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SAMU Dúrcal: Cómo crear un hogar donde se cumplen sueños

Y llegó el final de una etapa en la Unidad de Atención Inmediata SAMU Dúrcal (Granada). Para los que hemos formado este equipo, el proyecto SAMU Dúrcal nació de la mano de su directora, Carmen Pastor Ruiz, y del responsable del Área Menores de Andalucía Oriental, Juan Manuel Aveledo. Nació de la ilusión y del convencimiento de que se pueden cambiar los destinos de las personas.

Por nuestro centro han pasado más de un centenar de historias de vida, de sueños y proyectos. Para algunos de los jóvenes que han estado con nosotros, Dúrcal ha sido un refugio en el que ponerse a salvo, una estación de parada en el trayecto que les conducía a sus destinos. Para otros chicos y para todo el equipo ha sido un verdadero hogar.

No hay nada más bonito que vivir la creación de un proyecto, participar en algo desde su nacimiento, ayudar a levantarlo y hacer de él un hogar donde los chicos puedan cumplir sus sueños.

Ésta es la sensación que tienen el equipo de SAMU Dúrcal y los protagonistas de este artículo: Alhassan Diallo, Fassine Cámara y Mohamed Cámara, tres jóvenes de Guinea. Sus historias son parecidas. Los tres tomaron conciencia de su necesidad de migrar a una edad muy temprana, empujados por las necesidades económicas y la falta de oportunidades. Los tres relatan historias de llegada a nuestro país similares. Por desgracia, han tenido que vivir situaciones que ningún ser humano debería vivir. Para llegar a su destino, España, han debido cruzar diferentes países en condiciones muy adversas, donde han pasado miedo, hambre, frío…

Son tres jóvenes con proyectos muy definidos, con una idea clara del itinerario que les gustaría seguir en su inserción en la sociedad de acogida. Desde su llegada, han mostrado una motivación ejemplar para el aprendizaje del idioma. Tenían claro que su inserción pasaba por la formación académica. Y así ha sido.

Este año han cursado 4º de la E.S.O y han conseguido graduarse. Para todo el equipo de SAMU Dúrcal, y sobre todo para ellos y sus familias, es un logro ejemplar. No ha sido fácil para ellos llegar a un país nuevo, sin conocer el idioma y la cultura, lejos de la familia y de los amigos, y empezar una vida nueva. El potencial que siempre han tenido, su carácter afable, su facilidad de adaptación y socialización, su autonomía, su flexibilidad y su perseverancia les han ayudado a alcanzar su sueño.

No ha sido fácil, pero han contado con el apoyo del equipo de nuestro centro, con el equipo docente del IES La Laguna del municipio del Padul y, previamente, del Centro Público de Educación de Personas Adultas Valle de Lecrín de Dúrcal.

La presencia de nuestros chicos en las aulas de este centro educativo ha incorporado una tonalidad más en el mosaico de diversidades que componen los centros educativos españoles. Las diferencias han sido una fuente de enriquecimiento personal y grupal en el aula, pero también han supuesto un reto que ha precisado de nuevas fórmulas de enseñanza y aprendizaje.

No menos importantes han sido los logros de los demás menores. El Consejo Orientador del centro educativo ha resuelto para el menor Said Zahid una propuesta de acceso en el curso 2019-2010 a una FPB (Formación Profesional Básica) de Informática y Comunicaciones; y para Abderrahim Bidi y Walid El Halhouli, de Servicios Administrativos.

El resto de los chicos escolarizados han obtenido un diploma honorífico por su esfuerzo y una matriculación para continuar formándose en el próximo curso.

Ha sido emocionante la llegada del día de la graduación de los chicos de 4º de ESO. Los nervios de los chicos eligiendo el estilismo, redactando sus discursos de agradecimiento, haciendo planes con los compañeros del instituto para la cena de graduación… Es una experiencia muy importante para cualquier adolescente.

Los logros de los chicos de SAMU Dúrcal son, fundamentalmente, mérito de su esfuerzo, pero no sería justo no mencionar el gran equipo que han tenido detrás.

Úrsula, la trabajadora social del equipo, ha sido para nuestros chicos “la portadora de las buenas noticias”. Todos esperan una cita con Úrsula. Ella es una parte fundamental de la vida de nuestros chicos. Es la que “pelea” diariamente para conseguir regularizar la situación administrativa de los menores, uno de sus principales objetivos. Calma su ansiedad explicando los procesos y los plazos, y lo hace de tal forma que todo parece fácil y posible. Siempre con una sonrisa.

Javier. El equilibrio perfecto entre la disciplina y el amor incondicional por los chicos. Sus intervenciones tiene siempre el mismo final: “Estoy aquí para ayudarte, te ayudaré a levantarte cada vez que tropieces”.

Gonzalo. Todos los chicos quieren ser como Gonzalo. Es el modelo a seguir de todos los menores. Es capaz de descubrir talentos a veces imperceptibles. Su premisa es “todos los chicos tiene alguna capacidad, algún tipo de las múltiples inteligencias”. Es un maestro que enseña dentro y fuera del aula.

Sergio, para los chicos, Yeyo. Es el negociador, una fuente inagotable de estrategias de resolución de conflictos. Siempre encuentra infinitas alternativas para afrontarlos. Cuando uno de los chicos necesita un mediador, sabe que debe buscar al “maestro Yeyo” para encontrar una solución.

Badrd Din, el amigo de los chicos. Siempre le han percibido como a un igual al que le cuentan sus batallas de niñez en sus barrios de origen. Es el maestro que nunca se escandaliza por nada.

Ammar, el tito del centro. Es la figura a la que muestran más respeto, y la que perciben como un padre. Es el que se encarga de calmar la nostalgia gastronómica de nuestros menores. Siempre tiene una receta preparada para evocar sabores y olores de las tierras que les vieron nacer.

Isabel, la maestra dulce y cariñosa, a la que acuden los chicos para cualquier necesidad que se les presente, médica, escolar, o de cualquier tipo, y, sobre todo, con la que les encanta ir de compras.

Pablo, el opositor a Policía Nacional. Cuando llegó al equipo tenía un sueño que compartió con todos los menores, y todos han sido testigos de que, con esfuerzo, los sueños se cumplen. Pablo ha cumplido el suyo.

Juan Carlos, el “informático”, llegó sin hacer mucho ruido y, poco a poco, se ganó un lugar en el corazón de los niños.

Luis, “el maestro bueno”, al que esperan en la puerta en los cambios de turno, porque comparte todo lo que tiene, reparte sus chicles, chocolatinas y pipas. Es como la llegada de los Reyes Magos.

Aída, el aire fresco del equipo. Una joven optimista y conciliadora, siempre sonriente. Para los chicos es una figura muy importante, les aconseja pero no les juzga.

Juanma, una persona cercana, que da visibilidad a todos y a cada uno de los miembros de su equipo, felicita por los logros, una persona que empodera y que continuamente te hace sentir muy importante.

Y por último: Carmen, “la directora de la orquesta”. Ha dirigido, unificado, guiado e interpretado las “notas musicales”. Todos queríamos tocar nuestra parte, pero debíamos hacerlo con determinados criterios de velocidad, ritmo, volumen… y es Carmen quien se ha encargado de ello.

En el centro SAMU Dúrcal estamos inmensamente felices por la trayectoria de nuestros chicos, superando todas nuestras expectativas. Están preparados para seguir su camino, en algún lugar donde esperamos den continuidad a sus historias y sus logros.

Siempre hay que saber cerrar un ciclo para abrir otro, escribir el final del capítulo. El final de nuestro capítulo se resume en una frase de Havel: “… Las historias no tienen por qué tener el final soñado, tienen que merecer la pena”. Y esta historia ha merecido la pena. Estamos inmensamente agradecidos.

Autora: Siham Khalifa El Abdi. Auxiliar Técnico Educativo de la Unidad de Atención Inmediata SAMU Dúrcal.

La vida en una casa de El Castillo de las Guardas

Suenan las campanas de la Iglesia que anuncian las nueve de la mañana de este domingo de verano. La brisa de la Sierra de Sevilla recorre divertida los pasillos de este nuevo centro como si quisiera adentrarse en cada una de las habitaciones para dar la bienvenida a los nuevos menores que dan vida a esta casa.

Las paredes ya parecen ir adaptándose a las manos que las recorren. Los escalones de mármol aún parecen complejos cuando algún chico decide no pisar uno y saltarlo, pues rompe con la monotonía que personas que antes habitaban la casa le daban. Las telas de los sofás por fin cogen arrugas tras tantos días estiradas sin recordar que había personas que les daban calor. El jardín trasero vuelve a reconocer su suelo tras tantos meses de ramas caídas y hojas que lo tapaban.

Huele a café. Los chicos se dividen en grupos para seguir mimando esta nueva casa, para que este centro se impregne de la vida que ellos quieren construir. Ya parece más nuestro.

Ya tenemos las normas escritas en los corchos. Los dibujos que los chicos han ido haciendo resaltan en el blanco de las paredes y las macetas hechas con botellas reciclables adornan las escaleras. El salón que ya es sala de estudio se asombra al ver la cantidad de idiomas diferentes que caben entre esas cuatro paredes.

Esta nueva etapa vital comienza a entretejerse gracias al esfuerzo, cohesión, trabajo en equipo y dedicación que tanto profesionales como los propios menores están poniendo para que todo el engranaje comience a funcionar. El pueblo se entremezcla con los nuevos habitantes de este centro, no sólo con los chicos, sino con parte del equipo, que ha decidido también comenzar en El Castillo de las Guardas su nueva etapa vital.

Y desde lo alto de esta sierra, queremos mandaros un mensaje: merece la alegría luchar por esto.

Seguiremos avanzando y escribiendo este nuevo proyecto que dará vida y engrandecerá a todas las personas implicadas. Alma y corazón por vela.

SAMU gestiona el nuevo centro para Menas de Sevilla

La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Rocío Ruiz, informó en el Parlamento de Andalucía que su departamento ha puesto en marcha un centro en Sevilla, en concreto en el barrio de La Macarena, para la inserción sociolaboral de menores extranjeros no acompañados “que llevan un tiempo en nuestro país y han demostrado su interés por aprender y formarse en el ejercicio de una profesión”.

Este recurso está gestionado por Fundación SAMU, que cuenta con una amplia trayectoria y experiencia en el trabajo con estos menores y tendrá capacidad para atender a un máximo de 25 personas. Tiene una plantilla de 10 profesionales de distintos ámbitos que no sólo trabajan en la inserción social y laboral de los menores sino que se ocupan de su supervisión las 24 horas del día, tanto en su tiempo de estudio como de ocio.

“No solo es imprescindible disponer de los medios personales y materiales adecuados, sino actuar bajo principios de normalización con el fin de que estos menores, que están bajo la protección de la Junta, tengan una vida lo más parecida posible a la de cualquier chico o chica de su edad”, ha indicado la consejera.

Rocío Ruiz ha invitado a los diferentes portavoces parlamentarios de la Comisión de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación a visitar las instalaciones del nuevo centro de inserción sociolaboral y así conocer de primera mano este recurso.

Durante el año 2018, se atendieron en Andalucía a más de 9.000 menores extranjeros no acompañados (Menas). La mayoría de estos jóvenes proceden de países como Marruecos, aunque también los hay de Guinea, Senegal, Mali y Costa de Marfil, principalmente.

Fundación SAMU es la primera entidad del país en la atención y acogida de menas. Actualmente, la entidad acoge a más de mil niños repartidos entre más de 25 centros ubicados por toda España. Los últimos se han abierto en provincias como Madrid, Ceuta, Zaragoza y Sevilla.

Manuel Pérez, presidente Fundación IDEAS

Manuel Pérez, presidente de Fundación IDEAS: “La educación es un proceso personal que dura toda la vida”

Manuel Pérez (Sevilla, 1968) preside la Fundación Iniciativas para el Desarrollo de la Educación y la Acción Solidaria (IDEAS) desde su creación en 2004. Profesor en Educación Especial y Pedagogo, también dirige desde hace 16 años Educademia, un centro que se dedica a trabajar con niños, padres y profesores para superar el fracaso escolar.

 

—¿Cómo surgió la Fundación IDEAS?
—La Fundación IDEAS nació en 2004 de la mano de un grupo de profesionales de la educación preocupados por la situación educativa de Andalucía, que está en la cola de Europa. Desde entonces, no hemos parado de poner iniciativas en marcha enfocadas a combatir este fracaso escolar endémico en nuestra tierra.

—¿Cuáles son los objetivos principales de la Fundación IDEAS?
—Nuestra Fundación tiene como objetivos primordiales el cambiar la situación de fracaso escolar en Andalucía y promover la educación en valores en nuestra sociedad, de forma general. Ahora mismo las principales iniciativas son el programa Ángeles y la Iniciativa I Care. El primero de ellos, el programa Ángeles, ofrece tres horas de apoyo escolar gratuito y meriendas saludables todos los días lectivos del año a cuarenta niños y niñas en riesgo de exclusión social del barrio El Cerro Blanco de Dos Hermanas (Sevilla), y ahora lo vamos a ampliar a Los Montecillos, el otro punto neurálgico de la zona sur de Dos Hermanas. Además, todos los viernes desarrollamos talleres de refuerzo emocional y, todos los meses organizamos también una salida cultural. Por otra parte, el programa I Care ofrece apoyo escolar gratuito todos los días lectivos del año a veinte niños con necesidades económicas y académicas. Mediante Cáritas Diocesanas se nos envían niños de familias necesitadas de las once parroquias de Dos Hermanas; a través de la ONG Crecer con Futuro, nos llegan niños de acogida, y con Fundación SAMU nos llegan menores extranjeros no acompañados que han llegado a España (menas).

—¿Qué otras acciones llevan a cabo para luchar contra el fracaso escolar?
—Además de los dos programa descritos anteriormente, tenemos el Foro Nazareno de Padres, donde se ofrecen charlas programadas por las AMPAS (Asociaciones de Padres y Madres) de la ciudad; la iniciativa La Escuela de Educadores Vocacionarte, que ofrece formación a docentes; un programa de alimentación saludable para padres y niños en los colegios; el Observatorio del Fracaso Escolar en Andalucía, que diagnostica y difunde los problemas de la educación andaluza y las consecuencias sociales que acarrea; y Los Viernes Culturales, en los que se ofrecen charlas de temas de interés dirigidas a familias. Una de las más interesantes fue la ofrecida por Emilio Calatayud, juez de menores de Granada, que congregó a más de 600 personas. También tenemos el Boletín Valores, que recoge toda la actividad de la Fundación y es enviado cada mes a miles de personas y, finalmente, Los Premios Olivo de Plata a la Educación y la Solidaridad, que reconoce a las personas que trabajan incansablemente por mejorar la sociedad.

De todos estos proyectos, ¿cuál diría que es el más importante?
—Diría que los programas Ángeles y I Care (Me Importa) porque atienden a los niños más necesitados, los inmigrantes que se juegan la vida en una patera huyendo de la guerra y de la miseria; y los menores que malviven en las chabolas de la zona de El Cerro Blanco, presos del abandono y la droga que marca la vida de sus familias y comunidades. Ellos no tienen la culpa de lo que les pasa y es la sociedad la que tiene que compadecerse de estos niños y rescatarlos de la situación que su circunstancia les obliga a vivir. Estos dos programas dan sentido no sólo a nuestra Fundación, sino también a nuestras vidas.

—¿Cuál es la tasa de fracaso escolar en Andalucía actualmente?
—Más del 30% de los niños andaluces no terminan los estudios básicos obligatorios, es decir, la ESO. Y el 39% de nuestros niños, al llegar a los 15 años, han repetido inútilmente una, dos y hasta tres veces el curso. Sólo 4 de cada 10 niños andaluces concluyen el bachillerato cuando en el País Vasco es casi 7 de cada 10. En España hay cuatro millones de parados, y casi tres millones no tienen el título de la ESO. Podríamos estar hablando años sobre el drama que supone el fracaso escolar en Andalucía.

—Según su experiencia, ¿cuáles son las principales causas del fracaso escolar?
—Las causas son múltiples. La mayoría de los teóricos del tema responsabilizan al niño del fracaso escolar. Lo acusan de bajas competencias y actitudes. Bajo mi punto de vista, el niño no sólo no es el responsable, sino que es la principal víctima. Y la familia es tanto responsable como víctima. Hasta los profesores son víctimas de esta situación por la presión cotidiana que tienen que soportar. Los profesores no tienen la culpa de la deficiente formación inicial del profesorado. Pero sí somos corresponsables desde el momento en el que no alzamos la voz ni nos organizamos en la búsqueda de soluciones como se hacía antes con los movimientos de renovación pedagógica. Es la sociedad, en su conjunto, la máxima responsable de permitir a los gobiernos cambiar continuamente las leyes y de no buscar pactos de Estado por la Educación. Es responsable de permitir una cultura basada en el placer y en la ausencia de esfuerzo. El ser humano cultiva poco el intelecto, la sensibilidad y la voluntad en la cultura actual, en la que los medios de comunicación tienen un papel tan importante.

—Recientemente, la Fundación IDEAS ha firmado un convenio de colaboración con la Fundación SAMU para ofrecer apoyo educativo a los menas del centro Miguel de Mañara. ¿Cómo surgió esta colaboración?
—Esta alianza surgió porque ya veníamos atendiendo gratuitamente a los niños de acogida y a los de Cáritas. Cuando nos enteramos de que la Fundación SAMU tenía varios centros de Menas en nuestra ciudad, no dudamos en ponernos en contacto con ellos y ofrecerles nuestra colaboración. Estamos superorgullosos de esta ayuda y estos niños nos están dando vida con mayúsculas.

—¿A qué retos se enfrenta su organización actualmente?
—El mayor reto al que nos enfrentamos en este momento es el de la financiación. Todas estas actividades no se hacen por sí solas. Tienen unos gastos importantes de varios miles de euros todos los meses y en ello estamos. Una parte importante de nuestro tiempo se nos va en hacer actividades para recaudar el dinero que haga posible estas iniciativas. Contamos con la vocación y la profesionalidad de los docentes pero lo que necesitamos encarecidamente es financiación. Además, queremos implicar a toda la sociedad en la respuesta. Por ello, contamos con una campaña de socios permanente que aportan cinco euros todos los meses y una serie de actividades recaudatorias. Las personas interesadas en colaborar pueden contactar mediante la dirección info@fundacionideas.net

—¿Qué significa para usted educar?
—La educación es un proceso personal que dura toda la vida. Nadie nos educa. Nos educamos juntos ante los retos de la vida. Los niños aprenden pero también aprendemos los padres y los profesores. Educarnos es una labor personal que todos tenemos que protagonizar conjuntamente con los que nos rodean. Lo demás es alienación o adoctrinamiento.

—¿Qué supone para usted influir en la educación de tantos menores?
—Simplemente tengo mucha suerte. He conseguido descubrir mi llamada interior o vocación. Y, además, he tenido la suerte de convertir mi vocación en profesión. Soy feliz porque mi profesión inunda y da sentido a mi vida. Es mi manera de estar en el mundo. Casi todos me llaman “profe”. Tengo la suerte que deseo a todos los niños andaluces, especialmente a los que más lo necesitan

—¿Desea lanzar un mensaje final?
—Quiero agradecer a la Fundación SAMU y a su presidente esta entrevista. Creo que las personas, y todos nosotros como sociedad, tenemos un enorme potencial solidario, y pienso que lo que hace falta es que puedan existir las oportunidades adecuadas para poder implicarse en la ayuda a los demás. Nuestra vida es tan efímera que no merece la pena dedicarse a cosas intrascendentes. Pocas cosas más importantes podemos hacer que ayudar a estos niños que arriesgan su vida huyendo de la miseria y la guerra. Muchas gracias por la enorme labor que realizáis. Animo a todos a colaborar.

Biblioteca El Castillejo Fundación SAMU Menas

El Castillejo abre una biblioteca para los Menas

El Centro de Atención Inmediata El Castillejo ha inaugurado una dependencia muy especial en sus instalaciones que va a prestar un servicio extraordinario a sus usuarios y que eleva su nivel de excelencia. Se trata nada más y nada menos que de una biblioteca. Su apertura, que se produjo en marzo, es la culminación fructífera de muchas gestiones llevadas a cabo por el director y el equipo de profesionales responsables de El Castillejo.

Los fondos con los que cuenta la recién abierta biblioteca abarcan una multitud de campos y son de fácil lectura: geografía, historia, arte, literatura, ciencias, informática, aventuras, español y matemáticas, son solo algunas de las temáticas propuestas en sus estanterías.

Estos fondos son donaciones hechas por la Universidad de Granada en el Campus de Ceuta; por Doña Pilar García, alcaldesa de El Bosque; y por don Pedro Piñero, escritor y Catedrático de Humanidades.

La aceptación de la biblioteca ha sido espectacular. Tanto los trabajos de adecuación de la sala como la clasificación y ordenación de los libros ha contado con la entusiasta colaboración y entrega de nuestros menores. Incluso ya contamos con la implicación de uno de ellos para la figura de bibliotecario.

Para El Castillejo, como centro perteneciente a la gran familia SAMU, esta inauguración es motivo de inmensa alegría. No se trata de una actuación puntual e inconexa, sino de una actividad muy planificada y cuyo objetivo principal es lograr la plena integración de nuestros Menas a través de un pilar clave en la batalla contra la desigualdad, la pobreza y la falta de libertades: la educación.

Ahora tenemos ante nosotros un nuevo y desafiante reto: seguir aumentando los fondos de nuestra biblioteca y avanzar en la dotación de ordenadores y su conectividad a internet.

Cada día que pasa vemos a nuestros Menas más contentos y más identificados con su nueva casa y su nueva familia El Castillejo. “Con el apoyo de hoy avanzamos y avanzamos hacia el mañana”, subrayan desde este centro de Atención Inmediata.

Acuerdo Ideas-SAMU

Clases particulares para los Menas de Miguel de Mañara

El director general de SAMU, Carlos González de Escalada, y el presidente de la Fundación Iniciativas para el Desarrollo de la Educación y la Acción Social (IDEAS), Manuel Pérez, han firmado un acuerdo de colaboración en beneficio de los menores extranjeros no acompañados (Menas) que residen en el centro de acogida Miguel de Mañara de Fundación SAMU, en Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla), con el fin de fomentar y apoyar su educación.

La Fundación IDEAS desarrolla y financia desde hace varios años programas de apoyo escolar para niños procedentes de familias con necesidades económicas y que se hallen en situación de alto riesgo de fracaso escolar. Esta iniciativa consiste en proporcionar clases de apoyo escolar en los centros que Educacademia SC tiene en Montequinto y Dos Hermanas por las tardes de lunes a viernes. Cada alumno tiene un itinerario personalizado en función de su situación y necesidad. Además, el menor cuenta con la ayuda de un tutor que le controla la agenda y las tareas.

A través del convenio firmado entre ambas fundaciones, IDEAS ofrece a SAMU la posibilidad de que pueda utilizar esta iniciativa, denominada Nos Duele, como recurso por parte de los responsables técnicos de SAMU de Montequinto y Dos Hermanas. Es decir, Fundación SAMU, a través de sus técnicos y profesionales, podrá solicitar apoyo escolar gratuito para los alumnos procedentes de sus centros de atención a Menas.

La selección de los candidatos que participarán en este programa correrá a cargo de los coordinadores de los centros de SAMU, y la Fundación IDEAS decidirá sobre la idoneidad de los candidatos propuestos y del número de los mismos en función de las posibilidades concretas que se pueda ofrecer en cada momento, siendo diez el mínimo de menores atendidos.

Fundación IDEAS ofrece este servicio a los Menas que atiende SAMU de manera totalmente gratuita y sin más interés que el de colaborar en la ayuda de estos chicos. No obstante, SAMU se brinda a colaborar, también de manera desinteresada, con la Fundación IDEAS en cuantas cuestiones pueda en función de sus posibilidades.

Trabajo y futuro: el sueño de Issa y El Mehdi

Cuando eran unos críos, El Mehdi Zekrauoi e Issa Bakayoko dejaron atrás a su familia, sus amigos y su tierra para buscar su futuro en España. Encontraron un hogar y una nueva familia en el centro de acogida Miguel de Mañara, gestionado por Fundación SAMU en Montequinto (Sevilla), donde aprendieron un oficio y se esfuerzan por integrarse plenamente en la sociedad.

Los centros de Fundación SAMU como el de Miguel de Mañara disponen de un programa de inserción sociolaboral que se aplica a los menores a quienes les falta un año para cumplir la mayoría de edad. En la primera fase, los educadores les ayudan a preparar su currículum, simulan las entrevistas de trabajo y les dotan de herramientas para buscar un empleo.

La segunda fase es, según Alejandro Cala, coordinador del centro de Miguel de Mañara, la más importante: se trata de encontrar unas prácticas teniendo en cuenta la formación y las preferencias laborales del menor. Después, se realiza un seguimiento que permite comprobar el progreso del menor y las posibilidades de una futura incorporación al puesto de trabajo.

“Debido al problema de los permisos de residencia no lucrativos [la imposibilidad de que el menor trabaje mientras no cumpla la mayoría de edad], la importancia de las prácticas para nuestros chicos es enorme. Facilita mantener un contacto con la empresa hasta que, si todo es favorable, se considera la posibilidad de contratación, y después, se resuelve en Extranjería el permiso de trabajo”, comenta Sofía Álvarez, trabajadora social del centro.

Issa Bakayoko es uno de los Menas que han podido beneficiarse de este programa. El joven llegó a España en mayo de 2018 y, pese a la dificultad de adaptarse a otro idioma y otras costumbres, explica que estos meses han sido mucho mejores que los que vivió en su país y en su periplo que lo trajo desde Costa de Marfil. “Por lo menos estoy en Europa”, dice. Sus padres pagaron su viaje y eso, para estos chicos, puede ser una presión añadida. Deben responder a las expectativas de aquellos que quedaron atrás.

Ahora Issa se prepara para ser electricista. Ya ha realizado unas prácticas de cinco meses en una empresa local, donde dejó una impresión inmejorable: “Mi jefe me lo puso muy fácil para que aprendiera el oficio, y yo desde el principio me he sentido muy cómodo con él. Se ha convertido en un gran amigo”, relata. Todo parece indicar que será contratado en esta empresa en cuanto cumpla la mayoría de edad. De hecho, ya dispone de la oferta de trabajo.

Para estos jóvenes, el futuro representa algo más concreto y palpable que lo que pueda ser para un chico español de su edad. Si no tienen una oferta de trabajo un año después de cumplir los 18, se decretará su expulsión del país. Sin embargo, Mehdi lo tiene claro: “No me preocupa la mayoría de edad, sé que voy a conseguir un trabajo y un piso donde pueda vivir con mis amigos”.

De momento, y tras formarse, está acumulando experiencia: ha realizado prácticas de ayudante de cocina en un restaurante y en una cafetería, y, gracias al trabajo del servicio de orientación laboral de su centro, ahora está realizando prácticas de camarero.

“Los primeros meses en España fueron malos. No sabía hablar español, echaba de menos a mi familia y no conocía las costumbres de aquí, que son muy diferentes a las de Marruecos. Pero con esfuerzo me adapté. No me costó mucho trabajo aprender español porque tenía ganas de comunicarme con la gente”, señala Mehdi, que en mayo cumple la mayoría de edad.

Ambos jóvenes están más cerca que nunca de lograr su sueño, el mismo que persiguen todos los menores que llegan a Europa buscando lo que en sus países a veces no tienen: un trabajo y un futuro.

Residencial Básico El Bosque SAMU menas

El primer contrato de Ismael Yazidi

Empujado por la necesidad de su familia y con la firme idea de cambiar su destino lejos de la tierra que lo vio crecer (Beni Melal – Marruecos), Ismael Yazidi llegó a las costas de Tarifa a finales de 2017, con sólo 16 años. Tras pasar por diferentes centros de menores, Ismael finalmente se estabilizó en el Residencial El Bosque, en Pelayo (Algeciras), donde comparte alojamiento con otros 30 menores.
De carácter tímido e introvertido, siempre ha destacado por su amabilidad, predisposición al trabajo, colaboración y respeto hacia sus compañeros y educadores. Hoy por hoy, constituye uno de los pilares de nuestro centro y es un ejemplo a seguir por los menores recién llegados, a los que recibe con agrado y ayuda en su proceso de adaptación.

El buen hacer de Ismael ha quedado patente en su primer período de prácticas en el área de hostelería y restauración donde, una vez más, ha demostrado la importancia de la voluntad, el empeño y la constancia con la que este chico persigue su objetivo: formarse para conseguir un trabajo cuando le llegue el momento de abandonar el centro en su mayoría de edad.

“Para eso vine a España y mi objetivo está cada vez más cerca. No se puede perder el tiempo en otras cosas. Se trata de trabajar y aprovechar las oportunidades que nos ofrecen. Siento que la recompensa a mi esfuerzo y el de mi familia, llegará más pronto que tarde”, enfatiza Ismael. Y tanto es así que, tras finalizar sus prácticas, José (empresario y dueño del establecimiento que emplea a Ismael), se ha comprometido a ofrecerle su primer contrato de trabajo. Compromiso que, con tremendo orgullo y merecido esfuerzo por su parte, queremos compartir con los lectores y compañeros de SAMU en este artículo, mostrando el instante en el que se materializa la firma de su precontrato.

Como Ismael, son muchos los menores de nuestro centro que actualmente desarrollan programas de inserción laboral en pequeñas y medianas empresas de la zona, hecho que perfila un horizonte esperanzador para nuestros chicos y que da sentido a su decisión de emprender el camino hacia Europa en la búsqueda de un futuro digno para ellos y sus familias.

Me gustaría aprovechar estas líneas para agradecer y ensalzar la encomiable labor de mis compañeros del Residencial Básico El Bosque, quienes día a día demuestran su compromiso en la defensa y continua construcción de la profesión, la cual está dando unos resultados excepcionales en términos de inclusión escolar, social y laboral de los menores que están bajo nuestra responsabilidad.

Autor: Jesús Pérez López

 

menores inmigrantes SAMU

Cerca de 600 menores bajo la protección de SAMU

La llegada masiva de inmigrantes en pateras a las costas andaluzas en los últimos años ha puesto en alerta a todas las entidades sociales implicadas en este fenómeno, entre ellas la Fundación SAMU, que actualmente acoge a unos 560 menores que han llegado de forma clandestina a España sin la compañía de un adulto. Estos se distribuyen entre los 16 centros diferentes que dispone la organización, por un lado, las llamadas Unidades de Acogida Temporal de Emergencia (UATE) o centros de Atención Inmediata, y, por otro, los centros de Atención Residencial Básica (ARB). La mayoría de estos chicos proceden de Marruecos, aunque también los hay de Guinea, Senegal, Mali y Costa de Marfil.

La inmigración irregular se ha más que duplicado en lo que va de año respecto a las cifras de 2017, que entonces ya fueron alarmantes. España es ya la principal ruta de acceso a Europa, por encima de Italia. Hasta el 15 de julio, los inmigrantes irregulares que habían entrado este año en España, la mayoría por vía marítima y en la costa de Andalucía, sumaban ya 15.686, según datos del Ministerio del Interior —la agencia europea Frontex lo eleva a 18.016 en el mismo periodo—, un 114% más que en 2017, cuando la cifra ya se había incrementado un 170%.

Muchos de estos inmigrantes son menores extranjeros no acompañados (Menas). En los siete primeros meses de 2018, unos 3.200 menas llegaron a Andalucía a través de sus costas, mil de ellos sólo en julio, frente a los 2.855 que lo hicieron en todo el año pasado, según datos del Gobierno andaluz.

Este año, Fundación SAMU, por encargo de la Junta, ha abierto, de momento, 11 nuevos recursos dirigidos a este colectivo, dos de ellos son centros ARB y el resto de Atención Inmediata.

Los dos últimos recursos de acogida temporal de emergencia fueron abiertos en agosto en Guillena (Sevilla) y Jimena (Cádiz). A estos se suman otros dos en la provincia de Cádiz abiertos este año y dos más en 2017; dos en la provincia de Almería, y tres en la de Granada, todos ellos activos desde este año.

En cuanto a recursos de ARB, que permite a los menores permanecer en el centro hasta que estos cumplen la mayoría de edad, SAMU cuenta con tres recursos en Sevilla, Granada y Cádiz. Él último de ellos se montó en El Bosque, en la provincia gaditana, a finales de mayo. Éste nació ante una necesidad de la Dirección General de Infancia y Familias de la Junta para atender las necesidades de los menores que llegaron a España durante el año 2017 y que aún estaban siendo atendidos en recursos de Atención Inmediata. Aquí trabajan 13 personas entre psicólogos, trabajadores sociales, educadores, maestros o auxiliares técnicos educativos.

“El objetivo fundamental de los ARB es insertar a estos menores en la sociedad. Nuestra función es de orientación socio-laboral que empieza con la tarea de documentar a los menores, escolarizarlos en centros educativos o en diferentes cursos y trabajar con ellos su futura emancipación”, indica Nicolás Torres, responsable del área de menores de SAMU.

A todos estos recursos se suman dos dispositivos más en Motril (Granada), un COISL (Centro de Orientación e Inserción Sociolaboral), abierto en 2013, y un piso para chicos que han estado bajo la tutela de SAMU y que ya han cumplido la mayoría de edad.