Dispositivos sanitarios frente a la Covid-19 en Andalucía
Cualquier análisis de la respuesta que ha dado el sistema sanitario en los peores momentos de la pandemia pone hoy de manifiesto el alto valor de la colaboración público-privada para atender de manera urgente y eficaz las necesidades de la población. Así, en situaciones de extrema gravedad como las vividas durante el estado de alarma, alianzas estratégicas como la de la Junta de Andalucía y Fundación SAMU han permitido salvar la vida a decenas de personas afectadas por la Covid-19 o en serio riesgo de contraer el virus.
Dos dispositivos de SAMU han sido ensalzados como modelos de esta unión entre administraciones públicas y entidades privadas. Así, de la noche a la mañana, y esto es literal, el hotel Ilunion Alcora, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), pasó de ser un lugar para el hospedaje de visitantes a atender a ancianos enfermos de Covid-19 procedentes de distintas residencias de mayores de la provincia. El establecimiento se transformó en apenas 12 horas en un centro asistencial medicalizado destinado a las personas más desprotegidas frente al coronavirus.
Y de la misma forma, la Residencia de Tiempo Libre de El Burgo en La Línea (Cádiz) también se transformó en un hospital de campaña para atender a 28 pacientes que tuvieron que abandonar una residencia de mayores de Alcalá del Valle, en Cádiz, tras detectarse un brote.
En ambos casos, esta transformación integral y a contrarreloj fue posible gracias a la alianza entre la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y el equipo de SAMU.
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha valorado la eficacia de esta sinergia en un reportaje publicado en ABC. En pleno pico de la pandemia, había residencias de ancianos tanto en Sevilla como en otras provincias en las que “era imposible diferenciar en los circuitos los casos positivos de los negativos” dentro de los propios centros.
Por eso Aguirre valora la experiencia como positiva para los pacientes y para la Administración regional. “Fue un modelo de éxito” que permitió una “magnifica asistencia sanitaria”, ha señalado la Consejería, que no descarta repetirla en futuros proyectos. “Nuestro fin es tener la sanidad pública andaluza al cien por cien y optimizar todos sus recursos. En el caso de no llegar a esa optimización, apostamos por la suma de recursos siempre que sea en beneficio de los pacientes. Huimos de la dicotomía de buenos y malos: la sanidad de Andalucía es una, de todos y para todos”, ha afirma en el reportaje publicado por ABC.
Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU, ha subrayado la importancia que ha representado ser capaces de reaccionar de forma rápida y eficaz en los momentos en los que el sistema sanitario se ha visto desbordado frente a una presión asistencial inédita. “Desde nuestra especialidad, disponibilidad, logística y recursos propios, hemos ofrecido la máxima flexibilidad a la administración para dar una respuesta inmediata al ciudadano”, explica.
La fórmula de colaboración privada “representa un cambio en el servicio público que ha llegado para quedarse”, opina en ABC Francisco J. Fernández, socio de Cremades-Calvo Sotelo, que cuenta en Sevilla con un Observatorio de Colaboración Público Privada.
Durante los peores momentos de la primera oleada de la pandemia, SAMU gestionó cinco dispositivos de urgencias y emergencias contra el Covid-19 en Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha, al tiempo que formaba a personal en bioseguridad, captaba y capacitaba a voluntarios de distintos perfiles y fabricaba material sanitario como mascarillas y equipos de protección individual en su propio taller.