JEM Polanco: El sueño cumplido de Abdollah
Cuando Abdollah llegó al antiguo ISL Polanco, en el centro de Sevilla (hoy JEM Polanco), venía cargado de timidez e inseguridad. Eso hacía que su relación con el equipo no fuera de confianza y cercanía. Su actitud, quizás, había sido construida como protección personal ante las situaciones vividas. Sin embargo, sus compañeros, sus iguales, siempre hablaron maravillas de él: le retrataban como un chico leal, en quien se podía confiar y con un gran corazón.
Poco a poco, con el paso de los meses, esa barrera se fue desmontando gracias al buen trabajo del equipo educativo, y Abdollah se empezó a mostrar tal y como sus compañeros le describían. Teníamos ante nosotros a un chico con ganas de aprender español, pleno de motivación por integrarse y siempre dispuesto a realizar tareas, sobre todo las relacionadas con la cocina.
Fue a partir de ahí cuando vimos que orientar su recorrido laboral hacia la hostelería sería lo más beneficioso para él. Le buscamos una formación adecuada y respaldada por unas prácticas formativas. Por desgracia, este itinerario se vio interrumpido por la pandemia del Covid-19.
Cuando las medidas restrictivas amainaron, conseguimos retomar el programa de prácticas. Abdollah ya formaba parte del JEM Polanco y estaba señalado para ser uno de los chicos que abriera senda en este proyecto por su adaptación a la sociedad, por su compromiso y por su alta motivación por lograr los objetivos. Tuvimos la suerte de encontrar unas prácticas formativas en un establecimiento cercano. Desde los primeros días su tutor y sus compañeros destacaron el buen hacer del joven entre fogones. De esto podemos dar fe desde el actual equipo de JEM Polanco, pues somos clientes habituales de este restaurante.
La historia de Abdollah ha concluido como todos deseábamos: con la firma de un contrato laboral, cumpliendo así los objetivos marcados por él y por el equipo educativo. Se ha convertido oficialmente en el primer chico de JEM Polanco en conseguir empleo, y, dentro de pocas semanas, podrá emanciparse concluyendo así con su proyecto migratorio en SAMU. Gracias a Abdollah hemos abierto camino para otros muchos chicos que seguro vendrán. Nos sentimos muy orgullosos de él. Suerte amigo.