Rumbo fijo hacia la integración
La Fundación SAMU inauguró el 23 de septiembre, gracias al apoyo de la Obra Social La Caixa, el programa Disfrutamar, una iniciativa social que tiene como objetivo acercar el mar y las actividades náuticas a los residentes de los diferentes servicios de la fundación, muchos de ellos con discapacidad intelectual y trastornos de conducta.
“Con 8.000 kilómetros de costas, España es un país donde tenemos una gran orientación al mar, especialmente en Andalucía, gracias a su clima y a su instalación náutica de primer orden”, afirma Borja González de Escalada, vicepresidente de la Fundación SAMU. “Con esta iniciativa, queremos que las personas discapacitadas adquieran nuevos aprendizajes referidos tanto a la comunicación con los demás como a la expresión y el reconocimiento de sus propias sensaciones”.
Un grupo de seis residentes del centro San Sebastián de Cantillana, en Sevilla, fue el primero en disfrutar de la travesía inaugural a bordo de un barco de 10 metros de eslora, llamado Scheila, que partió del puerto deportivo de Mazagón (Huelva). Borja Gonzalez de Escalada, patrón de embarcaciones de recreo, actuó de capitán. Éste tuvo la ayuda a bordo de dos monitores de la residencia, Rafael Rueda y Juan Antonio Ruiz. Ambos están realizando, junto a otros compañeros de SAMU, un curso de patrón de embarcaciones con la escuela náutica Navegamás, con el objetivo de que el personal de SAMU que acompañe a los residentes tenga los máximos conocimientos posibles en esta materia.
La actividad comenzó en torno a las diez y media de la mañana. Pepito, José, más conocido como Chiquito, Gabriel, Pepe, Isidoro y Enrique escuchaban con atención las instrucciones de Borja antes de subirse a la embarcación. “Está prohibido caerse. Y si os caéis, tranquilos, mantened la calma”, indicaba el patrón del barco. “¿Hay tiburones?”, preguntó con preocupación Gabriel ya a bordo. “No, tranquilo, no hay tiburones”, le tranquilizaron.
Durante dos horas, el grupo navegó frente a la costa de Mazagón, sin alejarse demasiado del espigón. “Mirad, eso es un barco mercante. Ahora nuestro barco se moverá por las olas que provoca a su paso”, explicaba Borja.
Para los residentes, todo era una novedad y la satisfacción se reflejaba en sus caras. Lo curioseaban todo, tanto en el interior del navío como en cubierta. Algunos incluso se atrevió a llevar el timón, siempre bajo la supervisión del patrón de la embarcación o de alguno de los dos monitores. “Mira qué bien lleva Chiquito el timón. Totalmente recto”, exclamó uno de los monitores. “Me lo estoy pasando muy bien”, repetía una y otra vez Chiquito.
Los tripulantes de la embarcación saludaban con efusión a otros barcos y a los que le veían desde el espigón antes de arribar a puerto. La actividad se desarrolló sin ningún incidente y con nuevas ideas en mente. “Me gustaría llevar a los chicos a una regata, sin la intención de competir, sólo para que vean y disfruten del ambiente de una regata”, señaló el vicepresidente de la Fundación SAMU.
“Gracias al apoyo de La Caixa, al que se han sumado varios propietarios de barcos, el programa Disfrutamar nos permite ampliar las actividades deportivas al campo de la náutica, haciendo que los chicos vivan experiencias inolvidables”, explica Carlos González de Escalada, director general de SAMU e impulsor de la iniciativa. “La mayoría de nuestros residentes nunca se han montado en una embarcación de recreo y sería insensato ignorar que Andalucía ofrece unas condiciones excepcionales para esta actividad, que además está especialmente indicada para personas con mayor deterioro cognitivo. Este programa me hace muy feliz y demuestra nuestra vocación de darlo todo por ellos. También quiero agradecer al equipo SAMU cómo se han volcado con la iniciativa. Cuando vi las fotos de la excursión inaugural me emocioné mucho”.
“Para SAMU la calidad de vida de sus residentes tiene prioridad absoluta. Somos inconformistas y pensamos que la actividad deportiva no puede ser sólo fútbol y gimnasia. Todos nosotros queremos lo mejor para nuestros hijos para que disfruten de una vida plena y eso mismo quiere SAMU para sus usuarios”, subraya Carlos González de Escalada.