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Mindfulness Sevilla

Guía rápida de Mindfulness

La práctica del mindfulness está de moda. Copa titulares, aparece en la oferta formativa de decenas de centros y universidades y se recomienda para solucionar los problemas más variados. Algo tendrá el mindfulness cuando su aplicación a los males modernos como el estrés, la ansiedad y la depresión crece cada día. Pero, ¿sabemos qué es? ¿Cuándo se aplica? ¿Para qué sirve? Para responder a estas preguntas, hablamos con la experta en mindfulness, psicóloga y terapeuta de SAMU Wellness Dulce Nombre Franco.

Mindfulnesses, traducido literalmente del inglés, “atención plena”. En las sociedades modernas, nuestra atención salta de un punto a otro. Daniel Kahneman, psicólogo y Premio Nobel de Economía, cree que pasamos por unos 20.000 “presentes psicólogicos” cada día, lo que significa que abrimos una “ventana nueva” cada tres segundos. Esta acumulación de estímulos limita nuestra capacidad y puede llegar a saturarnos.

El mindfulness trata de despejar el ruido ambiental y emocional al que estamos sometidos. “Mindfulness nos entrena para centrarnos en la tarea, a través de una defusión cognitiva, nos ayuda a ser espectadores de nuestros pensamientos, tomar cierta conciencia de qué nos está pasando, qué sentimientos nos están viniendo y a dejarlos estar con nosotros “, explica.

Por razones obvias, el principal campo al que se está incorporando es la Psicología. La experta de SAMU Wellness destaca que el “mindfulness sirve como faro que nos alumbra algunas carencias, dificultades personales”. Por eso, en la práctica occidental de la escuela europea se despoja al mindfulness de los elementos religiosos que pudieran tener en la cultura oriental, para mantener la herramienta básica: la meditación.

Dulce Nombre es responsable del curso de mindfulness SAMU Wellness y especifica que este sigue el protocolo MBSR. Por sus siglas en inglés, “reducción del estrés basado en el mindfulness“. ¿Qué significa esto? Los instructores deben tener unas “horas de vuelo”, es decir deben practicar mindfulness antes de poder impartir una práctica. Además, el protocolo incorpora unas pautas comunes, un hilo único.

“Quien viene nota que algo está pasando en su vida, que no termina de encajar bien y necesita una atención. Quizá no lo relaciona con una patología o trastorno mental grave, pero ve que sus mecanismos de defensa no valen para reorganizar su circunstancia actual”. Es un inicio de transformación personal y conocimiento de sí mismo, comenta Dulce Nombre. Para realizar un curso de mindfulness no es necesario tener un diagnóstico clínico que aconseje un tratamiento psicológico sino, simplemente, “sentir una necesidad emocional, por una situación de estrés o vital, de reflexionar con respecto a su situación”.

Como explica la psicóloga y terapeuta de SAMU Wellness, con la práctica de mindfulness se pretende desarrollar una “mente de testigo”, “tener una conciencia de que este momento está pasando y relacionarme con él de otra manera”, sin juzgar. Entre sus beneficios, esta disciplina ayudar a mejorar la salud física y psíquica, desarrolla capacidades personales como la gestión del estrés o la comunicación, y, por último, puede contribuir a mejorar las relaciones personales.

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Aniversario de UED San Lucas: Una celebración de diez

La Unidad de Estancia Diurna (UED) San Lucas de SAMU está de aniversario. Hace diez años abría sus puertas por primera vez en el barrio sevillano de Bellavista. Hoy San Lucas atiende a más de 40 personas con discapacidad intelectual y trastorno de conducta, principalmente, pero cuando empezó sólo había 13 usuarios.

Para celebrarlo, el centro, con el apoyo de Fundación SAMU, organizó una jornada de convivencia y llena de actividades lúdicas en el Parque del Alamillo de Sevilla a la que acudieron tanto los trabajadores y usuarios de la unidad como sus familiares, así como los residentes del resto de centros sociales gestionados por SAMU y la directiva de la entidad. El presidente de la Fundación SAMU, Don Carlos Álvarez Leiva dio un discurso al principio de la jornada. De él partió el proyecto original, que, en un principio iba a estar dirigido a personas mayores, pero la necesidad social del momento hizo que el Dr. Álvarez Leiva aceptara una petición por parte de la Junta de Andalucía para la apertura de un centro que atendiese a personas con discapacidad intelectual y trastorno de conducta.

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Las actividades deportivas, de sensibilización e inclusión fueron las protagonistas de la jornada. Además, se desplegó una gran sábana para que todas las personas invitadas mostrasen su apoyo al proyecto San Lucas dejando la huella de sus manos en ella.

La UED San Lucas cuenta con 31 plazas para personas con discapacidad intelectual con trastorno de conducta (asociado en algunos casos a una enfermedad mental), 9 para personas con daño cerebral sobrevenido y 3 plazas especiales para un perfil de discapacidad intelectual sin trastorno de conducta. “Las personas que vienen aquí presentan generalmente un perfil más autónomo que los atendidos en la Residencia Santa Ana de SAMU”, explica Almudena Chávez, actual directora de la UED San Lucas, tras la trabajadora social Rocío Álvarez y el enfermero Nacho Ávila, hoy en el servicio de SAMU Huelva, además de las enfermeras María Vargas y Paola Mora, ésta última actual subdirectora de la clínica de salud mental SAMU Wellness.

“La atención especializada de personas con discapacidad intelectual y trastorno de conducta es muy nuevo. Antes eran atendidos en manicomios si además padecían una enfermedad mental o en asociaciones de personas con discapacidad intelectual sin trastornos de conducta, que no les hacía ningún bien porque estos centros no estaban preparados para atender correctamente a estas personas”, continúa Chávez, directora del centro desde hace ocho años.

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Uno de los aspectos que caracteriza a esta unidad desde sus comienzos son las rutas. A San Lucas acuden personas de Camas, Gelves, Alcalá de Guadaíra, Coria del Río y Sevilla, principalmente. Cada mañana, desde las ocho, trabajadores de la unidad realizan una ruta por la provincia de Sevilla recogiendo a los usuarios lo más cerca posible de sus domicilios. “Si no fuera por el servicio de ruta, muchas personas no asistirían porque sus familiares no pueden traerlos todos los días”, indica la actual directora de San Lucas.

El centro tiene por delante nuevos retos y ya trabaja en la mejora de su servicio con el objetivo de dar mayor difusión a la labor que aquí se realiza e impulsar nuevos proyectos relacionados con la ayuda a domicilio y el respiro familiar.

Acuerdo SAMU Cáritas

Cáritas y Fundación SAMU acuerdan colaborar en la atención gratuita de familias sin recursos con problemas de salud mental

Cáritas Diocesana Sevilla y Fundación SAMU han firmado dos convenios de colaboración que permitirán apoyarse mutuamente en el desarrollo de sus proyectos. El primero de estos acuerdos establece una atención psicológica y psiquiátrica totalmente gratuita por parte de los profesionales de la clínica de salud mental SAMU Wellness Miguel de Mañara a familias sin recursos económicos y con problemas de salud mental acogidas y acompañadas por los voluntarios de Cáritas parroquial San Juan Pablo II, en Dos Hermanas (Sevilla). Estos derivarán a la clínica a aquellas personas que estén bajo su protección y en las que detecten algún problema de salud mental.

Por otro lado, en base a un segundo acuerdo, Cáritas ofrecerá apoyo de voluntariado al centro de Menores de Miguel de Mañara, también en Dos Hermanas. El convenio incluye trabajo voluntario con menores, apoyo extraescolar, actividades lúdicas y deportivas y la participación de los menores del centro residencial en el campamento de ocio y tiempo libre programado por la Parroquia San Juan Pablo II.

En la firma de ambos convenios estuvieron presentes el director general de Fundación SAMU, Carlos González de Escalada; el director de Cáritas Diocesana Sevilla, Mariano Pérez de Ayala; el presidente y la directora de Cáritas Parroquial San Juan Pablo II, Adrián Ríos y Eloísa Padilla, respectivamente.

Los documentos firmados, con una vigencia de dos años prorrogables, también establecen la elaboración conjunta de un calendario de actividades que incluya actos, conferencias, foros y cursos de formación, entre otras.

El Centro SAMU Wellness es un recurso terapéutico y hospitalario de la entidad Fundación SAMU gestionado a través de la compañía Servicios de Asistencia Médica de Urgencia, S.A., dedicado al tratamiento integral de la salud mental. Este proyecto aboga por la atención biopsicosocial e integral del paciente, proporcionando servicios sanitarios, procesos terapéuticos y programa individualizados y grupales en la atención a la salud mental de las personas. La Fundación SAMU cuenta con un equipo interdisciplinar de profesionales especializados en salud mental a través de un enfoque inclusivo e integral de la persona.

Doctor Zoilo, SAMU Wellness

Zoilo Fernández, psiquiatra de SAMU Wellness: “Los manicomios no podían seguir existiendo”

El doctor Zoilo Fernández  (Trigueros, Huelva, 1945) colabora como psiquiatra en la clínica de salud mental de Sevilla SAMU Wellness desde su apertura en 2017. Durante su extensa carrera destaca su paso como director del Hospital Psiquiátrico de Teruel y del Instituto Psicoanalítico de Zaragoza, además de su trabajo en la unidad de salud mental del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

—Como director técnico y médico especialista en psiquiatría de la clínica SAMU Wellness, ha participado en su diseño asistencial desde el principio. ¿Por qué se ha apostado por un tratamiento que integra a distintos profesionales?
—Hoy, el tratamiento de la enfermedad mental es global e integrador. No podemos abordar la curación de una persona enferma sin atender también sus circunstancias vitales, su biografía, su interrelación social y, por supuesto, su biología. Esto requiere a múltiples profesionales, cada uno especializado en un campo de la terapéutica, para así abordar la alteración biopsicosocial del paciente.

—¿Cuál es el perfil de los pacientes que atiende en SAMU Wellness?
—El perfil es muy variado. Desde trastornos leves neuróticos y todo tipo de alteraciones de la conducta hasta enfermedades mentales más significadas como la depresión, el trastorno bipolar o las psicosis. Pretendemos dar una atención integral con las terapias más actuales y luchar contra la idea de la estigmatización de los trastornos mentales.

—¿Cómo se trabaja el problema de la estigmatización?
—Lo que prima en nuestro centro es preservar y cultivar en el paciente la dignidad ante su vida y su intimidad y el respeto a su libertad personal. Es el primer paso para que el paciente se perciba como persona y conciba su trastorno como otra enfermedad más. Y éste es el mensaje que hay que transmitirle a las familias, amigos y a la sociedad en general cuando el paciente sale del centro. Desgraciadamente no podemos borrar esa percepción negativa y ese miedo anclado históricamente en la sociedad.

—Usted trabajó durante 15 años en un hospital psiquiátrico tradicional, ¿qué aprendió de esa etapa?
—Aludiendo a una frase de la película Blade Runner, ‘he visto cosas que vosotros no creeríais’. Durante este tiempo me di cuenta de que los manicomios no podían seguir existiendo, que el tratamiento de las enfermedades mentales no era encerrar a los pacientes excluyéndolos de la sociedad, ni quitarles la dignidad como persona porque tuviesen sus facultades mentales alteradas. Luego, me formé como psicoanalista y me incorporé al Instituto Andaluz de la Salud Mental, donde me encargué del desmantelamiento de los hospitales psiquiátricos en Andalucía y de la planificación de la Rehabilitación en Salud Mental para los pacientes crónicos.

—¿Por qué existe ese miedo y rechazo de la sociedad a los hospitales psiquiátricos tradicionales?
—Porque allí se excluía a las personas de la sociedad, les anulaban sus derechos fundamentales y se les privaba de libertad sin fecha, lo que provocaba en el paciente nuevas enfermedades añadidas: la institucionalización, la cronificación y el deterioro personal y social. La sociedad era conocedora de todo ello pero negaba la evidencia. Rechazaba su propia acción condenándola a la marginación y al alejamiento de la comunidad.

—Cambiando de tema, ¿cree que los hábitos y el ritmo vida actual afectan a la salud mental de las personas?
—Todas las generaciones atribuyen a los nuevos cambios sociales una repercusión en la salud mental. El hombre tiene una enorme capacidad de adaptación para asumir cualquier cambio social y continuar en su evolución de maduración y crecimiento. Hace una generación, con el incremento de los divorcios, los hijos únicos, los hijos monoparentales, el fomento del juego o los tóxicos, los especialistas estábamos convencidos de su repercusión negativa, y no es así. Cuando la generación de hoy se enfrente a la de mañana dirán lo mismo: ‘Como viven no es bueno para su salud mental’.

—Pero hay un incremento de las depresiones y la demanda de ayuda psicológica.
—Sí, y también hay un incremento de la oferta de las técnicas especializadas en bienestar personal. La soledad, la frustración, la tristeza o la angustia existencial están presentes en el lenguaje cotidiano. La sociedad encuentra no sólo nuevas formas de expresiones ante los sentimientos de siempre, también las ayudas que se solicitan se adaptan a esos posibles nuevos remedios que se ofrecen y ambos se retroalimentan. Hoy es más fácil pedir ayuda médica y que te prescriban fármacos que apoyo espiritual o consejo.

—¿Y las nuevas tecnologías? ¿Cómo afectan a los más jóvenes?
—Un cerebro, una personalidad, un ser social en crecimiento requieren que los estímulos para su desarrollo no estén monopolizados en una sola dirección. Pero el cerebro está preparado para recibir y adaptarse al mundo que le espera. En ese punto está la clave del proceso de maduración.