Zancadas por la salud mental
El 10 de octubre es una fecha señalada en el calendario de la clínica de salud mental SAMU Wellness, pues es el Día Mundial de la Salud Mental. Esta fecha, como apuntan desde el centro sanitario, tiene como objetivo concienciar, informar y visibilizar las altas tasas de prevalencia de trastornos mentales que existen actualmente en todo el mundo. La salud mental es una parte integral en el ser humano ya que no hay salud sin salud mental.
Para celebrar dicho día, la clínica SAMU Wellness, ubicada en Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla), en colaboración con Escuela SAMU y la Junta de Andalucía, organizó la I Carrera Popular por la Salud Mental, con el objetivo de concienciar a la población de los beneficios psicológicos del deporte y dar visibilidad a la salud mental a través del deporte. La prueba tuvo lugar en el sevillano Parque del Alamillo el domingo 24 de octubre con la participación de centenares de participantes, entre los que se encontraban familiares, pacientes y trabajadores de SAMU Wellness.
La carrera tuvo un recorrido de 5 kilómetros por el interior del parque. Arrancó a las diez de la mañana y, posteriormente, a las doce, se celebró una jornada de convivencia que incluyó música en directo y animación infantil.
España es uno de los mayores consumidores de psicofármacos y las tasas de prevalencia de patologías de salud mental son abrumadoras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que una de cada cuatro personas tiene o tendrá problemas de salud mental. Además, este tipo de patologías son las que mayor discapacidad generan a nivel mundial.
El estigma que rodea a la salud mental contribuye a que éste se considere un tema tabú y hace que sea difícil oír campañas de prevención y tratamiento en los medios de comunicación. Más de la mitad de las personas con trastorno mental que necesitan tratamiento no lo reciben, y un porcentaje significativo no recibe el adecuado. Aunque recientemente se están añadiendo tratamientos psicológicos en atención primaria, la principal respuesta del sistema sanitario a problemas de ansiedad y depresión sigue siendo el uso de psicofármacos. Si unimos a esto que sólo en España en 2019 se suicidaron 3.671 personas (de las cuales 2.771 eran hombres y 900, mujeres) y que existen escasas campañas de prevención, nos encontramos con un problema de salud pública que es necesario visibilizar. Todo lo anterior contribuye a que muchos problemas de salud mental se cronifiquen y la persona tenga dificultades a la hora de pedir ayuda y recibir herramientas para tratarlos.
El deporte es una herramienta que mejora nuestra salud física e influye de lleno en nuestra salud mental. Hacer deporte, además de los conocidos beneficios físicos, contribuye a reducir los efectos del estrés, liberar endorfinas y mejorar nuestro estado de ánimo. La práctica de la actividad física se convierte en un hábito saludable y una herramienta idónea para regular la ansiedad, promoviendo la socialización con el entorno. Asimismo, hay estudios que aseguran que los sujetos con más actividad física presentan mejores niveles de salud mental.
800.000 personas se suicidan al año en el mundo
A nivel mundial, la OMS calcula que cerca de 800.000 personas se suicidan al año. Estas cifras no contemplan los intentos de suicidio, cuyos datos son desconocidos, pero se presupone un número mucho mayor, ya que por cada suicidio consumado hay múltiples tentativas de suicidio, siendo el intento de suicidio no consumado el factor de riesgo individual más importante.
El suicidio no solo afecta a la persona que comete el acto, sino a todo su entorno, por lo que el número de afectados por el problema se multiplica. Los supervivientes del suicidio, nombre que se les da a familiares y amigos afectados, sufren uno de los duelos más complejos en los que en la mayoría de las ocasiones es necesaria la ayuda profesional.
Teniendo en cuenta la alta prevalencia de este problema de salud pública, cabría esperar una estrategia a nivel nacional para su prevención, pero esa no es la realidad. Aunque existen algunos programas a nivel autonómico, España carece de una estrategia nacional para la prevención del suicidio, como sí existen para otras problemáticas sociales como los accidentes de tráfico, violencia de género o consumo de sustancias.
Para educar en la prevención del suicidio, la OMS ha elaborado una guía llamada Live Life (Vive la vida) en la que se mencionan como herramientas de prevención la difusión de información a través de los medios de comunicación de forma responsable, el desarrollo de aptitudes socioemocionales en la población y la restricción del acceso a los medios utilizados para suicidarse. Es fundamental la detección a tiempo, la evaluación, el tratamiento y el seguimiento de las personas que muestren este tipo de conductas.