La cultura del buen cumplimiento en SAMU
Los actuales requerimientos legales establecen la obligación de disponer un proceso de cumplimiento, llamado compliance, a todas las entidades jurídicas, independientemente de su naturaleza mercantil o fundacional, e incluyendo a las públicas y privadas. Es una medida propia de la cultura del buen cumplimiento, en la que SAMU trabaja desde hace años y a la que ahora damos un nuevo impulso con la incorporación a nuestro equipo del abogado, doctor en Derecho y asesor financiero y jurídico Francisco José Fernández (Alcalá de Río, Sevilla, 1971). Como asesor externo, Fernández ya ha liderado la implantación del Compliance program de SAMU.
El compliance es un sistema de control general previo de infracciones penales, administrativas, discordancias, irregularidades y disfuncionalidades que puedan desarrollarse en el seno de cualquier actividad profesional de la mercantil o de la fundación. En ocasiones, estos incumplimientos pueden ocurrir solo por desconocimiento.
Este sistema nace en el mundo empresarial anglosajón, concretamente en el sector financiero, que tradicionalmente ha estado sometido a una regulación rigurosa. En estas entidades surge la necesidad de asegurarse el cumplimiento con toda la normativa, bastante compleja en ocasiones, y con sanciones muy altas en caso de incumplimiento, por lo que comienzan a emplear a departamentos dedicados en exclusiva a esta tarea.
Los principales objetivos del Compliance program de SAMU son: Identificar riesgos a los que se expone la organización debido a su actividad; evaluar los controles de prevención existentes; formar a la empresa acerca del protocolo de actuación en caso de detectar una conducta irregular, incorrecta o la posible comisión de un ilícito; establecer protocolos de seguridad que reduzcan la exposición reputacional; y desarrollar una cultura empresarial que aspire a afianzar prácticas relativas al buen gobierno corporativo, al control interno y a la transparencia.
Los requisitos del Compliance Program son, entre otros: Identificar las actividades en cuyo ámbito puedan ser cometidos las infracciones o los delitos que deben ser prevenidos; imponer la obligación de informar de posibles riesgos e incumplimientos al Compliance Officer, encargado de vigilar el funcionamiento y seguimiento del modelo de prevención; y establecer un sistema disciplinario que sancione adecuadamente el incumplimiento de las medidas que se establezcan en el modelo.
Con la implantación de este programa de buen cumplimiento, SAMU profundiza su dedicación para ser una organización excelente, con una cultura corporativa transparente y sana, y sigue afianzando en su compromiso de servicio a la sociedad y la ciudadanía.