ISL Polanco: Excursión al otoño
En ocasiones todos necesitamos tomarnos un respiro, desconectar de la rutina y las prisas de la ciudad. Pararnos a disfrutar del momento sin la nostalgia del pasado o la incertidumbre de lo que está por suceder. Con este objetivo los chicos y el equipo educativo ISL Polanco (Sevilla) pusimos rumbo al paraje natural de la Rivera del Huéznar, entre Cazalla y Constantina. Un contexto cercano pero muy distinto que en esta época del año nos ofrece la oportunidad de conocer la fauna y flora características de la zona con un paisaje repleto de curiosidades.
A primera hora de la mañana el grupo, bien equipado, puso rumbo a la estación de Santa Justa. Tras una hora y media de trayecto, bajamos en la antigua estación de Cazalla-Constantina, donde ya todo lo que se alcanza a ver es valle y vegetación. Nuestros móviles se quedaron sin cobertura y la temperatura bajó unos cinco grados para sorpresa de nuestros chicos.
Comenzamos a caminar hacia la ruta de Las Laderas. Un trayecto de ocho kilómetros donde, tras cruzar el puente de los Tres Ojos, realizamos un kilómetro de camino ascendente, la parte más dura de nuestro trayecto. La humedad del ambiente se hizo densa y cada vez era más fácil encontrar setas, bellotas y castañas.
Durante la ruta, nuestros chicos iban comparando estos paisajes con algunos de sus países de origen. Al llegar a Cazalla, vimos a lo lejos una gran explanada blanca, era el encalado de las casas del pueblo. Allí recorrimos calles empedradas hasta dar con la iglesia Nuestra Señora de la Consolación del siglo XIV, donde los chicos entraron interesados.
Tras tomar un tentempié en la Plaza Mayor, bajamos hasta la conocida Fuente del Chorrillo, punto donde el terreno se torna más angosto y, a la vez, más divertido. Rodeados de olmos y olivos, pudimos observar en los propios árboles las señales de la recogida del corcho, una labor desconocida para nuestros chicos hasta ahora. La última parada fue en Isla Margarita para hacer el almuerzo. Al sol, descansamos, disfrutamos del río y conversamos tranquilamente entre risas y juegos.
Algunos de nuestros menores no habían disfrutado del otoño tal y como aquí lo conocemos. Una experiencia lúdica donde la información nos la ofrece el entorno y donde ampliamos nuestro abanico de opciones deportivas.
Autora: Ana Linares. ISL Polanco