una oportunidad para, de la mano de la Fundación Atender-Atender, prestar servicio en colegios, con los que esta formación ya presenta acuerdos firmados. De este modo, Atención-Atención centra sus esfuerzos en atender a menores en etapa escolar de atención temprana o Primaria (3-10 años), mientras que Fundación SAMU hace lo mismo con menores en etapa preadolescente y adolescente (de 10 a 18 años)», explican desde Fundación SAMU.

El programa Smile está diseñado para combatir la pobreza infantil, abordar el trauma causado por desastres naturales, así como por la negligencia, la pobreza familiar y comunitaria en la infancia; mejorar el rendimiento académico y promover el bienestar emocional y social de los jóvenes en el entorno escolar. La intervención integral propuesta incluye evaluaciones psicológicas, talleres de apoyo emocional y académico, actividades de inclusión social a través del juego, y el apoyo o asesoramiento externo al personal de las escuelas que tienen convenio con la Fundación Atención- Atención. Todas estas acciones están dirigidas a proporcionar a estos niños y adolescentes las herramientas necesarias para superar sus circunstancias adversas y construir un futuro mejor.

Las intervenciones están dirigidas por un psicólogo y un terapeuta ocupacional, con sesiones grupales de 60 minutos de duración. Si se requiere, se asigna tiempo específico para el trabajo individual, lo que permite evaluar y abordar casos concretos de manera personalizada.

Fundación SAMU ha puesto en marcha ya este programa, de un mes de duración, en tres centros educativos de Puerto Rico: las escuelas Angélica Gómez y Luis Muñoz Marín, en el municipio de Arecibo, y en la escuela Juanita Ramírez, en Florida.

Como formación adicional, se ofrecen dos webinars diseñados para brindar apoyo tanto a padres como a profesionales. Estos webinars proporcionan un espacio para alinear objetivos educativos y de crianza, creando un entorno de apoyo mutuo. Esto beneficia también al desarrollo integral de los niños y jóvenes, tanto en casa como en la escuela.

A través de este programa se pretende lograr una reducción de la deserción escolar mediante apoyo emocional y motivación académica; una mejora del rendimiento académico al abordar problemas emocionales y sociales; y el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación a través de talleres grupales.

El proyecto Smile fue una de las seis iniciativas presentadas en el I Concurso de Grant Writting, el primer concurso interno de SAMU para la elaboración de proyectos técnicos innovadores y su implementación internacional, concretamente en Estados Unidos. El objetivo de este concurso es promover el talento interno y acercar la elaboración de proyectos a toda la red de trabajadores de la empresa.

Simulacro de emergencias organizado por SAMU First Response

El equipo de SAMU First Response desarrolla su mayor simulacro de respuesta inmediata

El equipo de SAMU First Response llevó a cabo el 22 de julio su mayor simulacro de respuesta inmediata hasta la fecha: el equipo de gestión de desastres organizó y completó un despliegue de emergencia tras un capítulo de graves inundaciones en el que debía atender y reubicar a más de 400 personas afectadas.

La singularidad de este ejercicio, además de su propia dimensión, es que el equipo tuvo que reaccionar sin aviso ni preparación previa, solo alerta en la jornada anterior, activación y despliegue. «Me ha impresionado vuestra energía y dedicación en este primer ejercicio de despliegue inmediato. La jornada ha ido a más y habéis brillado a gran altura», subrayó Carlos González de Escalada, presidente-director general de SAMU, que evaluó este ejercicio sobre el terreno.

El simulacro se realizó durante toda la jornada en el parque Prince William Forrest, ubicado en la periferia de Woodbridge, unos 15 kilómetros al sureste de Washington D.C. El despliegue de más de una veintena de efectivos se enfrentó a una situación en la que debía asumir la atención a entre 400 y 500 personas afectadas por fuertes inundaciones, que necesitaban ser reubicadas. Su evacuación y reubicación debía producirse en varios refugios diferenciados para hombres no acompañados, mujeres no acompañadas, familias y menores no acompañados. La misión contemplaba la asistencia inmediata, la habilitación de albergues y la logística para atender a los afectados. Los figurantes recrearon situaciones de todo tipo, incluyendo ataques de pánico al ser recibidos por el equipo de SAMU First Response.

Con este ejercicio, el equipo de Estados Unidos sigue desarrollando y perfeccionando sus capacidades de atención inmediata en casos de catástrofes. Como entidad con amplia experiencia en cooperación internacional, ayuda humanitaria y emergencias sanitarias, SAMU First Response también quiere posicionarse como entidad disponible en casos de catástrofes en los ámbitos nacional e internacional.

El objetivo principal del ejercicio desarrollado en el parque de Woodbrige era demostrar las capacidades logísticas y asistenciales como equipo de emergencia. Además, se plantearon como objetivos secundarios asegurar una dotación de estructuras adecuada al tipo de demanda operativa que se pretende cubrir; garantizar un suministro eléctrico para cubrir todas las necesidades energéticas durante el despliegue; establecer un mecanismo de flujos de trabajo que mantenga la operatividad de las actividades y demandas de la situación; identificar las necesidades de la población a atender, trazar las rutas de trabajo para responder a estas necesidades y garantizar la acogida hasta su relevo; y asegurar una zona de vida y de avituallamiento para el personal interviniente, entre otros. Todos los objetivos se cumplieron de forma satisfactoria.