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Entrevista a Francisco Javier Ruiz, SAMU

“Nos mueve un espíritu de aventura, investigación y crecimiento”

Francisco José Ruiz (Sevilla, 1977), compañero de la Residencia San Sebastián de Cantillana (Sevilla), asume la responsabilidad de Plan Idilio con el objetivo de dar más visibilidad a la acción social de SAMU.

—¿Cómo y cuándo entró a trabajar en SAMU?
—Mi ‘idilio’ con SAMU surgió en 2008. Me presenté en las oficinas de Cartuja decidido a matricularme en los dos cursos de Técnico en Emergencias Sanitarias que impartía SAMU. Durante ese periodo nos informaron de que la Fundación SAMU abriría un centro destinado al cuidado de personas con discapacidad intelectual en Cantillana. Recuerdo, una vez terminado el curso, hablar con mi querido compañero de promoción, Carlos Casado, docente de la Escuela sobre lo bonito que sería prolongar nuestra relación de amistad compartiendo también espacio de trabajo. Varios meses después, ahí estábamos…

—¿Cuáles son sus funciones en la residencia?
—Programar las actividades que se llevarán a cabo de manera diaria, semanal o mensual, como reuniones con los familiares de nuestros residentes. Diseñar los talleres con un enfoque individual o grupal, dentro del centro o fuera de él. Realizar junto al equipo técnico los PPA de cada usuario. Estar siempre presentes en las horas de comedor, etcétera.

—Háblenos de Plan Idilio.
—Plan Idilio no es más que la evolución natural del trabajo que venimos haciendo en la Fundación desde el 2012. Un paso más, un reto muy bonito a través del cual contribuiremos a dinamizar las actividades que surjan en el seno de los diferentes centros socio-asistenciales de SAMU y Fundación SAMU. Es un camino cuyo objetivo es ilusionante y motivador.

—¿Quién impulsa Plan Idilio?
—Es un proyecto que solo tiene sentido con el impulso y respaldo de todos y cada una de las personas que conforman la Fundación, de todos y cada uno de los centros. Desde nuestra dirección general, pasando por las direcciones de las diferentes unidades hasta el último de los trabajadores. Todos somos protagonistas de este proyecto.

—¿Cuáles son sus objetivos?
—Personalmente resaltaría la voluntad de proyectar la visualización de la marca SAMU, Fundación SAMU, dotando de una mayor originalidad y continuidad a las acciones que llevemos a cabo: actividades, jornadas deportivas, campañas de sensibilización, congresos, jornadas científicas, etcétera. Debemos trabajar transversalmente entre los diferentes recursos residenciales intercentros ideando una estrategia de organización y coordinación que unifique los diferentes servicios socio-sanitarios de la entidad. Además, nuestro objetivo es consolidar los lazos ya existentes con otras instituciones y ampliar los contactos de SAMU y Fundación SAMU con otros actores sociales. Por último, trabajar y abordar las diversas temáticas sociales (cultura, deporte, ocio y recreación, cooperación, etc), contando con todos los agentes comunitarios con el fin de generar un intercambio de recursos, humanos, económicos o tecnológicos.

—¿Qué diferencias hay entre Plan Idilio y Cuatro Estaciones?
—No hay ninguna diferencia. Ambos contienen la misma esencia, la misma raíz. Nos mueve un espíritu de aventura, investigación y crecimiento. Es el sello de la Fundación SAMU. A cada sitio que vamos, la gente nos reconoce, nos pregunta, nos insiste y demanda. Las Cuatro Estaciones por la Integración, Carrera Popular Inclusiva, Aljarafe Integra, Congreso de Discapacidad, Actividad Física y Salud, Disfrutamar, jornadas científicas de diferentes temáticas… Son las bases estructurales que dan vida a Plan Idilio.

—¿Sigue en marcha el proyecto Cuatro Estaciones? ¿Qué objetivos persigue?
—Sí. Este año hemos retomado el proyecto Cuatro Estaciones por la Integración, haciéndolo más sostenible, eso sí, pero manteniendo la misma originalidad e intentando crear nuevos lazos de amistad con diferentes instituciones. El pasado mes de abril celebramos la estación de primavera y pronto iremos desvelando las sorpresas que nos deparan las próximas estaciones. Nuestra máxima, la inclusión, además de mejorar la calidad de vida del colectivo de personas con discapacidad intelectual, que adquieran un hábito de vida saludable, la integración de los valores del trabajo en equipo, la amistad, el compañerismo, la superación, motivación y que aumenten su autoestima.

—¿Qué perfil atienden en la Residencia San Sebastián?
—A nuestro cargo hay 60 residentes, todos ellos personas con algún tipo de discapacidad o diversidad funcional intelectual que presentan trastorno de conducta.

—¿Cómo es trabajar con personas con discapacidad intelectual?
—Para mí, no hay trabajo más bonito y enriquecedor que éste. Las personas con discapacidad son un colectivo muy agradecido que reciben con mucho entusiasmo todo el trabajo que se hace con ellos. Se ilusionan con cualquier proyecto o actividad que se les proponga, por lo tanto, el feedback que recibes por el trabajo realizado es positivo al 100% y muy motivador.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
—Las muestras explícitas de cariño que recibo por parte de los chavales y pensar que el trabajo que realizamos les aporta felicidad y una mejora en su calidad de vida.